LIBERTADOR (Corresponsal). El escultor Ernesto Gerrard es el autor del monumento al general José de San Martín ubicado en la plaza central de esta ciudad. Nacido en Jujuy, su familia vivió en un inmueble de la calle Belgrano de San Salvador de Jujuy. En una entrevista con nuestro diario recordó que cuando regresó de estudiar en Buenos Aires su tío Enrique Marghetti le ofreció la posibilidad de trabajar en la construcción de la Sala de Calilegua. Es casualmente que a través de este trabajo que conoce, realizando compras de materiales en la ferretería, a Antonio Álvarez quién al enterarse de los trabajos que estaba realizando le propuso la obra del monumento.
El artista dijo que además del monumento al general San Martín realizó las obras de las fuentes que también se encuentran en la plaza; en una de ellas, donde dos menores juntan agua, la figura de uno de los niños es la de su hijo Cristian.
El monumento al Padre de la patria en esta ciudad difiere mucho a las existentes en otras provincias o países, en su mayoría se lo puede ver al general San Martín montado a caballo, sentado y en pocas ciudades se lo encuentra parado.
Explicó que la obra siempre estuvo condicionada, que al no ser de bronce, se condicionaba con las formas que debían adaptarse al cemento, que perdurara en el tiempo y sea resistente.
Se refirió al presupuesto destinado a la obra mencionando que era mínimo y que los materiales eran aportados por el entonces intendente Antonio Álvarez desde su ferretería. La construcción del monumento duró un año, lo realizó con tres ayudantes suyos y que eran de nacionalidad boliviana.
Para la construcción de tan magnífica obra dijo que el primer elemento a considerar fue el pueblo donde se ejecutaría, en la idea popular de cómo el pueblo quería el monumento "en realidad fui herramienta del pueblo, el monumento es una figura muy simple, muy clara y el pueblo quedó contento", afirmó.
Tras su regreso a la ciudad dijo que las técnicas utilizadas fueron buenas para hacer cemento, "el cemento no dura mucho tiempo, feliz de que haya durado mucho y que durará aún mucho más. En realidad un monumento de ese calibre tendría que hacerse en bronce pero era una cifra inimaginable para la idea de Álvarez", aseguró el escultor.
Recordó que las espadas utilizadas en el monumento fueron realizadas por alumnos de la Escuela Técnica "Ingeniero Herminio Arrieta. Un monumento a pulmón, sin los requisitos necesarios para hacer una obra de ese calibre. A la hora de las espadas se preguntaban a ver quienes las hacen y fueron de chapa normal y esperando que con el tiempo se mantengan con anti óxidos para que no se estropeen".
Destacó que hace quince años que no visitaba Libertador General San Martín. "Ésta es mi primera vuelta para ver lo que está pasando, el mundo evolucionó mucho y encontré que Jujuy está igual que cuando me fui, me parece fantástico pero necesita modernizarse pero sin que pierda el carisma que tiene cosa que me encanta", sostuvo.
Refirió que por cuestiones laborales reside en Sao Paulo, Brasil desde hace 15 años, donde tiene una empresa dedicada al arte aplicado al paisajismo, a la escenografía y la arquitectura.
El artista dijo que además del monumento al general San Martín realizó las obras de las fuentes que también se encuentran en la plaza; en una de ellas, donde dos menores juntan agua, la figura de uno de los niños es la de su hijo Cristian.
El monumento al Padre de la patria en esta ciudad difiere mucho a las existentes en otras provincias o países, en su mayoría se lo puede ver al general San Martín montado a caballo, sentado y en pocas ciudades se lo encuentra parado.
Explicó que la obra siempre estuvo condicionada, que al no ser de bronce, se condicionaba con las formas que debían adaptarse al cemento, que perdurara en el tiempo y sea resistente.
Se refirió al presupuesto destinado a la obra mencionando que era mínimo y que los materiales eran aportados por el entonces intendente Antonio Álvarez desde su ferretería. La construcción del monumento duró un año, lo realizó con tres ayudantes suyos y que eran de nacionalidad boliviana.
Para la construcción de tan magnífica obra dijo que el primer elemento a considerar fue el pueblo donde se ejecutaría, en la idea popular de cómo el pueblo quería el monumento "en realidad fui herramienta del pueblo, el monumento es una figura muy simple, muy clara y el pueblo quedó contento", afirmó.
Tras su regreso a la ciudad dijo que las técnicas utilizadas fueron buenas para hacer cemento, "el cemento no dura mucho tiempo, feliz de que haya durado mucho y que durará aún mucho más. En realidad un monumento de ese calibre tendría que hacerse en bronce pero era una cifra inimaginable para la idea de Álvarez", aseguró el escultor.
Recordó que las espadas utilizadas en el monumento fueron realizadas por alumnos de la Escuela Técnica "Ingeniero Herminio Arrieta. Un monumento a pulmón, sin los requisitos necesarios para hacer una obra de ese calibre. A la hora de las espadas se preguntaban a ver quienes las hacen y fueron de chapa normal y esperando que con el tiempo se mantengan con anti óxidos para que no se estropeen".
Destacó que hace quince años que no visitaba Libertador General San Martín. "Ésta es mi primera vuelta para ver lo que está pasando, el mundo evolucionó mucho y encontré que Jujuy está igual que cuando me fui, me parece fantástico pero necesita modernizarse pero sin que pierda el carisma que tiene cosa que me encanta", sostuvo.
Refirió que por cuestiones laborales reside en Sao Paulo, Brasil desde hace 15 años, donde tiene una empresa dedicada al arte aplicado al paisajismo, a la escenografía y la arquitectura.
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LIBERTADOR (Corresponsal). El escultor Ernesto Gerrard es el autor del monumento al general José de San Martín ubicado en la plaza central de esta ciudad. Nacido en Jujuy, su familia vivió en un inmueble de la calle Belgrano de San Salvador de Jujuy. En una entrevista con nuestro diario recordó que cuando regresó de estudiar en Buenos Aires su tío Enrique Marghetti le ofreció la posibilidad de trabajar en la construcción de la Sala de Calilegua. Es casualmente que a través de este trabajo que conoce, realizando compras de materiales en la ferretería, a Antonio Álvarez quién al enterarse de los trabajos que estaba realizando le propuso la obra del monumento.
El artista dijo que además del monumento al general San Martín realizó las obras de las fuentes que también se encuentran en la plaza; en una de ellas, donde dos menores juntan agua, la figura de uno de los niños es la de su hijo Cristian.
El monumento al Padre de la patria en esta ciudad difiere mucho a las existentes en otras provincias o países, en su mayoría se lo puede ver al general San Martín montado a caballo, sentado y en pocas ciudades se lo encuentra parado.
Explicó que la obra siempre estuvo condicionada, que al no ser de bronce, se condicionaba con las formas que debían adaptarse al cemento, que perdurara en el tiempo y sea resistente.
Se refirió al presupuesto destinado a la obra mencionando que era mínimo y que los materiales eran aportados por el entonces intendente Antonio Álvarez desde su ferretería. La construcción del monumento duró un año, lo realizó con tres ayudantes suyos y que eran de nacionalidad boliviana.
Para la construcción de tan magnífica obra dijo que el primer elemento a considerar fue el pueblo donde se ejecutaría, en la idea popular de cómo el pueblo quería el monumento "en realidad fui herramienta del pueblo, el monumento es una figura muy simple, muy clara y el pueblo quedó contento", afirmó.
Tras su regreso a la ciudad dijo que las técnicas utilizadas fueron buenas para hacer cemento, "el cemento no dura mucho tiempo, feliz de que haya durado mucho y que durará aún mucho más. En realidad un monumento de ese calibre tendría que hacerse en bronce pero era una cifra inimaginable para la idea de Álvarez", aseguró el escultor.
Recordó que las espadas utilizadas en el monumento fueron realizadas por alumnos de la Escuela Técnica "Ingeniero Herminio Arrieta. Un monumento a pulmón, sin los requisitos necesarios para hacer una obra de ese calibre. A la hora de las espadas se preguntaban a ver quienes las hacen y fueron de chapa normal y esperando que con el tiempo se mantengan con anti óxidos para que no se estropeen".
Destacó que hace quince años que no visitaba Libertador General San Martín. "Ésta es mi primera vuelta para ver lo que está pasando, el mundo evolucionó mucho y encontré que Jujuy está igual que cuando me fui, me parece fantástico pero necesita modernizarse pero sin que pierda el carisma que tiene cosa que me encanta", sostuvo.
Refirió que por cuestiones laborales reside en Sao Paulo, Brasil desde hace 15 años, donde tiene una empresa dedicada al arte aplicado al paisajismo, a la escenografía y la arquitectura.
El artista dijo que además del monumento al general San Martín realizó las obras de las fuentes que también se encuentran en la plaza; en una de ellas, donde dos menores juntan agua, la figura de uno de los niños es la de su hijo Cristian.
El monumento al Padre de la patria en esta ciudad difiere mucho a las existentes en otras provincias o países, en su mayoría se lo puede ver al general San Martín montado a caballo, sentado y en pocas ciudades se lo encuentra parado.
Explicó que la obra siempre estuvo condicionada, que al no ser de bronce, se condicionaba con las formas que debían adaptarse al cemento, que perdurara en el tiempo y sea resistente.
Se refirió al presupuesto destinado a la obra mencionando que era mínimo y que los materiales eran aportados por el entonces intendente Antonio Álvarez desde su ferretería. La construcción del monumento duró un año, lo realizó con tres ayudantes suyos y que eran de nacionalidad boliviana.
Para la construcción de tan magnífica obra dijo que el primer elemento a considerar fue el pueblo donde se ejecutaría, en la idea popular de cómo el pueblo quería el monumento "en realidad fui herramienta del pueblo, el monumento es una figura muy simple, muy clara y el pueblo quedó contento", afirmó.
Tras su regreso a la ciudad dijo que las técnicas utilizadas fueron buenas para hacer cemento, "el cemento no dura mucho tiempo, feliz de que haya durado mucho y que durará aún mucho más. En realidad un monumento de ese calibre tendría que hacerse en bronce pero era una cifra inimaginable para la idea de Álvarez", aseguró el escultor.
Recordó que las espadas utilizadas en el monumento fueron realizadas por alumnos de la Escuela Técnica "Ingeniero Herminio Arrieta. Un monumento a pulmón, sin los requisitos necesarios para hacer una obra de ese calibre. A la hora de las espadas se preguntaban a ver quienes las hacen y fueron de chapa normal y esperando que con el tiempo se mantengan con anti óxidos para que no se estropeen".
Destacó que hace quince años que no visitaba Libertador General San Martín. "Ésta es mi primera vuelta para ver lo que está pasando, el mundo evolucionó mucho y encontré que Jujuy está igual que cuando me fui, me parece fantástico pero necesita modernizarse pero sin que pierda el carisma que tiene cosa que me encanta", sostuvo.
Refirió que por cuestiones laborales reside en Sao Paulo, Brasil desde hace 15 años, donde tiene una empresa dedicada al arte aplicado al paisajismo, a la escenografía y la arquitectura.