Argentina tenía que ganar y ganó. Primero y principal, para encaminar la campaña en estas Eliminatorias Sudamericanas. Y segundo, aunque digan lo contrario, para tomarse revancha de la final perdida por la Copa América. Chile fue su verdugo el año pasado y encima en el mismo escenario, el estadio Nacional de Santiago. Por eso, cuando el árbitro brasileño Heber Lopes decretó el final, el festejo "albiceleste" se hizo sentir dentro del campo y también afuera.
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Argentina tenía que ganar y ganó. Primero y principal, para encaminar la campaña en estas Eliminatorias Sudamericanas. Y segundo, aunque digan lo contrario, para tomarse revancha de la final perdida por la Copa América. Chile fue su verdugo el año pasado y encima en el mismo escenario, el estadio Nacional de Santiago. Por eso, cuando el árbitro brasileño Heber Lopes decretó el final, el festejo "albiceleste" se hizo sentir dentro del campo y también afuera.
En el principio del encuentro, el dueño de casa -debutaba el argentino Juan Antonio Pizzi- salió decidido para llevarse por delante al seleccionado celeste y blanco. Entonces, cuando Gutiérrez ante la mirada de todos cabeceó solo con destino de red, no sorprendió demasiado. Pésima la reacción de la defensa visitante y del arquero Romero, que no salió a cortar el centro.
Por suerte, el trabajo de Di María comenzó a crecer, al igual que algunos pincelazos del intermitente Lionel Messi. Y fue el propio Di María quien tras una buena acción entre Banega, de otro de buen nivel, y "Kun" Agüero puso el empate.
Chile intentó reaccionar, pero Mercado con una media tijera corrió un centro forzado de Messi y gritó el segundo.
A partir de allí, Argentina se tranquilizó y mostró su mejor repertorio, con la pelota bien jugada al ras del piso. Sólo falló en la estocada final.
En el complemento, el conjunto del "Tata" Martino inexplicablemente no tuvo la actitud del primero. Salió timorato, cediendo el terreno y la pelota. Por suerte, Alexis Sánchez no tuvo una noche inspirada y su seleccionado lo sintió. También es cierto que "Chiquito" Romero evitó la caída de su valla tras un disparo de Orellana.
La visita defendió muy atrás y terminó pidiendo la hora. No era necesario. Es que Chile fue una sombra de aquel que ganó la Copa América -en la actual competencia anda a los tumbos y por eso echaron a Jorge Sampaoli- y la derrota fue una consecuencia de su flojo presente.
Argentina se "vengó" y sobre todo sumó tres puntos claves.