Más de 600 docentes de los centros de actividades infantiles (CAI) y juveniles (CAJ) de toda la provincia piden la continuidad de los programas nacionales para no perder sus fuentes de trabajo.
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Más de 600 docentes de los centros de actividades infantiles (CAI) y juveniles (CAJ) de toda la provincia piden la continuidad de los programas nacionales para no perder sus fuentes de trabajo.
Los CAI y CAJ son programas nacionales que funcionan en más de 150 escuelas de toda la provincia y que, a partir de talleres, ofrecen acompañamiento pedagógico y socio comunitario a niños, adolescentes y jóvenes de zonas vulnerables. Gran incertidumbre existe entre los trabajadores porque desde el Ministerio de Educación aún no se tomo una resolución acerca de los programas socioeducativos nacionales.
En ese marco docentes dijeron a El Tribuno de Jujuy que "no somos ñoquis como afirman desde el Ministerio, cada trabajador para poder percibir sus haberes debe estar inscripto ante la Afip y Rentas de la Provincia. Por lo tanto tenemos nuestras obligaciones fiscales al día, caso contrario no podemos cobrar nuestro sueldo", enfatizaron.
Por otra parte explicaron que desde el inicio del proyecto y cuando ingresaron "cobramos atrasados cada dos o tres meses, igualmente continuamos pagando gravámenes al Estado nacional y provincial".
En tanto recordaron que dentro del cronograma de trabajo no hay época de receso y en los meses de enero y febrero continuaron prestando servicios. "Tampoco contamos con obra social, seguro de vida ni podemos cobrar salario familiar ni escolaridad entre otros beneficios que tienen otros trabajadores".
Trabajo comunitario
En el caso de los Centros de Actividades Infantiles trabajan coordinadores, talleristas y maestros comunitarios. Estos últimos son los encargados de ir al hogar de los niños que necesitan un acompañamiento para estudiar. Los talleres, en tanto, se dictan los sábados en la mañana o la tarde, en establecimientos educativos y tienen que ver con el proyecto y las necesidades específicas de cada zona. Revalorizando los recursos propios del sitio y su gente, además de abordar temas como derechos, género y educación sexual integral, también sobre trabajo infantil y la violencia de género. De ahí que la tarea de acompañamiento trasciende lo pedagógico. En los espacios no sólo se dictan talleres de títeres, plástica, música, teatro, huerta orgánica, cine, comunicación y danza, sino que se asesora a las mujeres que viven una situación de violencia y se les ayuda a completar trámites como conseguir que les paguen a ellas y no a los padres el salario familiar, cuando no lo reciben. Los CAI no trabajan de forma aislada, sino con otras organizaciones comunitarias. Asimismo mantienen un vínculo estrecho con las familias, para explicarles por qué los pequeños no deben faltar a clases. También que los sábados participen de talleres.
Los Centros de Actividades Juveniles que hay en Jujuy y a los que asisten unos centenares de adolescentes, trabajan de un modo similar. Los talleres abordan cinco áreas: arte, deporte, ciencia, comunicación y nuevas tecnologías, y educación ambiental. Además de ejes transversales como consumos problemáticos, participación juvenil, educación sexual integral, lectura y escritura y derechos humanos. A los CAJ pueden asistir tanto jóvenes escolarizados como los que no están estudiando pero, como las actividades se desarrollan en escuelas, uno de los objetivos es acercar nuevamente a los chicos al estudio.