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Superclásico luchado pero con poco fútbol entre Boca y River

Lunes, 25 de abril de 2016 01:30
Boca Juniors y River Plate, ajenos a la lucha por el Campeonato de la Primera División, empataron sin goles en un superclásico intenso y con poco juego, pero con emociones hasta el final.
La expulsión de Pablo Pérez en Boca fue determinante en el desarrollo del partido, ya que el equipo de Guillermo Barros Schelotto jugó con un hombre menos desde los 12 minutos del primer tiempo. El partido se jugó en "La Bombonera" con el arbitraje de Darío Herrera.
El "millonario" no supo aprovechar la ventaja numérica y así el juego fue deslucido, pero batallado en "La Bombonera".
El comienzo, intenso, dejó en claro que Boca y River jamás juegan por nada. Lejos de la punta ambos en sus respectivas zonas, arrancaron como para dejar bien alta la chapa de un clásico que es único en el mundo. Presión de River, velocidad en los atacantes de Boca y las emociones a pleno. Llegó Boca con un desborde de Pavón y parecía que el gol estaba al caer, con River más preocupado por aquietar el juego que por atacar. El dispositivo del local era simple, con Gago como distribuidor, Jara y Pérez muy activos, Lodeiro como enganche, y Tevez con Pavón para llegar cerca de Barovero.
Hasta que a los 11 minutos llegaría la jugada que cambiaría el partido: un centro sobre el àrea "xeneize" obligó a la salida de Orión, quien fue embestido con fuerza por el colombiano Alvarez Balanta. La jugada estaba invalidada por el lìnea Gustavo Rossi, pero un desatento Pablo Pérez le propinó una patada sin pelota a Balanta y Boca se quedó con 10 jugadores.
A partir de ahí, Boca se replegó y River se hizo dueño de la pelota. Sin mucha profundidad, es cierto, pero con un D'Alessandro que mostraba todo su repertorio, el que tiene tanto de buen juego como de mañas para manejar el partido, bajo la mirada pasiva del àrbitro Herrera.
Todo se reclamaba a los gritos, todo a mil pulsaciones, con ritmo de superclásico aunque el juego no fuera el mejor en la segunda mitad del primer tiempo. Que terminó con otra baja sensible para Boca, sobre todo pensando en la Copa Libertadores, cuando Gago se tuvo que ir lesionado tras pisar mal, y no por falta de Alario como reclamó Boca.
La segunda etapa mostró características similares al primer tiempo, con Boca ocupado en cuidar los espacios como para que el jugador de menos que tenía no permitiera que su rival sacara ventajas con la posesión de la pelota. El equipo de Marcelo Gallardo volvió a acaparar la tenencia del balón, por Domingo y Mayada, pero sin generar jugadas de peligro, salvo un rebote que dio Orión y que Alonso, en posición adelantada bien cobrada por el línea Hernán Maidana, enviaba a la red. Dos llegadas con peligro para Barovero fueron gestadas por Pavón, aunque no pudieron ser conectadas por Jara ni Tevez.
Así se llegó al tramo final del partido, con tensión hasta el final, y con la idea del empate instalada en los dos: Boca no pudo más que lo que intentó con un jugador menos; y River no arriesgó todo lo que se suponía que podía hacerlo.
Boca, en la Zona 2, suma 18 unidades, trece menos que el líder Lanús, y en la próxima fecha jugará ante Argentinos Juniors en La Paternal, aunque el partido que acapara la atención xeneize será el del jueves en Asunción ante Cerro Porteño, por octavos de final de la Copa Libertadores.
Riiver, con 14 puntos en la Zona 1, a 10 de los punteros Godoy Cruz y San Lorenzo, recibirá a Velez por el torneo local, y también el jueves jugará por la Libertadores, ante Independiente del Valle en
Voces de los protagonistas en "La Bombonera"
El delantero de Boca Juniors, Carlos Tevez, se mostró conforme a pesar de la igualdad sin goles como local en el Superclásico contra River Plate, sobre todo porque disputaron 80 minutos con un futbolista menos por la expulsión de Pablo Pérez, y resaltó que el equipo "no se entregó nunca".
"En un encuentro así todo se complica con inferioridad numérica, pero por suerte respondimos de buena manera y no nos entregamos nunca", remarcó el punta.
Asimismo, se dejó ver ciertamente disconforme con Pérez, que le pegó una patada en el pecho al colombiano Eder Álvarez Balanta y los dejó casi todo el encuentro con 10 jugadores. "Es difícil hacer una evaluación del desarrollo del equipo porque nos quedamos con 10 hombres rápido aunque creo que hay que resaltar lo que corrimos y metimos", afirmó, confesando que se fue "feliz" por la entrega de sus otros compañeros y diferenció el desarrollo de este clásico en comparación al anterior, en el que también empataron en cero, ya que lo lucharon "como se debe". "No hubo situaciones claras, se dio un choque muy peleado en el mediocampo y el resultado fue justo", detalló.
Por su parte el volante de River Plate Andrés D'Alessandro aseguró que Boca se defendió "todo el segundo tiempo" y lamentó que no marcaran goles en el Superclásico que se disputó en La Bombonera.
"Nos quedamos con una sensación amarga porque podíamos haber ganado. Boca se defendió todo el segundo tiempo, tuvimos la pelota pero no pudimos hacer el gol", señaló D'Alessandro.
Para D'Alessandro, Boca Juniors, que finalizó con diez jugadores por la expulsión de Pablo Pérez (PT 11'), tenía "la obligación" de ganar el partido por su condición de local.
"Nos encontramos con uno más en los primeros minutos y desde ahí ellos salieron de contraataque. El campo no estaba bien, igual estaba mejor de lo que parecía, pero no del todo bien y eso nos molestó un poco", señaló el exvolante de Internacional de Porto Alegre, Brasil, remarcando que se fueron con un "gusto amargo" por no poder terminar festejando teniendo aquel jugador de más en el campo de juego.
"Para ganarlo"
El entrenador de River Plate, Marcelo Gallardo se lamentó por el empate sin goles registrado en la Bombonera ante un Boca Juniors que jugó 78 minutos con un hombre menos, porque "el partido estaba para ganarlo".
"El campo de juego era un desastre y fue complicado hacer nuestro juego. Por eso el partido se desdibujó desde el principio. Pero también es cierto que estuvimos buena parte del encuentro con un hombre de más, intentamos y lo quisimos ganar, pero no pudimos y por eso nos fuimos con un sabor amargo", admitió Gallardo luego de un Superclásico tan gris como la tarde de ayer.
"Manejamos la pelota, hicimos que Boca corra tras ella y se desgaste, pero no logramos desequilibrar en los últimos metros, porque no nos hicimos fuertes dentro del área", argumentó.
Después de esta descripción el "Muñeco" lanzó entonces su máxima del partido: "Nos vamos con bronca porque era un partido para ganarlo".
Y entonces se dedicó a analizar en el plano individual a dos futbolistas que vienen creciendo en sus producciones en los últimos partidos como Andrés D'Alessandro y Milton Casco.
"D'Alessandro está creciendo y demostrando su jerarquía, pero le faltó el socio que tiene para jugar como él sabe y es Ignacio Fernández", describió.
"Y en cuanto a Casco, está bien, solamente recibió un golpe en la tibia izquierda y podrá jugar por la Copa Libertadores el jueves en Ecuador", precisó.
El plantel riverplatense se reencontrará hoy a las 11 en el Monumental y viajará el miércoles por la mañana directamente a Quito, donde el próximo jueves enfrentará desde las 19.30 de Argentina (17.30 local) a Independiente del Valle, en los 2.850 metros de altura sobre el nivel del mar del estadio Atahualpa, de la capital ecuatoriana, en el marco de los octavos de final de la Copa Libertadores de América, donde el "millonario" defiende la corona que ganó con autoridad la temporada pasada venciendo en la final a Tigres de México y llegando luego al Mundial de Clubes.
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Boca Juniors y River Plate, ajenos a la lucha por el Campeonato de la Primera División, empataron sin goles en un superclásico intenso y con poco juego, pero con emociones hasta el final.
La expulsión de Pablo Pérez en Boca fue determinante en el desarrollo del partido, ya que el equipo de Guillermo Barros Schelotto jugó con un hombre menos desde los 12 minutos del primer tiempo. El partido se jugó en "La Bombonera" con el arbitraje de Darío Herrera.
El "millonario" no supo aprovechar la ventaja numérica y así el juego fue deslucido, pero batallado en "La Bombonera".
El comienzo, intenso, dejó en claro que Boca y River jamás juegan por nada. Lejos de la punta ambos en sus respectivas zonas, arrancaron como para dejar bien alta la chapa de un clásico que es único en el mundo. Presión de River, velocidad en los atacantes de Boca y las emociones a pleno. Llegó Boca con un desborde de Pavón y parecía que el gol estaba al caer, con River más preocupado por aquietar el juego que por atacar. El dispositivo del local era simple, con Gago como distribuidor, Jara y Pérez muy activos, Lodeiro como enganche, y Tevez con Pavón para llegar cerca de Barovero.
Hasta que a los 11 minutos llegaría la jugada que cambiaría el partido: un centro sobre el àrea "xeneize" obligó a la salida de Orión, quien fue embestido con fuerza por el colombiano Alvarez Balanta. La jugada estaba invalidada por el lìnea Gustavo Rossi, pero un desatento Pablo Pérez le propinó una patada sin pelota a Balanta y Boca se quedó con 10 jugadores.
A partir de ahí, Boca se replegó y River se hizo dueño de la pelota. Sin mucha profundidad, es cierto, pero con un D'Alessandro que mostraba todo su repertorio, el que tiene tanto de buen juego como de mañas para manejar el partido, bajo la mirada pasiva del àrbitro Herrera.
Todo se reclamaba a los gritos, todo a mil pulsaciones, con ritmo de superclásico aunque el juego no fuera el mejor en la segunda mitad del primer tiempo. Que terminó con otra baja sensible para Boca, sobre todo pensando en la Copa Libertadores, cuando Gago se tuvo que ir lesionado tras pisar mal, y no por falta de Alario como reclamó Boca.
La segunda etapa mostró características similares al primer tiempo, con Boca ocupado en cuidar los espacios como para que el jugador de menos que tenía no permitiera que su rival sacara ventajas con la posesión de la pelota. El equipo de Marcelo Gallardo volvió a acaparar la tenencia del balón, por Domingo y Mayada, pero sin generar jugadas de peligro, salvo un rebote que dio Orión y que Alonso, en posición adelantada bien cobrada por el línea Hernán Maidana, enviaba a la red. Dos llegadas con peligro para Barovero fueron gestadas por Pavón, aunque no pudieron ser conectadas por Jara ni Tevez.
Así se llegó al tramo final del partido, con tensión hasta el final, y con la idea del empate instalada en los dos: Boca no pudo más que lo que intentó con un jugador menos; y River no arriesgó todo lo que se suponía que podía hacerlo.
Boca, en la Zona 2, suma 18 unidades, trece menos que el líder Lanús, y en la próxima fecha jugará ante Argentinos Juniors en La Paternal, aunque el partido que acapara la atención xeneize será el del jueves en Asunción ante Cerro Porteño, por octavos de final de la Copa Libertadores.
Riiver, con 14 puntos en la Zona 1, a 10 de los punteros Godoy Cruz y San Lorenzo, recibirá a Velez por el torneo local, y también el jueves jugará por la Libertadores, ante Independiente del Valle en
Voces de los protagonistas en "La Bombonera"
El delantero de Boca Juniors, Carlos Tevez, se mostró conforme a pesar de la igualdad sin goles como local en el Superclásico contra River Plate, sobre todo porque disputaron 80 minutos con un futbolista menos por la expulsión de Pablo Pérez, y resaltó que el equipo "no se entregó nunca".
"En un encuentro así todo se complica con inferioridad numérica, pero por suerte respondimos de buena manera y no nos entregamos nunca", remarcó el punta.
Asimismo, se dejó ver ciertamente disconforme con Pérez, que le pegó una patada en el pecho al colombiano Eder Álvarez Balanta y los dejó casi todo el encuentro con 10 jugadores. "Es difícil hacer una evaluación del desarrollo del equipo porque nos quedamos con 10 hombres rápido aunque creo que hay que resaltar lo que corrimos y metimos", afirmó, confesando que se fue "feliz" por la entrega de sus otros compañeros y diferenció el desarrollo de este clásico en comparación al anterior, en el que también empataron en cero, ya que lo lucharon "como se debe". "No hubo situaciones claras, se dio un choque muy peleado en el mediocampo y el resultado fue justo", detalló.
Por su parte el volante de River Plate Andrés D'Alessandro aseguró que Boca se defendió "todo el segundo tiempo" y lamentó que no marcaran goles en el Superclásico que se disputó en La Bombonera.
"Nos quedamos con una sensación amarga porque podíamos haber ganado. Boca se defendió todo el segundo tiempo, tuvimos la pelota pero no pudimos hacer el gol", señaló D'Alessandro.
Para D'Alessandro, Boca Juniors, que finalizó con diez jugadores por la expulsión de Pablo Pérez (PT 11'), tenía "la obligación" de ganar el partido por su condición de local.
"Nos encontramos con uno más en los primeros minutos y desde ahí ellos salieron de contraataque. El campo no estaba bien, igual estaba mejor de lo que parecía, pero no del todo bien y eso nos molestó un poco", señaló el exvolante de Internacional de Porto Alegre, Brasil, remarcando que se fueron con un "gusto amargo" por no poder terminar festejando teniendo aquel jugador de más en el campo de juego.
"Para ganarlo"
El entrenador de River Plate, Marcelo Gallardo se lamentó por el empate sin goles registrado en la Bombonera ante un Boca Juniors que jugó 78 minutos con un hombre menos, porque "el partido estaba para ganarlo".
"El campo de juego era un desastre y fue complicado hacer nuestro juego. Por eso el partido se desdibujó desde el principio. Pero también es cierto que estuvimos buena parte del encuentro con un hombre de más, intentamos y lo quisimos ganar, pero no pudimos y por eso nos fuimos con un sabor amargo", admitió Gallardo luego de un Superclásico tan gris como la tarde de ayer.
"Manejamos la pelota, hicimos que Boca corra tras ella y se desgaste, pero no logramos desequilibrar en los últimos metros, porque no nos hicimos fuertes dentro del área", argumentó.
Después de esta descripción el "Muñeco" lanzó entonces su máxima del partido: "Nos vamos con bronca porque era un partido para ganarlo".
Y entonces se dedicó a analizar en el plano individual a dos futbolistas que vienen creciendo en sus producciones en los últimos partidos como Andrés D'Alessandro y Milton Casco.
"D'Alessandro está creciendo y demostrando su jerarquía, pero le faltó el socio que tiene para jugar como él sabe y es Ignacio Fernández", describió.
"Y en cuanto a Casco, está bien, solamente recibió un golpe en la tibia izquierda y podrá jugar por la Copa Libertadores el jueves en Ecuador", precisó.
El plantel riverplatense se reencontrará hoy a las 11 en el Monumental y viajará el miércoles por la mañana directamente a Quito, donde el próximo jueves enfrentará desde las 19.30 de Argentina (17.30 local) a Independiente del Valle, en los 2.850 metros de altura sobre el nivel del mar del estadio Atahualpa, de la capital ecuatoriana, en el marco de los octavos de final de la Copa Libertadores de América, donde el "millonario" defiende la corona que ganó con autoridad la temporada pasada venciendo en la final a Tigres de México y llegando luego al Mundial de Clubes.

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