Creadora de la Fundación Darlocab, trabaja para sacar a los niños de las calles, brindándoles un espacio de contención permanente. Habla sobre el consumo de drogas y la problemática del paco que cada vez está más presente en nuestros barrios y la importancia dela familia para hacerle frente.
inicia sesión o regístrate.
Creadora de la Fundación Darlocab, trabaja para sacar a los niños de las calles, brindándoles un espacio de contención permanente. Habla sobre el consumo de drogas y la problemática del paco que cada vez está más presente en nuestros barrios y la importancia dela familia para hacerle frente.
¿Cuál es su visión de lo que sucede en Jujuy en relación al consumo de estupefacientes?
Lamentablemente nuestra provincia no está ajena a este flagelo que es tan amplio y que tiene tantos factores que no podemos hacerle frente. Los barrios más humildes son los que están mássumergidos en este problema porque la misma necesidad, la pobreza los lleva a esto, a consumir y a vender. Tanto hombres como mujeres y más preocupante aún es que niños desde muy corta edad empiezan a entrar a este mundo.
¿Qué es lo que lleva a los niños a sumergirse en este mundo?
La falta de contención familiar. Cuando los chicos se quedan solos, cuando no tienen con quien hablar, cuando no tiene quién los guie o quién los escuche, desgraciadamente van tomando otro rumbo, empiezan a conocer otro tipo de personas quizás más grandes que ellos y que los van llevando por este camino, empiezan a cobijarse en ellos por la ausencia de los padres y terminan probando. El gran problema que existe es la falta de control o conocimiento de los padres acerca de las cosas que hacen sus hijos o de las amistades que tienen.
Con respecto al paco, ¿cómo es la situación en la provincia?
Desgraciadamente el paco en Jujuy existe y muchas madres ya están peleando por sus hijos porque desde los 9 ó 10 años ya están con el paco. Lamentablemente no tenemos estadísticas que nos den cuenta de la cantidad de casos que hay, pero hay muchos chicos que ya son adictos al paco. Vemos permanentemente chicos, incluso niños, que están en la calle en muy mal estado por consumir esta droga, pero desgraciadamente aquí no tenemos las herramientas para luchar contra esto. Tenemos dos centros que no sabemos si funcionan o no, y que no cuentan con la atención necesaria porque no tienen un seguimiento de los chicos que pasan por ahí. No sacamos nada con mandar a los chicos a otras provincias a rehabilitarse porque cuando salen de alta, vuelven a Jujuy y acá no tenemos dónde ubicarlos, entonces vuelven a la junta, al lugar donde empezaron a consumir y la consecuencia es peor porque se hace más difícil volver a sacarlos de las calles. Además, esto es algo que afecta no sólo al que consume sino a su entorno, a su familia.
¿Qué es lo que hace falta en la provincia para dar pelea a esta problemática?
Pienso que esta problemática es tan grave que hay que accionar ya, no esperar que pase lo que pasó en Buenos Aires que murieron cinco jóvenes en una fiesta, donde vendían droga y nadie controló esto. Y en nuestra provincia pasa lo mismo porque nosotros no visitamos las noches, no hay controles dentro de los locales bailables. Por eso tiene que haber un operativo nocturno para saber qué es lo que se consume en los boliches, qué es lo que se vende, qué cantidad de chicos asisten, de qué edad y qué es lo que hacen después de las fiestas, porque si bien es cierto los locales cierran a las 4, los chicos llegan a sus casas a las 10. Entonces hay que saber qué pasa en ese transcurso. Sucede que en Jujuy se sabe de esta problemática que cada vez sigue creciendo pero nadie toma una decisión firme sobre lo que hay que hacer. Incluso y lo más grave, es que sabemos perfectamente cuáles son los lugares que venden, los "quioscos" pero no se toman las medidas que corresponden.
¿También hacen falta campañas de concientización?
Sí, por supuesto pero principalmente hace falta un trabajo de concientización en las familias y en las escuelas, que es donde los niños se forman. Este es un tema muy complejo que abarca muchos aspectos y la escuela, como formadora, tiene que tratar estos temas para que los chicos aprendan las consecuencias de las drogas porque si no lo hacen los chicos salen ciegos y por ejemplo, cuandoingresan a la secundaria a veces les toca estar con chicos más grandes y ahí viene desgraciadamente el error, el chico va a querer probar nuevas cosas por quedar bien o por formar parte de un grupo. Ahí también es fundamental el papel de la familia, porque si al niño no se lo habla desde chico, no va a estar preparado para estas situaciones. Todo parte de la casa, del apoyo y el acompañamiento de los padres. Como padres tenemos la obligación de hablar a nuestros hijos desde muy chiquitos, aclararles lo que se toca y lo que no, lo que se hace y lo que no, poner los límites y no decir confío. Nosotros somos los que tenemos que velar por nuestros hijos hasta último momento porque somos la única guardia que tienen. Tenemos que acompañarlos y no abandonarlos, enseñarles y tener el aguante suficiente para que puedan recuperarse.