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Hoy, Día Mundial Sin Tabaco

Martes, 31 de mayo de 2016 01:30
El aumento del precio del tabaco desincentiva el consumo y retarda el inicio del hábito de fumar, por lo que continuar con un incremento del precio es una medida político-
sanitaria de gran efectividad, aseguraron especialistas al conmemorarse hoy el Día Mundial Sin Tabaco.
"Cuando aumentan los impuestos baja el consumo, esto ha sido así siempre. La ventaja no sólo radica en que la gente compra y fuma menos, sino que el mayor impacto se produce en los más jóvenes, quienes no tienen dinero para comprar, entonces retarda el inicio del consumo", explicó Guillermo Espinosa, de la Asociación Argentina de Tabacología.
"Argentina se encuentra muy distante de los precios que manejan países de Europa, por ejemplo, donde el paquete de cigarrillos es un elemento suntuoso", continuó.
En el mismo sentido, la Sociedad Argentina de Cardiología y la Fundación Cardiológica Argentina emitieron un comunicado en el que solicitaron la sanción de una ley nacional que "garantice la continuidad del incremento de impuestos internos a los cigarrillos, establecido por Decreto 626/2016 el pasado 2 de mayo y que tendrá vigencia hasta diciembre de 2016".
En marzo de 2015, el precio promedio de un paquete de 20 cigarrillos era de $ 25,47. El decreto del Gobierno nacional estableció un aumento de impuestos internos a los cigarrillos del 60 al 75 por ciento, lo que generó un incremento de los precios de los cigarrillos de alrededor del 50 por ciento.
Además de aumentar los precios de todos los productos y de reducir la brecha entre distintas marcas, las sociedades científicas proponen establecer ajustes periódicos programados sobre un impuesto específico.
Por otra parte, las entidades le reclaman al Gobierno la implementación de una política activa de control y fiscalización por parte del Estado.
Las organizaciones solicitaron al Estado que ratifiquen el Convenio Marco para el Control del Tabaco de la OMS, en el cual los aumentos de impuestos a los productos de tabaco fueron reconocidos como una de las medidas más efectivas para desalentar el consumo y evitar que los jóvenes comiencen a fumar.
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El aumento del precio del tabaco desincentiva el consumo y retarda el inicio del hábito de fumar, por lo que continuar con un incremento del precio es una medida político-
sanitaria de gran efectividad, aseguraron especialistas al conmemorarse hoy el Día Mundial Sin Tabaco.
"Cuando aumentan los impuestos baja el consumo, esto ha sido así siempre. La ventaja no sólo radica en que la gente compra y fuma menos, sino que el mayor impacto se produce en los más jóvenes, quienes no tienen dinero para comprar, entonces retarda el inicio del consumo", explicó Guillermo Espinosa, de la Asociación Argentina de Tabacología.
"Argentina se encuentra muy distante de los precios que manejan países de Europa, por ejemplo, donde el paquete de cigarrillos es un elemento suntuoso", continuó.
En el mismo sentido, la Sociedad Argentina de Cardiología y la Fundación Cardiológica Argentina emitieron un comunicado en el que solicitaron la sanción de una ley nacional que "garantice la continuidad del incremento de impuestos internos a los cigarrillos, establecido por Decreto 626/2016 el pasado 2 de mayo y que tendrá vigencia hasta diciembre de 2016".
En marzo de 2015, el precio promedio de un paquete de 20 cigarrillos era de $ 25,47. El decreto del Gobierno nacional estableció un aumento de impuestos internos a los cigarrillos del 60 al 75 por ciento, lo que generó un incremento de los precios de los cigarrillos de alrededor del 50 por ciento.
Además de aumentar los precios de todos los productos y de reducir la brecha entre distintas marcas, las sociedades científicas proponen establecer ajustes periódicos programados sobre un impuesto específico.
Por otra parte, las entidades le reclaman al Gobierno la implementación de una política activa de control y fiscalización por parte del Estado.
Las organizaciones solicitaron al Estado que ratifiquen el Convenio Marco para el Control del Tabaco de la OMS, en el cual los aumentos de impuestos a los productos de tabaco fueron reconocidos como una de las medidas más efectivas para desalentar el consumo y evitar que los jóvenes comiencen a fumar.

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