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Solemne vigilia pascual

Martes, 29 de marzo de 2016 01:30
<div><div>LUCERNARIO LOS FIELES SAMPEDREÑOS TOMAN LA LUZ DE CRISTO DEL CIRIO PASCUAL DURANTE LA VIGILIA.</div>
SAN PEDRO (Corresponsal). Con gran fervor la comunidad de la parroquia San Pedro de Río Negro vivió la solemne vigilia pascual, la que fue presidida por el párroco Daniel Baca, quien hizo el expreso llamado a vivir este año la misericordia de Dios que se manifiesta en la alianza que hizo con su pueblo a través del don de la vida, del perdón y de gracia que renueva al hombre desde el interior, para devolvernos en Cristo resucitado, la gracia que habíamos perdido a consecuencia del pecado.
El oficio religioso dio comienzo con la bendición del fuego, que se realizó a metros de la esquina de Mitre y Alsina, donde se preparó la hoguera. Tras el ritual, el padre Daniel encendió el cirio pascual, que representa a Cristo resucitado y en procesión lo levantó en alto para que la feligresía fuera encendiendo los pequeños cirios que llevó para la celebración.
En su homilía el sacerdote expresó que en esta gloriosa noche se vive el misterio más extraordinario de nuestra fe que es la resurrección de Cristo, "ha sido emocionante poder entonar el pregón pascual delante de este cirio que representa a Cristo resucitado, el gran signo de la presencia viva del Señor, este fuego que ha sido encendido en medio de la oscuridad de la muerte y que ha brillado en medio de las tinieblas, disipando el pecado y llenándonos con su luz".
En otro tramo de su prédica, habló de la misericordia de Dios, "qué lindo es poner el oído en el corazón de Dios. Todo lo que Dios ha hecho, hace y hará por nosotros, lo hace según su corazón, Dios en su sabiduría, en su poder ha creado todo y nos ha dado todo. Qué hermosa la misericordia de Dios, que desde su grandeza nos llama a ser sus discípulos. Qué hermoso ese llamado de Dios de sentirnos elegidos, Dios nos ha pensado, nos ha elegido y nos ha llamado a cada uno por nuestro nombre como llamó a los profetas y a cada uno de sus discípulos", indicó tras apuntar que hoy como ayer el Señor nos sigue llamando para que seamos sus discípulos, para que seamos su pueblo. Se refirió también a hechos que marca el Antiguo Testamento donde muestra la realidad humana, cuando el pecado gana el corazón del hombre, "el pecado nos quita todos los derechos, anula toda dignidad, lo perdemos todo. Y la misericordia de Dios nos rescata de esa esclavitud de muerte a la vida, lo lleva a hacer una alianza de amor inquebrantable con su pueblo que no depende de nuestro amor, porque a veces decimos yo a Dios no lo quiero, no creo en Dios, la alianza de Dios no depende de nuestro amor, Dios nos ama porque somos sus hijos", subrayó.
Acotó que la misericordia de Dios renueva al hombre desde el interior, desde su miseria para devolverle en Cristo resucitado, la gracia que había perdido a consecuencia del pecado. "Hoy la piedra ha sido removida, la muerte ha sido vencida, hoy la luz brilla en las tinieblas, Cristo ha resucitado, él es nuestra esperanza. Que la misericordia de Dios que celebramos de manera extraordinaria en este año, nos haga tener vivir la experiencia de Cristo resucitado, ese Dios que nos rescata que renueva el corazón y que hace una alianza de amor con nosotros. Que experimentemos la misericordia de Dios, y seamos misericordiosos como Dios nuestro padre lo es", expresó el padre Daniel.
Finalizada la homilía se vivió la liturgia bautismal, donde el padre Daniel, con el cirio bendijo el agua y sumergió tres veces en el agua del bautismo a tres bebés.
Luego de las otras instancias, llegó el momento emotivo, donde revestida de blanco, apareció la imagen de María, llevada por sus hijos.

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SAN PEDRO (Corresponsal). Con gran fervor la comunidad de la parroquia San Pedro de Río Negro vivió la solemne vigilia pascual, la que fue presidida por el párroco Daniel Baca, quien hizo el expreso llamado a vivir este año la misericordia de Dios que se manifiesta en la alianza que hizo con su pueblo a través del don de la vida, del perdón y de gracia que renueva al hombre desde el interior, para devolvernos en Cristo resucitado, la gracia que habíamos perdido a consecuencia del pecado.
El oficio religioso dio comienzo con la bendición del fuego, que se realizó a metros de la esquina de Mitre y Alsina, donde se preparó la hoguera. Tras el ritual, el padre Daniel encendió el cirio pascual, que representa a Cristo resucitado y en procesión lo levantó en alto para que la feligresía fuera encendiendo los pequeños cirios que llevó para la celebración.
En su homilía el sacerdote expresó que en esta gloriosa noche se vive el misterio más extraordinario de nuestra fe que es la resurrección de Cristo, "ha sido emocionante poder entonar el pregón pascual delante de este cirio que representa a Cristo resucitado, el gran signo de la presencia viva del Señor, este fuego que ha sido encendido en medio de la oscuridad de la muerte y que ha brillado en medio de las tinieblas, disipando el pecado y llenándonos con su luz".
En otro tramo de su prédica, habló de la misericordia de Dios, "qué lindo es poner el oído en el corazón de Dios. Todo lo que Dios ha hecho, hace y hará por nosotros, lo hace según su corazón, Dios en su sabiduría, en su poder ha creado todo y nos ha dado todo. Qué hermosa la misericordia de Dios, que desde su grandeza nos llama a ser sus discípulos. Qué hermoso ese llamado de Dios de sentirnos elegidos, Dios nos ha pensado, nos ha elegido y nos ha llamado a cada uno por nuestro nombre como llamó a los profetas y a cada uno de sus discípulos", indicó tras apuntar que hoy como ayer el Señor nos sigue llamando para que seamos sus discípulos, para que seamos su pueblo. Se refirió también a hechos que marca el Antiguo Testamento donde muestra la realidad humana, cuando el pecado gana el corazón del hombre, "el pecado nos quita todos los derechos, anula toda dignidad, lo perdemos todo. Y la misericordia de Dios nos rescata de esa esclavitud de muerte a la vida, lo lleva a hacer una alianza de amor inquebrantable con su pueblo que no depende de nuestro amor, porque a veces decimos yo a Dios no lo quiero, no creo en Dios, la alianza de Dios no depende de nuestro amor, Dios nos ama porque somos sus hijos", subrayó.
Acotó que la misericordia de Dios renueva al hombre desde el interior, desde su miseria para devolverle en Cristo resucitado, la gracia que había perdido a consecuencia del pecado. "Hoy la piedra ha sido removida, la muerte ha sido vencida, hoy la luz brilla en las tinieblas, Cristo ha resucitado, él es nuestra esperanza. Que la misericordia de Dios que celebramos de manera extraordinaria en este año, nos haga tener vivir la experiencia de Cristo resucitado, ese Dios que nos rescata que renueva el corazón y que hace una alianza de amor con nosotros. Que experimentemos la misericordia de Dios, y seamos misericordiosos como Dios nuestro padre lo es", expresó el padre Daniel.
Finalizada la homilía se vivió la liturgia bautismal, donde el padre Daniel, con el cirio bendijo el agua y sumergió tres veces en el agua del bautismo a tres bebés.
Luego de las otras instancias, llegó el momento emotivo, donde revestida de blanco, apareció la imagen de María, llevada por sus hijos.

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