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18 de Mayo,  Jujuy, Argentina
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Solidaria labor de "Payamigos" en los geriátricos

Viernes, 22 de abril de 2016 01:30
<div>APORTE SOLIDARIO / LOS PAYAMIGOS SE DEDICAN A CONTENER A QUIENES SUFREN Y ESTÁN SOLOS.</div><div>
Con el simple motivo de "querer hacer algo por los demás", hace algunos años atrás se creó en Jujuy "Payamigos", un grupo de jóvenes voluntarios que se reunieron para comenzar a sumar, de a poco, un granito de arena y contribuir con las personas más necesitadas de la comunidad.
Con el objeto de transformarse en verdaderos agentes de cambio social, decidieron enfocarse en el apoyo y acompañamiento de los adultos mayores que residen en geriátricos de la Capital, tratando de brindarles momentos de alegría, juego, recreación o simplemente escucharlos.
Vestidos de payasos, con trajes multicolores, pelucas y sus características narices rojas, los jóvenes voluntarios se organizan para visitar los distintos geriátricos y así "tratar de cambiar la realidad que viven cotidianamente los abuelos".
Actualmente la labor de Payamigos se replica en Tucumán, donde también se creó un grupo de voluntarios.
A lo largo de la semana visitan los geriátricos San Agustín de Bajo La Viña, San Francisco de calle Güemes, San Antonio de calle Patricias Argentinas, Villa Lusinia del barrio Los Perales, Santa Rita de barrio Norte y el Hogar Guillermón. En cada intervención proponen diversas actividades recreativas que estén al alcance de las capacidades de los adultos mayores teniendo en cuenta sus limitaciones por la edad y la situación que atraviesa cada uno.
Un sinfín de propuestas
A través del baile, el canto, la pintura, el dibujo y un sinfín de propuestas los chicos buscan alegrar las tardes de los abuelos, tratando de cambiar la rutina por una jornada diferente, alegre, colorida, de recreación y distensión que logra transportarlos a una realidad distinta a la que atraviesan.
Franco Sajama, Pablo Lamas y Hugo Argañaraz, son voluntarios del grupo "Payamigos" y explicaron que en cada "intervención", como ellos la denominan, tratan de ponerse a disposición de los abuelos, de hacer lo que ellos tengan ganas ya sea charlar, contarles su vida, sus historias, es decir tratan de brindarse para escucharlos y así conocerlos un poco más. "En principio vemos el estado del abuelo porque hay algunos que tienen Alzheimer, demencia senil, otros hablan pero no se les entiende y hay otros que directamente no quieren participar, no quieren salir de su habitación, entonces a partir de eso buscamos conocerlos, ver qué cosas les gustan hacer y a partir de eso les proponemos dibujar, pintar, cantar, bailar, leer la Biblia u otros libros o simplemente ver revistas".
Remarcaron que en las cosas más sencillas los abuelos sienten alegría. "A veces las abuelas les piden a las chicas que les pinten las uñas o tratamos de regalarles pulseritas, estampitas de santos, rosarios o un simple globo, incluso ponemos música en una radio porque en los detalles es donde ellos más se alegran", relataron.
Festejos en fechas clave
En ocasiones organizan festejos por el Día de la Madre, Día del Padre, Pascua, Navidad y en cada evento los Payamigos preparan cosas dulces para compartir y algunos obsequios, lo que a veces acompañan con grupos de música en vivo que se suman de forma desinteresada y que generan un verdadero clima festivo. "Algunas bandas de música nos colaboran y tocan para los abuelos y ahí es cuando la intervención es más linda porque los abuelos se divierten, piden canciones, bailan y eso es muy buenos porque los hace estar más activos y alegres", dijeron.
Señalaron que si bien son muchos los abuelos que residen en los hogares, tratan de dar un acompañamiento especial a aquellos que están solos o abandonados, dándoles cariño, conversando con ellos y sobre todo escuchándolos. "Muchos abuelos lloran, nos dicen que se quieren ir a su casa, nos cuentan sus historias, es por eso que desde lo poco tratamos de cambiar su realidad, transformar ese mundo gris que ellos tienen por uno lleno de colores, por eso nos vestimos de payasos".
A fin de cuentas, los tres coincidieron en que más que dar, son ellos los que reciben el cariño de los abuelos porque como dijeron "no hay nada más lindo que ver una sonrisa en la cara de un abuelo que estaba triste, eso es lo que más nos llena; la gente no conoce la realidad de los hogares de ancianos, no conocen lo que pasa, hay muchos abuelos abandonados, tristes, que la familia no los va a ver nunca, entonces alegrarles el día es nuestra mayor satisfacción".

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Con el simple motivo de "querer hacer algo por los demás", hace algunos años atrás se creó en Jujuy "Payamigos", un grupo de jóvenes voluntarios que se reunieron para comenzar a sumar, de a poco, un granito de arena y contribuir con las personas más necesitadas de la comunidad.
Con el objeto de transformarse en verdaderos agentes de cambio social, decidieron enfocarse en el apoyo y acompañamiento de los adultos mayores que residen en geriátricos de la Capital, tratando de brindarles momentos de alegría, juego, recreación o simplemente escucharlos.
Vestidos de payasos, con trajes multicolores, pelucas y sus características narices rojas, los jóvenes voluntarios se organizan para visitar los distintos geriátricos y así "tratar de cambiar la realidad que viven cotidianamente los abuelos".
Actualmente la labor de Payamigos se replica en Tucumán, donde también se creó un grupo de voluntarios.
A lo largo de la semana visitan los geriátricos San Agustín de Bajo La Viña, San Francisco de calle Güemes, San Antonio de calle Patricias Argentinas, Villa Lusinia del barrio Los Perales, Santa Rita de barrio Norte y el Hogar Guillermón. En cada intervención proponen diversas actividades recreativas que estén al alcance de las capacidades de los adultos mayores teniendo en cuenta sus limitaciones por la edad y la situación que atraviesa cada uno.
Un sinfín de propuestas
A través del baile, el canto, la pintura, el dibujo y un sinfín de propuestas los chicos buscan alegrar las tardes de los abuelos, tratando de cambiar la rutina por una jornada diferente, alegre, colorida, de recreación y distensión que logra transportarlos a una realidad distinta a la que atraviesan.
Franco Sajama, Pablo Lamas y Hugo Argañaraz, son voluntarios del grupo "Payamigos" y explicaron que en cada "intervención", como ellos la denominan, tratan de ponerse a disposición de los abuelos, de hacer lo que ellos tengan ganas ya sea charlar, contarles su vida, sus historias, es decir tratan de brindarse para escucharlos y así conocerlos un poco más. "En principio vemos el estado del abuelo porque hay algunos que tienen Alzheimer, demencia senil, otros hablan pero no se les entiende y hay otros que directamente no quieren participar, no quieren salir de su habitación, entonces a partir de eso buscamos conocerlos, ver qué cosas les gustan hacer y a partir de eso les proponemos dibujar, pintar, cantar, bailar, leer la Biblia u otros libros o simplemente ver revistas".
Remarcaron que en las cosas más sencillas los abuelos sienten alegría. "A veces las abuelas les piden a las chicas que les pinten las uñas o tratamos de regalarles pulseritas, estampitas de santos, rosarios o un simple globo, incluso ponemos música en una radio porque en los detalles es donde ellos más se alegran", relataron.
Festejos en fechas clave
En ocasiones organizan festejos por el Día de la Madre, Día del Padre, Pascua, Navidad y en cada evento los Payamigos preparan cosas dulces para compartir y algunos obsequios, lo que a veces acompañan con grupos de música en vivo que se suman de forma desinteresada y que generan un verdadero clima festivo. "Algunas bandas de música nos colaboran y tocan para los abuelos y ahí es cuando la intervención es más linda porque los abuelos se divierten, piden canciones, bailan y eso es muy buenos porque los hace estar más activos y alegres", dijeron.
Señalaron que si bien son muchos los abuelos que residen en los hogares, tratan de dar un acompañamiento especial a aquellos que están solos o abandonados, dándoles cariño, conversando con ellos y sobre todo escuchándolos. "Muchos abuelos lloran, nos dicen que se quieren ir a su casa, nos cuentan sus historias, es por eso que desde lo poco tratamos de cambiar su realidad, transformar ese mundo gris que ellos tienen por uno lleno de colores, por eso nos vestimos de payasos".
A fin de cuentas, los tres coincidieron en que más que dar, son ellos los que reciben el cariño de los abuelos porque como dijeron "no hay nada más lindo que ver una sonrisa en la cara de un abuelo que estaba triste, eso es lo que más nos llena; la gente no conoce la realidad de los hogares de ancianos, no conocen lo que pasa, hay muchos abuelos abandonados, tristes, que la familia no los va a ver nunca, entonces alegrarles el día es nuestra mayor satisfacción".

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