Las
banderas rastafari y el aroma dulce del
cannabis tomaron ayer la principal avenida de Santiago en la duodécima versión de "
Cultiva tus derechos", una marcha anual que reclama la despenalización del autocultivo y el fin de las políticas prohibicionistas en
Chile.
En un ambiente festivo, con cientos de banderas con los colores del movimiento rastafari (verde, amarillo y rojo) y bailando al son de tambores, miles de personas marchaban frente a La Moneda -sede del gobierno- en total armonía.
A lo largo del recorrido los manifestantes firmaron un documento que será entregado al gobierno de Michelle Bachelet en el que se pide el respeto "a los derechos humanos de los usuarios medicinales y recreativos", señalaron los organizadores.
El gobierno chileno admitió el año pasado la plantación y cosecha de casi 7 mil plantas de marihuana destinadas a la elaboración de un fitofármaco para patologías asociadas al cáncer y la epilepsia, y en los últimos meses sumó dos nuevos permisos.
Asimismo, un decreto de Bachelet del 2015 permitió el uso de cannabis, resina de cannabis, extractos y tinturas para la elaboración de productos farmacéuticos y adquirirlos de farmacias mediante receta médica.
En la misma línea que varios países de la región del sur de América Latina, la sociedad chilena debate las normas que deben regir el consumo de marihuana.
Las
banderas rastafari y el aroma dulce del
cannabis tomaron ayer la principal avenida de Santiago en la duodécima versión de "
Cultiva tus derechos", una marcha anual que reclama la despenalización del autocultivo y el fin de las políticas prohibicionistas en
Chile.
En un ambiente festivo, con cientos de banderas con los colores del movimiento rastafari (verde, amarillo y rojo) y bailando al son de tambores, miles de personas marchaban frente a La Moneda -sede del gobierno- en total armonía.
A lo largo del recorrido los manifestantes firmaron un documento que será entregado al gobierno de Michelle Bachelet en el que se pide el respeto "a los derechos humanos de los usuarios medicinales y recreativos", señalaron los organizadores.
El gobierno chileno admitió el año pasado la plantación y cosecha de casi 7 mil plantas de marihuana destinadas a la elaboración de un fitofármaco para patologías asociadas al cáncer y la epilepsia, y en los últimos meses sumó dos nuevos permisos.
Asimismo, un decreto de Bachelet del 2015 permitió el uso de cannabis, resina de cannabis, extractos y tinturas para la elaboración de productos farmacéuticos y adquirirlos de farmacias mediante receta médica.
En la misma línea que varios países de la región del sur de América Latina, la sociedad chilena debate las normas que deben regir el consumo de marihuana.