El español Albert Ramos, 55º de a ATP, se convirtió en la gran sorpresa de la actual edición de Roland Garros al derrotar ayer por los octavos de final al canadiense Milos Raonic, octavo favorito en París, en tres sets por 6-2, 6-4 y 6-4, en 2 horas y 20 minutos.
Ramos, zurdo de 28 años, nunca había superado la segunda ronda de un Grand Slam. En este Roland Garros accedió por primera vez a la tercera, a los octavos y ahora jugará entre los ocho mejores.
Ya habia dejado en el camino a los argentinos Horacio Zeballos, Marco Trungelliti, al estadounidense Jack Sock y ahora a Raonic, uno de los grandes nombres del circuito.
"Había perdido cuatro veces seguidas aquí (en Roland Garros), por lo que estoy muy contento, jugué un gran partido. Pienso que el día nublado me ayudado porque ha hecho la pista más lenta y me ha ayudado con el resto a parar su golpe más efectivo (el saque)", explicó Ramos.
Hasta ahora el gran momento de su carrera había sido su victoria ante Roger Federer, el año pasado en Shanghai.
"Fue un gran día, jugué muy sólido y acerté mucho con el primer saque, están siendo grandes días", añadió en inglés.
El español siguió su espectacular camino en el torneo en la Suzanne Lenglen con un temple impropio de un jugador que no está acostumbrado a los grandes escenarios.
"No sé por qué me están saliendo tan bien las cosas esta semana. No me lo esperaba", dijo a la prensa.
En las dos primeras mangas impuso su tenis regular y consistente ante un Raonic lejos de sus mejores actuaciones. Le rompió el saque en cinco ocasiones, mientras que el canadiense sólo hizo un break. "Está teniendo su mejor semana, se mueve muy bien, es muy eficaz", mencionó Raonic.
Los otros resultados que se generaron por los octavos de final fueron la victoria de Murray ante Isner (7-6; 6-4 y 6-3); la clasificación de Gasquet contra Nishikori (6-4; 6-2; 4-6 y 6-2) y el triunfo de Wawrinka versus Troicki (7-6; 6-7; 6-3; 6-3).
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El español Albert Ramos, 55º de a ATP, se convirtió en la gran sorpresa de la actual edición de Roland Garros al derrotar ayer por los octavos de final al canadiense Milos Raonic, octavo favorito en París, en tres sets por 6-2, 6-4 y 6-4, en 2 horas y 20 minutos.
Ramos, zurdo de 28 años, nunca había superado la segunda ronda de un Grand Slam. En este Roland Garros accedió por primera vez a la tercera, a los octavos y ahora jugará entre los ocho mejores.
Ya habia dejado en el camino a los argentinos Horacio Zeballos, Marco Trungelliti, al estadounidense Jack Sock y ahora a Raonic, uno de los grandes nombres del circuito.
"Había perdido cuatro veces seguidas aquí (en Roland Garros), por lo que estoy muy contento, jugué un gran partido. Pienso que el día nublado me ayudado porque ha hecho la pista más lenta y me ha ayudado con el resto a parar su golpe más efectivo (el saque)", explicó Ramos.
Hasta ahora el gran momento de su carrera había sido su victoria ante Roger Federer, el año pasado en Shanghai.
"Fue un gran día, jugué muy sólido y acerté mucho con el primer saque, están siendo grandes días", añadió en inglés.
El español siguió su espectacular camino en el torneo en la Suzanne Lenglen con un temple impropio de un jugador que no está acostumbrado a los grandes escenarios.
"No sé por qué me están saliendo tan bien las cosas esta semana. No me lo esperaba", dijo a la prensa.
En las dos primeras mangas impuso su tenis regular y consistente ante un Raonic lejos de sus mejores actuaciones. Le rompió el saque en cinco ocasiones, mientras que el canadiense sólo hizo un break. "Está teniendo su mejor semana, se mueve muy bien, es muy eficaz", mencionó Raonic.
Los otros resultados que se generaron por los octavos de final fueron la victoria de Murray ante Isner (7-6; 6-4 y 6-3); la clasificación de Gasquet contra Nishikori (6-4; 6-2; 4-6 y 6-2) y el triunfo de Wawrinka versus Troicki (7-6; 6-7; 6-3; 6-3).