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En la fecha, "Jujuy habla de autismo"

Sabado, 02 de abril de 2016 01:30
AFICHE PROMOCIONANDO LA CITA.

A fin de recordar el Día Mundial de Concientización sobre el Autismo, la Fundación Sonrisas invitó a la comunidad a participar hoy, a las 18, de una jornada de difusión del trastorno denominada “Jujuy Habla de Autismo”. La actividad se concretará en la exestación del ferrocarril y habrá actividades informativas y espectáculos. La consigna para quienes asistan es participar con una prenda, vela o globo azul.

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A fin de recordar el Día Mundial de Concientización sobre el Autismo, la Fundación Sonrisas invitó a la comunidad a participar hoy, a las 18, de una jornada de difusión del trastorno denominada “Jujuy Habla de Autismo”. La actividad se concretará en la exestación del ferrocarril y habrá actividades informativas y espectáculos. La consigna para quienes asistan es participar con una prenda, vela o globo azul.

El presidente de la Fundación Sonrisas, Jorge Peñaloza, indicó que el autismo no distingue raza ni clase social, y por este motivo es importante que la comunidad se informe sobre el trastorno, y así colabore en la detección precoz de la patología.

La necesidad es que la sociedad cuenta con más información sobre el autismo, también radica en que las familias que tiene un integrante con el trastorno, necesitan de constante apoyo, tanto del Estado como de las obras sociales, las escuelas y de los mismos profesionales médicos.

Según Peñaloza, el principal desafío para quienes viven con autismo es la “aceptación de la discapacidad”. Peñaloza expresó que es un proceso doloroso que todos los padres transitan de diferente manera.

“Somos papás que necesitamos ayuda y a su vez tenemos que ayudar a nuestros hijos; este proceso se dificulta por la falta de información. En primer lugar de los pediatras”, dijo Peñaloza, quien explicó que al no estar capacitados los médicos, no se diagnostica rápidamente el síndrome y no tienen respuestas para todas las dudas a los que se enfrentan los padres cuando su hijo, por ejemplo, se aísla, no desarrolla el lenguaje, llora, no responde a su nombre y no mantiene contacto visual, entre otros síntomas.

“Cuando el tiempo pasa y los síntomas son muchos más notable, comenzamos a deambular por otros profesionales y nos encontramos con la culpa, y los reproches de por qué no se lo diagnosticó antes, y si no nos dábamos cuenta de que algo estaba mal”, expresó Peñaloza.

Una vez diagnosticado, el proceso tampoco deja de ser complicado, ya que los padres deben visitar centros especializados para encontrar equipos interdisciplinarios que traten el trastorno, y allí los turnos se entregan tardíamente o las obras sociales no los reconocen.