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Empresario norteamericano denuncia a familia chaqueña

Sabado, 26 de marzo de 2016 01:30
MOMENTOS FELICES / EL EMPRESARIO MAHADEVAN DENUNCIÓ A SU EXPAREJA.

Un empresario estadounidense de origen ceilanés inició acciones legales en México en contra de una familia de la alta sociedad chaqueña, a la que acusa de adulterar presuntamente documentación pública en ese país para poder traer a la Argentina, sin su consentimiento, a un niño recién nacido que había tenido allí con una de sus integrantes y con la que estuvo en pareja -según afirmó- durante cinco años.

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Un empresario estadounidense de origen ceilanés inició acciones legales en México en contra de una familia de la alta sociedad chaqueña, a la que acusa de adulterar presuntamente documentación pública en ese país para poder traer a la Argentina, sin su consentimiento, a un niño recién nacido que había tenido allí con una de sus integrantes y con la que estuvo en pareja -según afirmó- durante cinco años.

Así lo aseguró en declaraciones a NA el propio denunciante, Athisayaraj "Raj" Mahadevan, de 56 años, quien dijo que la familia de la madre de su pequeño hijo, a la que identificó como María Soledad Camarasa, de 44, vetó desde un primer momento la relación entre ambos por supuestos motivos raciales: "Debido al color de mi piel", enfatizó.

Mahadevan responsabilizó especialmente a Rogelio Camarasa, el padre de María Soledad, exfuncionario público y actual presidente del Nuevo Banco del Chaco, y a Alicia Carlino, la madre, por la decisión familiar de "escapar" de México con el niño y traerlo en teoría a la Argentina, aunque el ciudadano estadounidense nacido en la actual Sri Lanka (ex Ceilán) sospecha que su hijo podría estar en Punta del Este, Uruguay.

El denunciante dijo a NA que presentó cargos ante la Justicia mexicana por la presunta adulteración del Acta de Nacimiento del niño, un delito penado con entre seis meses y tres años de prisión de acuerdo con el artículo 173 del Código Penal del Estado de Quintana Roo, donde la pareja convivía en una casa alquilada en la ciudad de Playa del Carmen.

Mahadevan, un empresario y asesor inmobiliario con negocios en Estados Unidos, Panamá y México, según detalló, también acusó a los Camarasa -sobre todo a la madre- de haberse aprovechado de una presunta depresión posparto de María Soledad para inducirla a terminar con la pareja, desconocerlo a él como el padre biológico del bebé y "secuestrar" al pequeño niño, aseveró.

La agencia Noticias Argentinas intentó en reiteradas ocasiones contactar a integrantes de la familia Camarasa para solicitarles comentarios al respecto, sin recibir respuesta alguna a la serie de consultas pertinentes efectuadas.

Una familia normal

Hasta el 7 de noviembre de 2015, cuando de acuerdo con "Raj" Mahadevan, María Soledad Camarasa con la colaboración de su madre, Alicia Carlino, se llevó al niño y rompió con la relación que ambos mantenían "en absoluta armonía", la pareja convivía en la casa número 32 del fraccionamiento Real Pakal, en la zona de Playacar, en Playa del Carmen, Municipio Solidaridad en Quintana Roo. Testigos en la causa penal que impulsa el ciudadano estadounidense en México, entre ellos el administrador inmobiliario Eduardo Rojas Fonseca y la empleada doméstica Amparo Crisantema Gómez Velázquez, dijeron que a Mahadevan y a María Soledad Camarasa "se los veía como una familia normal" hasta que la mujer decidió marcharse con el bebé.

"Su familia se opone a la relación"

"Esto no se trata de una batalla legal por la custodia del niño, los cargos son mucho más graves", remarcó Mahadevan, que agregó: "Acá estamos hablando de secuestro y de tráfico de niños. Mi hijo es un ciudadano estadounidense nacido fuera de Estados Unidos que ha sido robado de México".

"Espero que la familia Camarasa recapacite y que haga lo correcto. No van a poder escapar de la Justicia todo el tiempo. Yo no quiero arruinarles la vida, ni destruir la vida de María. No quiero que nadie vaya preso, solo quiero legalizar a mi hijo, que tiene mi ADN, lleva mi sangre en sus venas y es carne de mi carne. Yo soy el padre", subrayó el denunciante. Insistió en que la familia Camarasa no lo acepta por motivos raciales: "Ellos no me quieren por el color de mi piel", aseguró, y acusó a los padres y hermanos de su expareja de forzarla a terminar con la relación. "A María Camarasa la conocí en octubre de 2010 en Panamá, en el gimnasio del edificio en el que ambos vivíamos. Ella trabajaba en ese momento para la Unops (la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos humanitarios). Empezamos a vivir juntos en febrero de 2013 y yo quiero formar nuevamente una familia con ella", afirmó. "María Camarasa y yo estábamos enamorados. Ella durante cuatro años me estuvo rogando que quería tener un hijo".