Esta historia con final feliz, tiene como protagonista a Avelino Gerínimo más conocido como "Pinturita", un hombre indigente que, casi por casualidad, logró reencontrarse con su familia que lo creía muerto, ya que desde hace seis años se ausentaba de su hogar y tras una intensa búsqueda nunca supieron nada de él.
Todo comenzó la semana pasada cuando El Tribuno de Jujuy publicó una nota narrando la iniciativa solidaria del Perchero Social, una propuesta impulsada por Julieta Salvatierra, una joven que decidida a ayudar a los que menos tienen se organizó para recolectar prendas de abrigo para entregar a la gente de la calle. Con motivo de difundir esta noticia, nuestro matutino publicó en la edición del miércoles 8, una foto de "Pinturita" que, entre otras imágenes, ilustraban la tarea que desarrolla el Perchero Social.
A raíz de esta publicación, un hermano de "Pinturita" que reside en La Quiaca lo reconoció en la foto del diario y, a pesar de dudar si verdaderamente se trataba de su hermano perdido teniendo en cuenta el tiempo transcurrido y el estado en el que se encontraba, inmediatamente se comunicó con el resto de sus hermanos que viven en Catamarca.
Gracias a las redes sociales y las herramientas tecnológicas, los familiares de "Pinturita" lograron contactarse con Julieta Salvatierra, con la intención de que ella pudiera ser el nexo para dar con el paradero de su hermano. Con marcado asombro, pero muy emocionada por la noticia, Julieta accedió a ayudar a la familia de "Pinturita" a reencontrarse con él, anhelando que de esa manera pudiera salir de su situación.
Así fue que un hermano de "Pinturita" junto a su esposa y un cuñado, arribaron a Jujuy para concretar el tan anhelado reencuentro. Con los ojos llenos de lágrimas y la voz quebrada por la emoción, "Pinturita" y su hermano se fundieron en un abrazo fraternal que se prolongó por varios segundos y con el cual se sellaron seis años de búsqueda e incertidumbre.
Si bien podría decirse que la historia de "Pinturita" tiene un final feliz, su vida aún tiene una misión pendiente. Es que según pudo saberse, "Pinturita" vivía en La Quiaca junto a su madre y hermanos; formó su familia y tuvo hijos con una mujer, pero para poder ofrecerles una mejor vida, decidió viajar a Catamarca en busca de un trabajo. Cuando decidió regresar para reencontrarse con ellos, su esposa lo abandonó y se fue de la provincia llevándose a los chicos, por lo que perdió todo contacto con ellos. Desahuciado por la situación cayó en el vicio del alcohol y sin un lugar para vivir, se instaló bajo el puente de El Chingo, perdiendo además el contacto con sus hermanos, quienes se ocuparon de buscarlo incansablemente pero nunca tuvieron noticias de su paradero.
Si bien hoy "Pinturita" habría decidido regresar a Catamarca con sus hermanos, sigue presente en él el anhelo de encontrar a sus hijos que, según presume, podrían estar en la provincia de Salta. A pesar de esto, al parecer hoy la vida le sonríe dándole una nueva oportunidad de reconstruir su vida.
Hoy viernes, en el marco de un agasajo que llevará a cabo el Perchero Social para celebrar el Día del Padre en el parque San Martín, sus amigos de la calle, la misma Julieta y los voluntarios del Comedor 12 Apóstoles, quienes en muchas ocasiones le brindaron un plato de comida, lo despedirán augurando lo mejor para él en este nuevo camino que emprende.
Todo comenzó la semana pasada cuando El Tribuno de Jujuy publicó una nota narrando la iniciativa solidaria del Perchero Social, una propuesta impulsada por Julieta Salvatierra, una joven que decidida a ayudar a los que menos tienen se organizó para recolectar prendas de abrigo para entregar a la gente de la calle. Con motivo de difundir esta noticia, nuestro matutino publicó en la edición del miércoles 8, una foto de "Pinturita" que, entre otras imágenes, ilustraban la tarea que desarrolla el Perchero Social.
A raíz de esta publicación, un hermano de "Pinturita" que reside en La Quiaca lo reconoció en la foto del diario y, a pesar de dudar si verdaderamente se trataba de su hermano perdido teniendo en cuenta el tiempo transcurrido y el estado en el que se encontraba, inmediatamente se comunicó con el resto de sus hermanos que viven en Catamarca.
Gracias a las redes sociales y las herramientas tecnológicas, los familiares de "Pinturita" lograron contactarse con Julieta Salvatierra, con la intención de que ella pudiera ser el nexo para dar con el paradero de su hermano. Con marcado asombro, pero muy emocionada por la noticia, Julieta accedió a ayudar a la familia de "Pinturita" a reencontrarse con él, anhelando que de esa manera pudiera salir de su situación.
Así fue que un hermano de "Pinturita" junto a su esposa y un cuñado, arribaron a Jujuy para concretar el tan anhelado reencuentro. Con los ojos llenos de lágrimas y la voz quebrada por la emoción, "Pinturita" y su hermano se fundieron en un abrazo fraternal que se prolongó por varios segundos y con el cual se sellaron seis años de búsqueda e incertidumbre.
Si bien podría decirse que la historia de "Pinturita" tiene un final feliz, su vida aún tiene una misión pendiente. Es que según pudo saberse, "Pinturita" vivía en La Quiaca junto a su madre y hermanos; formó su familia y tuvo hijos con una mujer, pero para poder ofrecerles una mejor vida, decidió viajar a Catamarca en busca de un trabajo. Cuando decidió regresar para reencontrarse con ellos, su esposa lo abandonó y se fue de la provincia llevándose a los chicos, por lo que perdió todo contacto con ellos. Desahuciado por la situación cayó en el vicio del alcohol y sin un lugar para vivir, se instaló bajo el puente de El Chingo, perdiendo además el contacto con sus hermanos, quienes se ocuparon de buscarlo incansablemente pero nunca tuvieron noticias de su paradero.
Si bien hoy "Pinturita" habría decidido regresar a Catamarca con sus hermanos, sigue presente en él el anhelo de encontrar a sus hijos que, según presume, podrían estar en la provincia de Salta. A pesar de esto, al parecer hoy la vida le sonríe dándole una nueva oportunidad de reconstruir su vida.
Hoy viernes, en el marco de un agasajo que llevará a cabo el Perchero Social para celebrar el Día del Padre en el parque San Martín, sus amigos de la calle, la misma Julieta y los voluntarios del Comedor 12 Apóstoles, quienes en muchas ocasiones le brindaron un plato de comida, lo despedirán augurando lo mejor para él en este nuevo camino que emprende.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
Esta historia con final feliz, tiene como protagonista a Avelino Gerínimo más conocido como "Pinturita", un hombre indigente que, casi por casualidad, logró reencontrarse con su familia que lo creía muerto, ya que desde hace seis años se ausentaba de su hogar y tras una intensa búsqueda nunca supieron nada de él.
Todo comenzó la semana pasada cuando El Tribuno de Jujuy publicó una nota narrando la iniciativa solidaria del Perchero Social, una propuesta impulsada por Julieta Salvatierra, una joven que decidida a ayudar a los que menos tienen se organizó para recolectar prendas de abrigo para entregar a la gente de la calle. Con motivo de difundir esta noticia, nuestro matutino publicó en la edición del miércoles 8, una foto de "Pinturita" que, entre otras imágenes, ilustraban la tarea que desarrolla el Perchero Social.
A raíz de esta publicación, un hermano de "Pinturita" que reside en La Quiaca lo reconoció en la foto del diario y, a pesar de dudar si verdaderamente se trataba de su hermano perdido teniendo en cuenta el tiempo transcurrido y el estado en el que se encontraba, inmediatamente se comunicó con el resto de sus hermanos que viven en Catamarca.
Gracias a las redes sociales y las herramientas tecnológicas, los familiares de "Pinturita" lograron contactarse con Julieta Salvatierra, con la intención de que ella pudiera ser el nexo para dar con el paradero de su hermano. Con marcado asombro, pero muy emocionada por la noticia, Julieta accedió a ayudar a la familia de "Pinturita" a reencontrarse con él, anhelando que de esa manera pudiera salir de su situación.
Así fue que un hermano de "Pinturita" junto a su esposa y un cuñado, arribaron a Jujuy para concretar el tan anhelado reencuentro. Con los ojos llenos de lágrimas y la voz quebrada por la emoción, "Pinturita" y su hermano se fundieron en un abrazo fraternal que se prolongó por varios segundos y con el cual se sellaron seis años de búsqueda e incertidumbre.
Si bien podría decirse que la historia de "Pinturita" tiene un final feliz, su vida aún tiene una misión pendiente. Es que según pudo saberse, "Pinturita" vivía en La Quiaca junto a su madre y hermanos; formó su familia y tuvo hijos con una mujer, pero para poder ofrecerles una mejor vida, decidió viajar a Catamarca en busca de un trabajo. Cuando decidió regresar para reencontrarse con ellos, su esposa lo abandonó y se fue de la provincia llevándose a los chicos, por lo que perdió todo contacto con ellos. Desahuciado por la situación cayó en el vicio del alcohol y sin un lugar para vivir, se instaló bajo el puente de El Chingo, perdiendo además el contacto con sus hermanos, quienes se ocuparon de buscarlo incansablemente pero nunca tuvieron noticias de su paradero.
Si bien hoy "Pinturita" habría decidido regresar a Catamarca con sus hermanos, sigue presente en él el anhelo de encontrar a sus hijos que, según presume, podrían estar en la provincia de Salta. A pesar de esto, al parecer hoy la vida le sonríe dándole una nueva oportunidad de reconstruir su vida.
Hoy viernes, en el marco de un agasajo que llevará a cabo el Perchero Social para celebrar el Día del Padre en el parque San Martín, sus amigos de la calle, la misma Julieta y los voluntarios del Comedor 12 Apóstoles, quienes en muchas ocasiones le brindaron un plato de comida, lo despedirán augurando lo mejor para él en este nuevo camino que emprende.
Todo comenzó la semana pasada cuando El Tribuno de Jujuy publicó una nota narrando la iniciativa solidaria del Perchero Social, una propuesta impulsada por Julieta Salvatierra, una joven que decidida a ayudar a los que menos tienen se organizó para recolectar prendas de abrigo para entregar a la gente de la calle. Con motivo de difundir esta noticia, nuestro matutino publicó en la edición del miércoles 8, una foto de "Pinturita" que, entre otras imágenes, ilustraban la tarea que desarrolla el Perchero Social.
A raíz de esta publicación, un hermano de "Pinturita" que reside en La Quiaca lo reconoció en la foto del diario y, a pesar de dudar si verdaderamente se trataba de su hermano perdido teniendo en cuenta el tiempo transcurrido y el estado en el que se encontraba, inmediatamente se comunicó con el resto de sus hermanos que viven en Catamarca.
Gracias a las redes sociales y las herramientas tecnológicas, los familiares de "Pinturita" lograron contactarse con Julieta Salvatierra, con la intención de que ella pudiera ser el nexo para dar con el paradero de su hermano. Con marcado asombro, pero muy emocionada por la noticia, Julieta accedió a ayudar a la familia de "Pinturita" a reencontrarse con él, anhelando que de esa manera pudiera salir de su situación.
Así fue que un hermano de "Pinturita" junto a su esposa y un cuñado, arribaron a Jujuy para concretar el tan anhelado reencuentro. Con los ojos llenos de lágrimas y la voz quebrada por la emoción, "Pinturita" y su hermano se fundieron en un abrazo fraternal que se prolongó por varios segundos y con el cual se sellaron seis años de búsqueda e incertidumbre.
Si bien podría decirse que la historia de "Pinturita" tiene un final feliz, su vida aún tiene una misión pendiente. Es que según pudo saberse, "Pinturita" vivía en La Quiaca junto a su madre y hermanos; formó su familia y tuvo hijos con una mujer, pero para poder ofrecerles una mejor vida, decidió viajar a Catamarca en busca de un trabajo. Cuando decidió regresar para reencontrarse con ellos, su esposa lo abandonó y se fue de la provincia llevándose a los chicos, por lo que perdió todo contacto con ellos. Desahuciado por la situación cayó en el vicio del alcohol y sin un lugar para vivir, se instaló bajo el puente de El Chingo, perdiendo además el contacto con sus hermanos, quienes se ocuparon de buscarlo incansablemente pero nunca tuvieron noticias de su paradero.
Si bien hoy "Pinturita" habría decidido regresar a Catamarca con sus hermanos, sigue presente en él el anhelo de encontrar a sus hijos que, según presume, podrían estar en la provincia de Salta. A pesar de esto, al parecer hoy la vida le sonríe dándole una nueva oportunidad de reconstruir su vida.
Hoy viernes, en el marco de un agasajo que llevará a cabo el Perchero Social para celebrar el Día del Padre en el parque San Martín, sus amigos de la calle, la misma Julieta y los voluntarios del Comedor 12 Apóstoles, quienes en muchas ocasiones le brindaron un plato de comida, lo despedirán augurando lo mejor para él en este nuevo camino que emprende.