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Hollande y Merkel buscan una Europa más unida

Lunes, 30 de mayo de 2016 01:30
HOMENAJE LOS MANDATARIOS DEPOSITAN FLORES EN EL CEMENTERIO CONSENVOYE
HOMENAJE LOS MANDATARIOS DEPOSITAN FLORES EN EL CEMENTERIO CONSENVOYE
El presidente de Francia, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, conmemoraron ayer el centenario de la sangrienta Batalla de Verdún durante la Primera Guerra Mundial, e hicieron un llamamiento conjunto a la unidad europea y el espíritu reconciliador del proyecto.
En el cementerio militar alemán de Consenvoye, ambos mandatarios recordaron bajo la lluvia y por varias horas a las víctimas de la batalla, que durante diez meses dejó a más de 300 mil soldados franceses y alemanes muertos en 1916.
"No nos separan más trincheras (...) Razonar únicamente en términos nacionales, nacionalistas, nos hace retroceder", señaló la canciller desde ese simbólico lugar del noreste de Francia.
La imagen de unidad del eje franco-alemán coincidió con un momento muy especial para la Unión Europea (UE), en el que se avistan incertidumbres, como el referéndum británico sobre la continuidad del Reino Unido en el bloque, la crisis de los refugiados y las dificultades económicas de la eurozona.
Este homenaje fue el escenario para hacer un llamamiento conjunto a la unidad europea y un rechazo a los nacionalismos.
"Todos fuimos víctimas de la obstinación, del nacionalismo, la ceguera y el fracaso político", remarcó Merkel.
En un momento crucial para el proyecto europeo como el referéndum británico para abandonar la UE, Hollande dijo: "La fuerza de la división y el repliegue está aquí de nuevo. Cultiva el miedo e incluso el odio, utilizando las debilidades, los errores que sin duda hay y denuncia a Europa como la causa del mal".
"Solo unidos podemos gestionar los desafíos del siglo XXI", redundó Merkel.
Como ya hicieron sus predecesores, François Mitterrand y Helmut Kohl, con la foto del histórico apretón de manos en 1984 en el mismo lugar, ayer Hollande y Merkel convirtieron Verdún en un "símbolo de la reconciliación franco-alemana", tras dos guerras mundiales en el siglo XX.
"Nuestro deber sagrado está escrito en el suelo arrasado de Verdún. Amemos nuestra patria, pero protejamos nuestra casa común" ante "las fuerzas de la división, del cierre y del repliegue", proclamó el mandatario francés.
Y apeló al espíritu de la solidaridad europea en la crisis de los miles de refugiados que intentan llegar al continente desde países como Siria, Eritrea o Irak.
"Francia y Alemania tienen la obligación de ayudar a las poblaciones que huyen de masacres", destacó Hollande junto a la canciller.
"Tenemos la responsabilidad de acoger a las poblaciones que huyen del drama y las masacres. Es lo que han hecho algunos países como Alemania" agregó en alabanza a su par.


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HOMENAJE LOS MANDATARIOS DEPOSITAN FLORES EN EL CEMENTERIO CONSENVOYE
El presidente de Francia, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, conmemoraron ayer el centenario de la sangrienta Batalla de Verdún durante la Primera Guerra Mundial, e hicieron un llamamiento conjunto a la unidad europea y el espíritu reconciliador del proyecto.
En el cementerio militar alemán de Consenvoye, ambos mandatarios recordaron bajo la lluvia y por varias horas a las víctimas de la batalla, que durante diez meses dejó a más de 300 mil soldados franceses y alemanes muertos en 1916.
"No nos separan más trincheras (...) Razonar únicamente en términos nacionales, nacionalistas, nos hace retroceder", señaló la canciller desde ese simbólico lugar del noreste de Francia.
La imagen de unidad del eje franco-alemán coincidió con un momento muy especial para la Unión Europea (UE), en el que se avistan incertidumbres, como el referéndum británico sobre la continuidad del Reino Unido en el bloque, la crisis de los refugiados y las dificultades económicas de la eurozona.
Este homenaje fue el escenario para hacer un llamamiento conjunto a la unidad europea y un rechazo a los nacionalismos.
"Todos fuimos víctimas de la obstinación, del nacionalismo, la ceguera y el fracaso político", remarcó Merkel.
En un momento crucial para el proyecto europeo como el referéndum británico para abandonar la UE, Hollande dijo: "La fuerza de la división y el repliegue está aquí de nuevo. Cultiva el miedo e incluso el odio, utilizando las debilidades, los errores que sin duda hay y denuncia a Europa como la causa del mal".
"Solo unidos podemos gestionar los desafíos del siglo XXI", redundó Merkel.
Como ya hicieron sus predecesores, François Mitterrand y Helmut Kohl, con la foto del histórico apretón de manos en 1984 en el mismo lugar, ayer Hollande y Merkel convirtieron Verdún en un "símbolo de la reconciliación franco-alemana", tras dos guerras mundiales en el siglo XX.
"Nuestro deber sagrado está escrito en el suelo arrasado de Verdún. Amemos nuestra patria, pero protejamos nuestra casa común" ante "las fuerzas de la división, del cierre y del repliegue", proclamó el mandatario francés.
Y apeló al espíritu de la solidaridad europea en la crisis de los miles de refugiados que intentan llegar al continente desde países como Siria, Eritrea o Irak.
"Francia y Alemania tienen la obligación de ayudar a las poblaciones que huyen de masacres", destacó Hollande junto a la canciller.
"Tenemos la responsabilidad de acoger a las poblaciones que huyen del drama y las masacres. Es lo que han hecho algunos países como Alemania" agregó en alabanza a su par.