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Lula acusa a Temer de buscar un golpe de Estado

Domingo, 03 de abril de 2016 01:30
BRASIL / LULA DA SILVA Y DILMA ROUSSEFF, DURANTE UN ACTO PARTIDARIO. 
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva cargó ayer contra el vicepresidente Michel Temer, al vincularlo por primera vez y en forma directa con el "golpismo" desencandenado para derrocar con un juicio político a la actual mandataria Dilma Rousseff.
"Yo he perdido muchas elecciones y quiero que (Michel) Temer aprenda sobre las elecciones. Temer es un profesor de Derecho y sabe que lo que están haciendo es un golpe, que este juicio político es un golpe. Es eso, el sabe que mañana le preguntarán sobre esto a sus hijos, a sus nietos, porque la forma más vergonzosa de llegar al poder es intentar derribar el mandato legal", afirmó Lula da Silva.
El expresidente habló ante miles de seguidores del Partido de los Trabajadores (PT) en la ciudad de Fortaleza, capital del estado de Ceará, noreste del país, antes de una semana clave, que será la conclusión de los trabajos de la comisión de juicio político de la Cámara de Diputados de Brasil a favor de elevar el juicio político por falta a la Ley de presupuesto de la presidente Dilma Rousseff, caso desencadenado ante un pedido hecho por la oposición.
Lula fue designado jefe de gabinete, pero no pudo asumir porque la oposición lo acusó de buscar obtener inmunidad.
El discurso de Lula en la Plaza do Ferreira de Fortaleza fue el primero que vincula directamente con la destitución de Rousseff a Temer, quien preside del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (Pmdb), y que el martes pasado rompió su alianza con el gobierno, luego de seis años acompañando a la fuerza oficialista.
Pese a su renuncia, Temer se mantuvo en el cargo y, lejos de analizar apartarse del Gobierno, prepara un plan: "Un Puente para el Futuro", conjuntamente con el Pmdb y parte del empresariado alineado con la oposición en caso de la caída de la mandataria.
Lula manifestó además que espera que el jueves próximo el Supremo Tribunal Federal apruebe finalmente su designación al frente de la Casa Civil, la jefatura de gabinete de ministros de Brasil, asunción que está suspendida desde el 17 de marzo pasado por una medida cautelar del juez de la máxima corte Gilmar Mendes, alineado abiertamente con la oposición.
Mendes entendió que la designación de Lula fue un "salvoconducto" para dejar de ser investigado por el juez Sérgio Moro y pasar a serlo de la alta corte, por tener fueros, y esa medida cautelar debe ser confirmada o ratificada por el pleno del tribunal.
Lula volvió a cargar contra la tesis de que el juicio político está basado en la Constitución, pero que las maniobras fiscales en el presupuesto no suponen "delito de responsabilidad" como para destituir a una presidenta.
"Nadie aquí cuestiona el impechment que está en la Constitución, pero Dilma no cometió delitos y ninguna irregularidad, por eso defender el juicio político hoy en Brasil es ser golpista", dijo Lula, quien volvió a citar a Temer y al dirigente del Pmdb ultraopositor Eduardo Conha, presidente de la Cámara de Diputados y procesado por corrupción, que permitió la apertura del proceso contra Rousseff.
Lula volvió a alinearse con Rousseff en denunciar un "clima de odio de quienes no respetan al voto popular que instaló a la presidenta" en las elecciones de octubre de 2014.
El expresidente en la mira de la Justicia
Lula es investigado por un apartamento y una chacra que habrían sido entregadas a cambio de “favores”
En otro tramo de su discurso emitido en la ciudad de Fortaleza, ante la mirada atenta de cientos de seguidores, el expresidente brasileño, Lula Da Silva, volvió a referirse a dos propiedades por las que fue obligado a declarar por el juez Sergio Moro, a raíz de sus vinculaciones con empresas constructoras que participaron de la red de sobornos y corrupción en Petrobras. “Ellos inventan que tengo (estas propiedades). Si esto fuera verdad estarían todos invitados”, sostuvo el exmandatario en tono irónico a la multitud.
Sin embargo, Lula no mencionó la nueva fase lanzada el viernes por la Operación Lava Jato del juez Moro, que vinculan el escándalo en Petrobras y sus derivaciones con el anterior escándalo del Partido de los Trabajadores (PT), el “mensalao”, y con el asesinato de Celso Daniel, exintendente de Santo André, en el Gran San Pablo, quien fue uno de los coordinadores de su campaña presidencial en el año 2002.
El juez Moro sospecha que hubo desvío de dinero de un crédito ficticio de un amigo de Lula preso en el caso Petrobras, el ganadero Juan Carlos Bumlai, para pagar una extorsión sobre la muerte de Daniel, operación por la que fue detenido el exsecretario general del PT Silvio Pereira.
El exgobernador de Ceará Cid Gomes presentó un pedido de juicio político contra Temer debido a que su partido está involucrado en los sobornos de Petrobras, decisión que el vicepresidente dijo que era un “plan orquestado al servicio de terceras personas”.
Cid Gomes fue ministro de Educación de Rousseff y su hermano, Ciro Gomes, es el candidato presidencial para 2018 del Partido Democrático Laborista (PDT), que se opone al juicio político de Rousseff y tiene como principal referencia al fallecido líder de la izquierda nacionalista Leonel Brizola.

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El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva cargó ayer contra el vicepresidente Michel Temer, al vincularlo por primera vez y en forma directa con el "golpismo" desencandenado para derrocar con un juicio político a la actual mandataria Dilma Rousseff.
"Yo he perdido muchas elecciones y quiero que (Michel) Temer aprenda sobre las elecciones. Temer es un profesor de Derecho y sabe que lo que están haciendo es un golpe, que este juicio político es un golpe. Es eso, el sabe que mañana le preguntarán sobre esto a sus hijos, a sus nietos, porque la forma más vergonzosa de llegar al poder es intentar derribar el mandato legal", afirmó Lula da Silva.
El expresidente habló ante miles de seguidores del Partido de los Trabajadores (PT) en la ciudad de Fortaleza, capital del estado de Ceará, noreste del país, antes de una semana clave, que será la conclusión de los trabajos de la comisión de juicio político de la Cámara de Diputados de Brasil a favor de elevar el juicio político por falta a la Ley de presupuesto de la presidente Dilma Rousseff, caso desencadenado ante un pedido hecho por la oposición.
Lula fue designado jefe de gabinete, pero no pudo asumir porque la oposición lo acusó de buscar obtener inmunidad.
El discurso de Lula en la Plaza do Ferreira de Fortaleza fue el primero que vincula directamente con la destitución de Rousseff a Temer, quien preside del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (Pmdb), y que el martes pasado rompió su alianza con el gobierno, luego de seis años acompañando a la fuerza oficialista.
Pese a su renuncia, Temer se mantuvo en el cargo y, lejos de analizar apartarse del Gobierno, prepara un plan: "Un Puente para el Futuro", conjuntamente con el Pmdb y parte del empresariado alineado con la oposición en caso de la caída de la mandataria.
Lula manifestó además que espera que el jueves próximo el Supremo Tribunal Federal apruebe finalmente su designación al frente de la Casa Civil, la jefatura de gabinete de ministros de Brasil, asunción que está suspendida desde el 17 de marzo pasado por una medida cautelar del juez de la máxima corte Gilmar Mendes, alineado abiertamente con la oposición.
Mendes entendió que la designación de Lula fue un "salvoconducto" para dejar de ser investigado por el juez Sérgio Moro y pasar a serlo de la alta corte, por tener fueros, y esa medida cautelar debe ser confirmada o ratificada por el pleno del tribunal.
Lula volvió a cargar contra la tesis de que el juicio político está basado en la Constitución, pero que las maniobras fiscales en el presupuesto no suponen "delito de responsabilidad" como para destituir a una presidenta.
"Nadie aquí cuestiona el impechment que está en la Constitución, pero Dilma no cometió delitos y ninguna irregularidad, por eso defender el juicio político hoy en Brasil es ser golpista", dijo Lula, quien volvió a citar a Temer y al dirigente del Pmdb ultraopositor Eduardo Conha, presidente de la Cámara de Diputados y procesado por corrupción, que permitió la apertura del proceso contra Rousseff.
Lula volvió a alinearse con Rousseff en denunciar un "clima de odio de quienes no respetan al voto popular que instaló a la presidenta" en las elecciones de octubre de 2014.
El expresidente en la mira de la Justicia
Lula es investigado por un apartamento y una chacra que habrían sido entregadas a cambio de “favores”
En otro tramo de su discurso emitido en la ciudad de Fortaleza, ante la mirada atenta de cientos de seguidores, el expresidente brasileño, Lula Da Silva, volvió a referirse a dos propiedades por las que fue obligado a declarar por el juez Sergio Moro, a raíz de sus vinculaciones con empresas constructoras que participaron de la red de sobornos y corrupción en Petrobras. “Ellos inventan que tengo (estas propiedades). Si esto fuera verdad estarían todos invitados”, sostuvo el exmandatario en tono irónico a la multitud.
Sin embargo, Lula no mencionó la nueva fase lanzada el viernes por la Operación Lava Jato del juez Moro, que vinculan el escándalo en Petrobras y sus derivaciones con el anterior escándalo del Partido de los Trabajadores (PT), el “mensalao”, y con el asesinato de Celso Daniel, exintendente de Santo André, en el Gran San Pablo, quien fue uno de los coordinadores de su campaña presidencial en el año 2002.
El juez Moro sospecha que hubo desvío de dinero de un crédito ficticio de un amigo de Lula preso en el caso Petrobras, el ganadero Juan Carlos Bumlai, para pagar una extorsión sobre la muerte de Daniel, operación por la que fue detenido el exsecretario general del PT Silvio Pereira.
El exgobernador de Ceará Cid Gomes presentó un pedido de juicio político contra Temer debido a que su partido está involucrado en los sobornos de Petrobras, decisión que el vicepresidente dijo que era un “plan orquestado al servicio de terceras personas”.
Cid Gomes fue ministro de Educación de Rousseff y su hermano, Ciro Gomes, es el candidato presidencial para 2018 del Partido Democrático Laborista (PDT), que se opone al juicio político de Rousseff y tiene como principal referencia al fallecido líder de la izquierda nacionalista Leonel Brizola.