Aproximadamente trescientas familias fueron desalojadas ayer de un extenso terreno ubicado en las 150 Hectáreas de Alto Comedero, en el marco de un operativo policial que se inició en las primeras horas de la mañana. Los ocupantes ilegales pidieron ser reubicados y aseveraron que casi la mitad "no necesitaba las tierras" para vivir allí.
Del operativo tomaron parte efectivos de Infantería de las UR 7 y 8, de Protección Ciudadana y del Cuerpo de Caballería.
El terreno albergó durante cerca de dos semanas a los recién asentados y casi dos meses a los primeros en llegar al lugar. Se ubica al sur del barrio "Tupac Amaru" y era conocido por sus propios habitantes como asentamiento "26 de Febrero". Se accede al lugar luego de recorrer un camino totalmente flanqueado por yuyarales y pequeños basurales, y se extiende hasta el ingreso al barrio La Loma.
El operativo de desalojo comenzó ayer alrededor de las 6.40, momento en que gran cantidad de policías se hizo presente sorpresivamente para dar a conocer la orden de desalojo.
En el lugar estaban instaladas desde pequeñas casillas precarias tapadas con plásticos, hasta algunas a medio construir con bloques, aunque todo el predio carecía de todos los servicios básicos. Apenas llegaron los efectivos, informaron sobre la orden emitida por el fiscal y los presentes accedieron pacíficamente a retirarse.
En el predio también estuvieron supervisando el jefe y subjefe de Policía y el prosecretario judicial Guillermo Beller.
Bajo notificación, las familias desarmaron sus casas y trasladaron sus pertenencias durante toda la mañana de ayer, en presencia de numerosos efectivos policiales que aguardaban en el lugar su retiro. Desde la Policía de la Provincia informaron que no hubo hechos de violencia y tampoco detenidos en el marco del operativo.
Una de las mujeres que ayer desarmaba su casilla, entre colchas y mamaderas de sus hijos, Agustina Guari, informó como comenzó a ocuparse el terreno. Según la mujer, hace semanas vecinos de las "150 Hectáreas" comenzaron a observar como algunas familias comenzaban a limpiar el lugar y a construir sencillas casas. En esos momentos Agustina, al no tener dinero para el alquiler, decidió también instalarse en el terreno junto a sus hijos.
Días pasados se demoró a más de cuarenta personas que ocupaban terrenos cercanos, las cuales fueron imputadas de usurpación.
"Todo estaba lleno de basura y animales muertos, y nosotros limpiamos todos y nos quedamos aquí porque realmente necesitamos una casa", dijo Agustina. Otros desalojados ayer indicaron a El Tribuno de Jujuy que sólo cerca de la mitad del total del asentamiento son familias que "realmente necesitan un lugar para vivir", el resto "se avivó para tener un terreno más".
Los desalojados sostuvieron que así como accedieron pacíficamente a desocupar el predio, precisan soluciones rápidas del Gobierno, porque ayer no pudieron dialogar con ningún funcionario pese a que desde hace meses que solicitan algún plan para acceder a una casa de manera legal. "Si no necesitáramos, no traeríamos a nuestros hijos aquí, donde no hay nada", dijeron.
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Aproximadamente trescientas familias fueron desalojadas ayer de un extenso terreno ubicado en las 150 Hectáreas de Alto Comedero, en el marco de un operativo policial que se inició en las primeras horas de la mañana. Los ocupantes ilegales pidieron ser reubicados y aseveraron que casi la mitad "no necesitaba las tierras" para vivir allí.
Del operativo tomaron parte efectivos de Infantería de las UR 7 y 8, de Protección Ciudadana y del Cuerpo de Caballería.
El terreno albergó durante cerca de dos semanas a los recién asentados y casi dos meses a los primeros en llegar al lugar. Se ubica al sur del barrio "Tupac Amaru" y era conocido por sus propios habitantes como asentamiento "26 de Febrero". Se accede al lugar luego de recorrer un camino totalmente flanqueado por yuyarales y pequeños basurales, y se extiende hasta el ingreso al barrio La Loma.
El operativo de desalojo comenzó ayer alrededor de las 6.40, momento en que gran cantidad de policías se hizo presente sorpresivamente para dar a conocer la orden de desalojo.
En el lugar estaban instaladas desde pequeñas casillas precarias tapadas con plásticos, hasta algunas a medio construir con bloques, aunque todo el predio carecía de todos los servicios básicos. Apenas llegaron los efectivos, informaron sobre la orden emitida por el fiscal y los presentes accedieron pacíficamente a retirarse.
En el predio también estuvieron supervisando el jefe y subjefe de Policía y el prosecretario judicial Guillermo Beller.
Bajo notificación, las familias desarmaron sus casas y trasladaron sus pertenencias durante toda la mañana de ayer, en presencia de numerosos efectivos policiales que aguardaban en el lugar su retiro. Desde la Policía de la Provincia informaron que no hubo hechos de violencia y tampoco detenidos en el marco del operativo.
Una de las mujeres que ayer desarmaba su casilla, entre colchas y mamaderas de sus hijos, Agustina Guari, informó como comenzó a ocuparse el terreno. Según la mujer, hace semanas vecinos de las "150 Hectáreas" comenzaron a observar como algunas familias comenzaban a limpiar el lugar y a construir sencillas casas. En esos momentos Agustina, al no tener dinero para el alquiler, decidió también instalarse en el terreno junto a sus hijos.
Días pasados se demoró a más de cuarenta personas que ocupaban terrenos cercanos, las cuales fueron imputadas de usurpación.
"Todo estaba lleno de basura y animales muertos, y nosotros limpiamos todos y nos quedamos aquí porque realmente necesitamos una casa", dijo Agustina. Otros desalojados ayer indicaron a El Tribuno de Jujuy que sólo cerca de la mitad del total del asentamiento son familias que "realmente necesitan un lugar para vivir", el resto "se avivó para tener un terreno más".
Los desalojados sostuvieron que así como accedieron pacíficamente a desocupar el predio, precisan soluciones rápidas del Gobierno, porque ayer no pudieron dialogar con ningún funcionario pese a que desde hace meses que solicitan algún plan para acceder a una casa de manera legal. "Si no necesitáramos, no traeríamos a nuestros hijos aquí, donde no hay nada", dijeron.