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14 de Mayo,  Jujuy, Argentina
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Escuela Primaria 227, el corazón de Cusi Cusi

Viernes, 13 de mayo de 2016 01:30
PEQUEÑOS ARTISTAS / ALUMNOS DE LA ESCUELA DE CUSI CUSI OFRECEN UN RECIBIMIENTO MUSICAL.
En uno de los puntos más alejados de la Puna jujeña, en plena zona cordillerana, en el límite de la triple frontera con Chile y Bolivia, y a 4200 metros sobre el nivel del mar, se encuentra el pueblo de Cusi Cusi, comunidad en la que residen algunos unos pocos lugareños, quienes a pesar de la distancia y las difíciles condiciones de vida del lugar, conservan intacto ese amor por su terruño, y lo manifiestan a diario en sus costumbres, su trabajo y celebraciones.
Una parte esencial del pueblo se concentra en la Escuela Primaria Nº227 de jornada completa, institución a la que asisten cerca de 40 alumnos de la zona, ya que es una de las ultimas instituciones educativas rurales que subsiste en la frontera puneña. Como la definen sus propios docentes, "la escuela es el corazón del pueblo", ya que en ella se conservan preciados recuerdos de toda la comunidad, especialmente de la infancia de cientos de lugareños que pasaron por sus frías pero acogedoras aulas.
Según relataron, la histórica escuelita puneña fue creada en octubre del año 1943 y en principio funcionaba en una casa de familia, posteriormente a los cinco o seis años se empezó a construir el edificio escolar que funcionó primero con dos o tres aulas, una dirección, una cocina y, de a poco, con el paso de los años fue creciendo, se la fue mejorando con más aulas para poder dar respuesta a las demandas del pueblo que iba en expansión.
Eusebio Ciares, maestro de la escuela, relató que la gran mayoría de las modificaciones y ampliaciones que se lograron concretar en el edificio escolar pudieron hacerse realidad gracias a la colaboración desinteresada de los padres de los alumnos quienes, en conjunto con numerosas entidades y firmas comerciales impulsaron el desarrollo de la institución.
"En el momento de mayor auge la escuela llego a albergar a 180 alumnos, pero debido a la migración de numerosos pobladores, principalmente en busca de fuentes de trabajo, llevó a que hoy solo cuente con 42 estudiantes", dijo Ciares. A pesar de esta situación la comunidad educativa no baja los brazos y constantemente busca conservarla e impulsarla con refacciones en pos de mejorar la calidad de vida de los más pequeños.
Apoyo de Asociación Judicial
Si bien la institución permaneció durante muchos años sin un organismo que la apadrinara, hace cuatro años la Asociación de Mujeres Jueces de la Argentina les comunicó su deseo de ser madrina de la escuelita, a fin de colaborar en diversos aspectos.
Al respecto, Ester Rosales, otra docente de la escuela, explicó que esto se logró gracias al permanente contacto de los docentes con la Asociación Judicial de la provincia, entidad que desde 1987 colabora con la escuela de Cusi Cusi, contacto que se logró gracias a la intermediación de Eleuterio Mamaní y Anselmo Contreras, empleados del Poder Judicial. "Siempre hemos recibido una enorme colaboración por parte de la gente del Poder Judicial, es por eso que estamos muy agradecidos con ellos, con el doctor Arostegui,con José Manuel del Campo, Pablo Jerez, y especialmente con nuestras madrinas que estuvieron presentes en cada necesidad que tuvimos" señaló la docente.
En esta cadena de colaboradores también destacó la colaboración de Marisa Zuccolillo, funcionaria del Poder Judicial de La Plata con quien mantienen una estrecha relación. "Gracias a la doctora se logró hacer el piso de nuestra institución porque antes era de tierra; ella visitó un día Cusi Cusi y se enamoró de la escuela, tal es así que decidió volver y cuando lo hizo llevo una donación muy importante con la que se logró poner el piso a la institución y en agradecimiento a ella nuestro patio lleva el nombre de Rosario Szelagowski, hija de Marisa Zuccolillo, quien había fallecido hacia poco tiempo. Es una personas muy querida y muy especial para nosotros".
Finalmente agradecieron a numerosas firmas comerciales las cuales realizaron importantes donativos para la institución
Hoy, con 73 años de vida la escuela busca conservarse y seguir impulsándose en pos de los niños del pueblo, para continuar sembrando en ellos conocimientos y valores para su vida futura.
Tres días intensos
Las jornadas se iniciaron con la llegada de los animales para la exposición y la jura de admisión. Al día siguiente se produjo la llegada de las delegaciones y un desfile de las comunidades participantes en conjunto al acto principal.
Tras el corte de cintas comenzó la venta y trueque de los productos y artesanías. Por la tarde se realizaron concursos de comidas típicas de la zona, tejidos, licores y actividades recreativas como la cinchada y el concurso de hondas, como también la clasificación de los animales finalizando la jornada con la premiación de los propietarios y posterior velada artística y baile popular en el salón de la comunidad. Para finalizar el tercer día se entregaron los premios y se concretó el sorteo de la rifa organizada por la comisión, terminando la jornada e invitando a todas las comunidades a participar de la próxima edición en la que se festejará el vigésimo aniversario de la actividad.

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En uno de los puntos más alejados de la Puna jujeña, en plena zona cordillerana, en el límite de la triple frontera con Chile y Bolivia, y a 4200 metros sobre el nivel del mar, se encuentra el pueblo de Cusi Cusi, comunidad en la que residen algunos unos pocos lugareños, quienes a pesar de la distancia y las difíciles condiciones de vida del lugar, conservan intacto ese amor por su terruño, y lo manifiestan a diario en sus costumbres, su trabajo y celebraciones.
Una parte esencial del pueblo se concentra en la Escuela Primaria Nº227 de jornada completa, institución a la que asisten cerca de 40 alumnos de la zona, ya que es una de las ultimas instituciones educativas rurales que subsiste en la frontera puneña. Como la definen sus propios docentes, "la escuela es el corazón del pueblo", ya que en ella se conservan preciados recuerdos de toda la comunidad, especialmente de la infancia de cientos de lugareños que pasaron por sus frías pero acogedoras aulas.
Según relataron, la histórica escuelita puneña fue creada en octubre del año 1943 y en principio funcionaba en una casa de familia, posteriormente a los cinco o seis años se empezó a construir el edificio escolar que funcionó primero con dos o tres aulas, una dirección, una cocina y, de a poco, con el paso de los años fue creciendo, se la fue mejorando con más aulas para poder dar respuesta a las demandas del pueblo que iba en expansión.
Eusebio Ciares, maestro de la escuela, relató que la gran mayoría de las modificaciones y ampliaciones que se lograron concretar en el edificio escolar pudieron hacerse realidad gracias a la colaboración desinteresada de los padres de los alumnos quienes, en conjunto con numerosas entidades y firmas comerciales impulsaron el desarrollo de la institución.
"En el momento de mayor auge la escuela llego a albergar a 180 alumnos, pero debido a la migración de numerosos pobladores, principalmente en busca de fuentes de trabajo, llevó a que hoy solo cuente con 42 estudiantes", dijo Ciares. A pesar de esta situación la comunidad educativa no baja los brazos y constantemente busca conservarla e impulsarla con refacciones en pos de mejorar la calidad de vida de los más pequeños.
Apoyo de Asociación Judicial
Si bien la institución permaneció durante muchos años sin un organismo que la apadrinara, hace cuatro años la Asociación de Mujeres Jueces de la Argentina les comunicó su deseo de ser madrina de la escuelita, a fin de colaborar en diversos aspectos.
Al respecto, Ester Rosales, otra docente de la escuela, explicó que esto se logró gracias al permanente contacto de los docentes con la Asociación Judicial de la provincia, entidad que desde 1987 colabora con la escuela de Cusi Cusi, contacto que se logró gracias a la intermediación de Eleuterio Mamaní y Anselmo Contreras, empleados del Poder Judicial. "Siempre hemos recibido una enorme colaboración por parte de la gente del Poder Judicial, es por eso que estamos muy agradecidos con ellos, con el doctor Arostegui,con José Manuel del Campo, Pablo Jerez, y especialmente con nuestras madrinas que estuvieron presentes en cada necesidad que tuvimos" señaló la docente.
En esta cadena de colaboradores también destacó la colaboración de Marisa Zuccolillo, funcionaria del Poder Judicial de La Plata con quien mantienen una estrecha relación. "Gracias a la doctora se logró hacer el piso de nuestra institución porque antes era de tierra; ella visitó un día Cusi Cusi y se enamoró de la escuela, tal es así que decidió volver y cuando lo hizo llevo una donación muy importante con la que se logró poner el piso a la institución y en agradecimiento a ella nuestro patio lleva el nombre de Rosario Szelagowski, hija de Marisa Zuccolillo, quien había fallecido hacia poco tiempo. Es una personas muy querida y muy especial para nosotros".
Finalmente agradecieron a numerosas firmas comerciales las cuales realizaron importantes donativos para la institución
Hoy, con 73 años de vida la escuela busca conservarse y seguir impulsándose en pos de los niños del pueblo, para continuar sembrando en ellos conocimientos y valores para su vida futura.
Tres días intensos
Las jornadas se iniciaron con la llegada de los animales para la exposición y la jura de admisión. Al día siguiente se produjo la llegada de las delegaciones y un desfile de las comunidades participantes en conjunto al acto principal.
Tras el corte de cintas comenzó la venta y trueque de los productos y artesanías. Por la tarde se realizaron concursos de comidas típicas de la zona, tejidos, licores y actividades recreativas como la cinchada y el concurso de hondas, como también la clasificación de los animales finalizando la jornada con la premiación de los propietarios y posterior velada artística y baile popular en el salón de la comunidad. Para finalizar el tercer día se entregaron los premios y se concretó el sorteo de la rifa organizada por la comisión, terminando la jornada e invitando a todas las comunidades a participar de la próxima edición en la que se festejará el vigésimo aniversario de la actividad.

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