Otros dos insurgentes fueron arrestados en la misma operación el viernes en la zona de Gamboru Ngala, en el estado de Borno, según el portavoz Sani Usman.
Las tropas recuperaron numerosas armas, municiones y material para fabricar explosivos que se encontraba en manos de los terroristas.
Según el vocero, Boko Haram supone una amenaza constante para las comunidades del noreste del país y lanzó nuevos ataques en los países vecinos de Chad, Níger y Camerún.
El objetivo del grupo es instaurar un Estado religioso donde impere una estricta interpretación de la Sharía o ley islámica.
Desde 2009 al menos 14 mil personas murieron a manos de los fundamentalistas sunitas en Nigeria, Chad, Camerún y Níger.
Según la ONU, 2,7 millones de personas de la región abandonaron sus hogares huyendo de la violencia de Boko Haram.
El último ataque del grupo terrorista contra la localidad nigerina de Bosso, en la frontera con Nigeria, ha provocado unos 50 mil desplazados, a los que se suman varios miles más que huyeron de sus hogares tras ataques anteriores registrados el 3 y el 5 de junio.
inicia sesión o regístrate.
Otros dos insurgentes fueron arrestados en la misma operación el viernes en la zona de Gamboru Ngala, en el estado de Borno, según el portavoz Sani Usman.
Las tropas recuperaron numerosas armas, municiones y material para fabricar explosivos que se encontraba en manos de los terroristas.
Según el vocero, Boko Haram supone una amenaza constante para las comunidades del noreste del país y lanzó nuevos ataques en los países vecinos de Chad, Níger y Camerún.
El objetivo del grupo es instaurar un Estado religioso donde impere una estricta interpretación de la Sharía o ley islámica.
Desde 2009 al menos 14 mil personas murieron a manos de los fundamentalistas sunitas en Nigeria, Chad, Camerún y Níger.
Según la ONU, 2,7 millones de personas de la región abandonaron sus hogares huyendo de la violencia de Boko Haram.
El último ataque del grupo terrorista contra la localidad nigerina de Bosso, en la frontera con Nigeria, ha provocado unos 50 mil desplazados, a los que se suman varios miles más que huyeron de sus hogares tras ataques anteriores registrados el 3 y el 5 de junio.