La máxima Corte de Brasil resolvió ayer postergar sin fecha, la resolución jurídica sobre la asunción del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva como jefe de gabinete de ministros de Dilma Rousseff, decisión que complica más la articulación política del gobierno frente al juicio político en contra de la mandataria, que comenzará a ser tratado en el Senado el próximo lunes.
El presidente del Supremo Tribunal Federal, Ricardo Lewandowski, dijo que una nueva fecha será anunciada "oportunamente", toda vez que ayer, día de sesión ordinaria de la corte, fue feriado en Brasil por el Día de Tiradentes.
La demora se debe, dijo un juez, se debe a que aún no se pudo analizar las objeciones de los partidos políticos.
El pedido para postergar la sesión fue hecho por el juez Teori Zavascki, quien argumentó que los partidos que formularon objeciones a la asunción de Lula presentaron recursos que no pudieron ser analizados aún.
Por lo tanto, sigue en vigencia la decisión cautelar del juez Gilmar Mendes, exfuncionario del gobierno de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) de suspender la designación de Lula por considerarla un "salvoconducto" para evitar ser investigado por el juez de primera instancia Sergio Moro y sí por el Supremo Tribunal Federal.
El único magistrado de la corte que se negó a dar consenso en la postergación fue Marco Aurelio Mello, quien afirmó que había que tratar la cuestión de Lula para "pacificar" el caso y que "necesita la voz del supremo tribunal".
El 18 de marzo, un día después de la asunción, el juez Mendes suspendió la decisión, en medio de una conmoción nacional porque el juez Moro decidió entregar a la prensa el audio de un diálogo entre Rousseff y el expresidente que formaba parte de la investigación sobre la relación de empresas constructoras y Lula.
La defensa de Lula esgrimió que existen todos los requisitos para asumir, ya que el expresidente no es "investigado ni procesado y mucho menos condenado". La próxima sesión ordinaria del Supremo Tribunal Federal es el próximo miércoles, cuando ya estará en marcha el trabajo de la comisión especial de juicio político contra Rousseff en el Senado, trámite que tiene muchas posibilidades de ser aprobado.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
La máxima Corte de Brasil resolvió ayer postergar sin fecha, la resolución jurídica sobre la asunción del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva como jefe de gabinete de ministros de Dilma Rousseff, decisión que complica más la articulación política del gobierno frente al juicio político en contra de la mandataria, que comenzará a ser tratado en el Senado el próximo lunes.
El presidente del Supremo Tribunal Federal, Ricardo Lewandowski, dijo que una nueva fecha será anunciada "oportunamente", toda vez que ayer, día de sesión ordinaria de la corte, fue feriado en Brasil por el Día de Tiradentes.
La demora se debe, dijo un juez, se debe a que aún no se pudo analizar las objeciones de los partidos políticos.
El pedido para postergar la sesión fue hecho por el juez Teori Zavascki, quien argumentó que los partidos que formularon objeciones a la asunción de Lula presentaron recursos que no pudieron ser analizados aún.
Por lo tanto, sigue en vigencia la decisión cautelar del juez Gilmar Mendes, exfuncionario del gobierno de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) de suspender la designación de Lula por considerarla un "salvoconducto" para evitar ser investigado por el juez de primera instancia Sergio Moro y sí por el Supremo Tribunal Federal.
El único magistrado de la corte que se negó a dar consenso en la postergación fue Marco Aurelio Mello, quien afirmó que había que tratar la cuestión de Lula para "pacificar" el caso y que "necesita la voz del supremo tribunal".
El 18 de marzo, un día después de la asunción, el juez Mendes suspendió la decisión, en medio de una conmoción nacional porque el juez Moro decidió entregar a la prensa el audio de un diálogo entre Rousseff y el expresidente que formaba parte de la investigación sobre la relación de empresas constructoras y Lula.
La defensa de Lula esgrimió que existen todos los requisitos para asumir, ya que el expresidente no es "investigado ni procesado y mucho menos condenado". La próxima sesión ordinaria del Supremo Tribunal Federal es el próximo miércoles, cuando ya estará en marcha el trabajo de la comisión especial de juicio político contra Rousseff en el Senado, trámite que tiene muchas posibilidades de ser aprobado.