El lanzamiento formal de la idea tuvo lugar ayer a las afueras del drugstore que cedió parte de su vereda para la implementación, con la presencia de todos los voluntarios que hicieron posible la materialización de la iniciativa sobre calle Lamadrid casi esquina Alvear.
Contagiado por la idea de la primera "Heladera social" del país instalada en Tucumán, el jujeño Gustavo Baravalle tomó la posta de la idea y la replicó en nuestra provincia. Durante la inauguración Baravalle comentó que como todo comienzo, "costó un poco" ponerlo en marcha pero favorablemente ya recibió llamadas de numerosos vecinos que quieren colaborar e incluso algunos desea replicar la idea en Humahuaca, Tilcara y Palpalá.
El vecino indicó que la idea es que la idea de la inauguración es que la iniciativa se difunda para que las personas puedan retirar un plato de comida, pero también para que muchos jujeños puedan acercar alimentos para que la heladera se encuentre en todo momento disponible.
Baravalle informó que todos aquellos interesados en ser voluntarios y colaborar, pueden contactarse vía Facebook a la página "Heladera Social Jujuy", porque se necesitan personas que puedan ayudar en monitorear el almacenamiento de la comida. Se espera también que muchas empresas y restaurantes se acerquen, y también otro tipo de empresas como Famago que donó la heladera.
"Queremos que la idea se trasmita porque las personas en situación de calle no tienen acceso a redes sociales, que es donde más se difundió el proyecto. Los esperamos en La Madrid 373", invitó Gustavo.
Impulsores presentes
El empresario gastronómico y uno de los impulsores de la primera Heladera Social del país, Fernando Ríos Kissner, estuvo presente en la inauguración y valoró que en nuestra provincia, personas que no necesariamente estén vinculadas a la gastronomía se hayan adherido al proyecto.
"En un negocio a veces sobra comida, a veces poco, a veces nada, y los gastronómicos podemos colaborar. La idea también es que desde la mesa familiar, siempre quede una porción para compartir y pueda acercarse a la heladera. Queremos que lo que antes era basura porque la gente tiraba las sobras, hoy sea un plato de comida real para gente que lo necesita", dijo Kissner, quien se encuentra a favor de que los legisladores aprueben la figura del "buen samaritano" que los bancos de alimentos reclaman.
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El lanzamiento formal de la idea tuvo lugar ayer a las afueras del drugstore que cedió parte de su vereda para la implementación, con la presencia de todos los voluntarios que hicieron posible la materialización de la iniciativa sobre calle Lamadrid casi esquina Alvear.
Contagiado por la idea de la primera "Heladera social" del país instalada en Tucumán, el jujeño Gustavo Baravalle tomó la posta de la idea y la replicó en nuestra provincia. Durante la inauguración Baravalle comentó que como todo comienzo, "costó un poco" ponerlo en marcha pero favorablemente ya recibió llamadas de numerosos vecinos que quieren colaborar e incluso algunos desea replicar la idea en Humahuaca, Tilcara y Palpalá.
El vecino indicó que la idea es que la idea de la inauguración es que la iniciativa se difunda para que las personas puedan retirar un plato de comida, pero también para que muchos jujeños puedan acercar alimentos para que la heladera se encuentre en todo momento disponible.
Baravalle informó que todos aquellos interesados en ser voluntarios y colaborar, pueden contactarse vía Facebook a la página "Heladera Social Jujuy", porque se necesitan personas que puedan ayudar en monitorear el almacenamiento de la comida. Se espera también que muchas empresas y restaurantes se acerquen, y también otro tipo de empresas como Famago que donó la heladera.
"Queremos que la idea se trasmita porque las personas en situación de calle no tienen acceso a redes sociales, que es donde más se difundió el proyecto. Los esperamos en La Madrid 373", invitó Gustavo.
Impulsores presentes
El empresario gastronómico y uno de los impulsores de la primera Heladera Social del país, Fernando Ríos Kissner, estuvo presente en la inauguración y valoró que en nuestra provincia, personas que no necesariamente estén vinculadas a la gastronomía se hayan adherido al proyecto.
"En un negocio a veces sobra comida, a veces poco, a veces nada, y los gastronómicos podemos colaborar. La idea también es que desde la mesa familiar, siempre quede una porción para compartir y pueda acercarse a la heladera. Queremos que lo que antes era basura porque la gente tiraba las sobras, hoy sea un plato de comida real para gente que lo necesita", dijo Kissner, quien se encuentra a favor de que los legisladores aprueben la figura del "buen samaritano" que los bancos de alimentos reclaman.