Con sus cuerpos lastimados, los cardones quebradeños muestras sus llagas tras una vida larga en que se sostienen sobre los faldeos de nuestros cerros. Recientemente, con base en la histórica Posta de Hornillos, alumnos de escuelas de la región le dedicaron el día a quitarles los claveles del aire, una de las plagas que, junto a la humana, parecen querer empujarlos al ocaso.
En el encuentro, que comenzó con un acto protocolar, comenzamos por conversar con María Inés Zigarán, ministra de Medio Ambiente, quien manifestó que "con la Comisión Municipal de Maimará, el Área de Desarrollo Sustentable del Ministerio y buena parte de la comunidad educativa de Huacalera, Tilcara y Maimará, estamos buscando sostener los valores ancestrales que han permitido mantener muchos recursos naturales".
Describió así "el trabajo de remediación de los cardones que están realizando hoy los chicos en los alrededores de la Posta, donde hay una problemática ya estructural de una planta parásita que los está afectando. Junto con el ingeniero Jorge Cruz, vienen trabajando desde hace unos años tanto en la Quebrada como en la Puna, también con un cactus de Yavi, que es nativo de la región y que es necesario preservar".
Zigarán enmarcó estas acciones dentro de "la política pública de Jujuy Verde, lo cual no es una decisión nuestra sino un construcción colectiva de muchos años y una demanda de todos los sectores. Por eso pensamos que la política ambiental debe ser jerarquizada, y en ese sentido estamos trabajando con las Comisiones Municipales y los Municipios realizando un trabajo de articulación en diversas materias, particularmente en materia de residuos".
Jorge Cruz habló específicamente del trabajo con los cardones, al señalar que "es un programa que se inicia en el 2009, viendo la manera de cuidar esta especie. Este trabajo tiene varias líneas, como la de la inserción en las escuelas, así como el trabajo técnico sobre su problemática, sobre todo la del clavel del aire. Lo que se busca es tratar de frenar este avance porque un cardón puede crecer a razón aproximada de cincuenta años por metro, y con esta enfermedad se termina secando en menos de cinco años".
Explicó que "esta acción localizada en Hornillos es muy importante porque es un centro de dispersión de la plaga. Cuando este clavel del aire empieza a largar semilla, en el mes de setiembre, la corriente de aire las va llevando hacia el norte, por eso hay que frenarlo acá, lo que ayudaría a disminuir la infección en toda la región. Así como el hombre genera un impacto negativo, ahora también puede trabajar para revertir esta situación".
La herramienta que se utilizó para la extracción de los claveles del aire, es creación de alumnos de la Escuela de Educación Técnica Manuel Belgrano, de Maimará, quienes la han diseñado y, según explicó Cruz, "funciona muy bien porque sirve para arrancarlo sin hacer daño al cardón".
Abigail Robles, encargada del Área de Medio Ambiente de Maimará, habló del "intento de trabajar en el tema como una intermunicipal entre las localidades del departamento de Tilcara. En ese marco buscamos también disminuir la cantidad de basura. La propuesta de limpieza de cardones fue muy bien recibida por las escuelas de Huacalera, Tilcara y Maimará, y esperamos poder repetir esta jornada, pero ya en otros lugares del departamento".
Los embates de la naturaleza que se intentan contrarrestar
Los cardones han sufrido en los últimos años embates de la naturaleza, representados en el clavel del aire y la presencia de orugas.
"El planteo es trabajar en plan para posicionar la problemática del clavel del aire sobre el cardón de la Quebrada de Humahuaca", precisó el ingeniero agrónomo Alejandro Cruz en una entrevista concedida a nuestro matutino en 2013. El especialista se refería a la maleza epífita cuyo nombre científico es "Tillandsia spp" que usa al cardón y compite con él por la luz, debilitándolo y haciéndolo pasible a enfermedades fúngicas e insectos que lo terminan secando. El cactus, cuyo nombre científico es Trichocereus atacamensis, suele encontrarse en la zona de pre puna que corresponde a la Quebrada de Humahuaca y es una de las plantas más representativas de esa región fitogeográfica. Es una planta perenne carnosa, de color verde, de espinos y con flores de color blanco. Puede alcanzar los diez metros de altura, y sus muchas agujas espinosas tienen entre 4 a 14 centímetros de longitud. Suele ser utilizado en artículos en carpintería, ebanistería, artículos regionales, cuyos frutos son comestibles y las espinas se utilizan como agujas.
Un estudio del Instituto de Biología de Altura se centró en el Pucará de Tilcara halló gran cantidad de insectos asociados, una chinche foliada de los cactus succionadora de savia, cascarudos, trips, hormigas que buscan refugio allí, cochinilla que está protegida de la desecación y de otros insectos por una sustancia cerosa, dándole un aspecto blanquecino. Sin embargo, el corte para madera de individuos más grandes o su muerte por caída, significa que debe ser preservado y adecuar acciones para ello.
Las orugas estudiadas desde 1999 aún no han logrado controlarse pese al monitoreo que se hizo.
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Con sus cuerpos lastimados, los cardones quebradeños muestras sus llagas tras una vida larga en que se sostienen sobre los faldeos de nuestros cerros. Recientemente, con base en la histórica Posta de Hornillos, alumnos de escuelas de la región le dedicaron el día a quitarles los claveles del aire, una de las plagas que, junto a la humana, parecen querer empujarlos al ocaso.
En el encuentro, que comenzó con un acto protocolar, comenzamos por conversar con María Inés Zigarán, ministra de Medio Ambiente, quien manifestó que "con la Comisión Municipal de Maimará, el Área de Desarrollo Sustentable del Ministerio y buena parte de la comunidad educativa de Huacalera, Tilcara y Maimará, estamos buscando sostener los valores ancestrales que han permitido mantener muchos recursos naturales".
Describió así "el trabajo de remediación de los cardones que están realizando hoy los chicos en los alrededores de la Posta, donde hay una problemática ya estructural de una planta parásita que los está afectando. Junto con el ingeniero Jorge Cruz, vienen trabajando desde hace unos años tanto en la Quebrada como en la Puna, también con un cactus de Yavi, que es nativo de la región y que es necesario preservar".
Zigarán enmarcó estas acciones dentro de "la política pública de Jujuy Verde, lo cual no es una decisión nuestra sino un construcción colectiva de muchos años y una demanda de todos los sectores. Por eso pensamos que la política ambiental debe ser jerarquizada, y en ese sentido estamos trabajando con las Comisiones Municipales y los Municipios realizando un trabajo de articulación en diversas materias, particularmente en materia de residuos".
Jorge Cruz habló específicamente del trabajo con los cardones, al señalar que "es un programa que se inicia en el 2009, viendo la manera de cuidar esta especie. Este trabajo tiene varias líneas, como la de la inserción en las escuelas, así como el trabajo técnico sobre su problemática, sobre todo la del clavel del aire. Lo que se busca es tratar de frenar este avance porque un cardón puede crecer a razón aproximada de cincuenta años por metro, y con esta enfermedad se termina secando en menos de cinco años".
Explicó que "esta acción localizada en Hornillos es muy importante porque es un centro de dispersión de la plaga. Cuando este clavel del aire empieza a largar semilla, en el mes de setiembre, la corriente de aire las va llevando hacia el norte, por eso hay que frenarlo acá, lo que ayudaría a disminuir la infección en toda la región. Así como el hombre genera un impacto negativo, ahora también puede trabajar para revertir esta situación".
La herramienta que se utilizó para la extracción de los claveles del aire, es creación de alumnos de la Escuela de Educación Técnica Manuel Belgrano, de Maimará, quienes la han diseñado y, según explicó Cruz, "funciona muy bien porque sirve para arrancarlo sin hacer daño al cardón".
Abigail Robles, encargada del Área de Medio Ambiente de Maimará, habló del "intento de trabajar en el tema como una intermunicipal entre las localidades del departamento de Tilcara. En ese marco buscamos también disminuir la cantidad de basura. La propuesta de limpieza de cardones fue muy bien recibida por las escuelas de Huacalera, Tilcara y Maimará, y esperamos poder repetir esta jornada, pero ya en otros lugares del departamento".
Los embates de la naturaleza que se intentan contrarrestar
Los cardones han sufrido en los últimos años embates de la naturaleza, representados en el clavel del aire y la presencia de orugas.
"El planteo es trabajar en plan para posicionar la problemática del clavel del aire sobre el cardón de la Quebrada de Humahuaca", precisó el ingeniero agrónomo Alejandro Cruz en una entrevista concedida a nuestro matutino en 2013. El especialista se refería a la maleza epífita cuyo nombre científico es "Tillandsia spp" que usa al cardón y compite con él por la luz, debilitándolo y haciéndolo pasible a enfermedades fúngicas e insectos que lo terminan secando. El cactus, cuyo nombre científico es Trichocereus atacamensis, suele encontrarse en la zona de pre puna que corresponde a la Quebrada de Humahuaca y es una de las plantas más representativas de esa región fitogeográfica. Es una planta perenne carnosa, de color verde, de espinos y con flores de color blanco. Puede alcanzar los diez metros de altura, y sus muchas agujas espinosas tienen entre 4 a 14 centímetros de longitud. Suele ser utilizado en artículos en carpintería, ebanistería, artículos regionales, cuyos frutos son comestibles y las espinas se utilizan como agujas.
Un estudio del Instituto de Biología de Altura se centró en el Pucará de Tilcara halló gran cantidad de insectos asociados, una chinche foliada de los cactus succionadora de savia, cascarudos, trips, hormigas que buscan refugio allí, cochinilla que está protegida de la desecación y de otros insectos por una sustancia cerosa, dándole un aspecto blanquecino. Sin embargo, el corte para madera de individuos más grandes o su muerte por caída, significa que debe ser preservado y adecuar acciones para ello.
Las orugas estudiadas desde 1999 aún no han logrado controlarse pese al monitoreo que se hizo.