La esencia femenina y el arte en Cecilia Espinoza

Ella ama el arte. Ella ama ser mamá. Ella ama la docencia. Ella ama a su familia. Ella ama ser mujer... Ella es Cecilia Espinoza, una artista, madre y educadora creativa, nacida en la cuna verde con una vida plena, en la que comparte con sus seres queridos las pasiones que la completan como persona.

Cecilia nació en Calilegua, allí creció y junto con ella, la pasión por el arte. "Trato de vivir el arte, el dibujo, cada instante rodeada de colores" dice mientras recuerda cómo sus padres habían hecho de ella una amante de lo puramente creativo.

Cualquier raíz, piedra, corteza o madera es motivo suficiente para hacer lo que le apasiona. Y es que, dueña de una perspectiva diferente, ella logra el impacto que desea con cada una de sus obras originales. Las series que dió a luz, se vieron a través del tiempo, primero obteniendo el primer premio en el concurso de Frida Kahlo en 2012, luego fue el despliegue de religiosidad con un toque de naturaleza viva lo que se hizo visible en "Natividad, la cuna verde", después llegó "Alquimia" y la última, "Las Mamitas"; todas con un sentimiento noble, acaso lo que significa que el ser mujer y artista, se conjugue y se ofrezca en la expresión propia de la esencia de su lugar de origen, con sus tradiciones místicas pero sobre todo, con su familia y amigos.

"Mi familia siempre me acompaña, mi esposo, mis hijos... mucha de la inspiración que me motiva, proviene de mis vivencias con ellos" afirma esta creativa que aprende a vivir enseñando su pasión también desde las aulas.

Como docente de dos instituciones en la Escuela Bachiller de Calilegua y en la Escuela de Artes de Libertador General San Martín, Cecilia establece una gran conexión con sus alumnos, los acompaña y aconseja, como una mamá orgullosa de sus hijos.

"Ver los trabajos al finalizar el año o alguna exposición me da mucha felicidad, me da la posibilidad de crecer como docente pero sobre todo como persona" reflexiona Cecilia, una mujer que disfruta creando y ama lo que hace con todo su corazón. Pintar, dibujar, tallar o modelar son incentivos necesarios que completan la vida de esta artista cuyo día a día, es como un lienzo en blanco que termina con un colorido radiante. "Si se hace con pasión algo, sale mejor. El arte es mi forma de vida. Amo lo que hago" dice nuestra artista, que saludó a todas las mujeres en su día, anhelando que se cumplan sus sueños y que, al igual que con sus obras, estén orgullosas de serlo.

Ella ama el arte. Ella ama ser mamá. Ella ama la docencia. Ella ama a su familia. Ella ama ser mujer... Ella es Cecilia Espinoza, una artista, madre y educadora creativa, nacida en la cuna verde con una vida plena, en la que comparte con sus seres queridos las pasiones que la completan como persona.

Cecilia nació en Calilegua, allí creció y junto con ella, la pasión por el arte. "Trato de vivir el arte, el dibujo, cada instante rodeada de colores" dice mientras recuerda cómo sus padres habían hecho de ella una amante de lo puramente creativo.

Cualquier raíz, piedra, corteza o madera es motivo suficiente para hacer lo que le apasiona. Y es que, dueña de una perspectiva diferente, ella logra el impacto que desea con cada una de sus obras originales. Las series que dió a luz, se vieron a través del tiempo, primero obteniendo el primer premio en el concurso de Frida Kahlo en 2012, luego fue el despliegue de religiosidad con un toque de naturaleza viva lo que se hizo visible en "Natividad, la cuna verde", después llegó "Alquimia" y la última, "Las Mamitas"; todas con un sentimiento noble, acaso lo que significa que el ser mujer y artista, se conjugue y se ofrezca en la expresión propia de la esencia de su lugar de origen, con sus tradiciones místicas pero sobre todo, con su familia y amigos.

"Mi familia siempre me acompaña, mi esposo, mis hijos... mucha de la inspiración que me motiva, proviene de mis vivencias con ellos" afirma esta creativa que aprende a vivir enseñando su pasión también desde las aulas.

Como docente de dos instituciones en la Escuela Bachiller de Calilegua y en la Escuela de Artes de Libertador General San Martín, Cecilia establece una gran conexión con sus alumnos, los acompaña y aconseja, como una mamá orgullosa de sus hijos.

"Ver los trabajos al finalizar el año o alguna exposición me da mucha felicidad, me da la posibilidad de crecer como docente pero sobre todo como persona" reflexiona Cecilia, una mujer que disfruta creando y ama lo que hace con todo su corazón. Pintar, dibujar, tallar o modelar son incentivos necesarios que completan la vida de esta artista cuyo día a día, es como un lienzo en blanco que termina con un colorido radiante. "Si se hace con pasión algo, sale mejor. El arte es mi forma de vida. Amo lo que hago" dice nuestra artista, que saludó a todas las mujeres en su día, anhelando que se cumplan sus sueños y que, al igual que con sus obras, estén orgullosas de serlo.