¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

21°
23 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Obama con supervivientes del tiroteo que ocurrió en Orlando

Viernes, 17 de junio de 2016 01:30
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunió ayer con supervivientes y familiares de la masacre en el boliche gay Pulse el domingo pasado, además de charlar con algunos de los miembros de las fuerzas de seguridad que respondieron al peor tiroteo en la historia reciente del país.
A menos de una hora después de aterrizar en Orlando, Obama llegó al estadio Amway Center, donde juega el equipo de básquetbol Orlando Magic, y en cuya fachada había una pantalla gigante que mostraba mensajes de condolencias a las víctimas del tiroteo, que dejó 50 muertos -incluido el autor de la masacre- y 53 heridos, y que fue reivindicado por la milicia extremista Estado Islámico (EI). Acompañado por su vicepresidente, Joseph Biden, Obama se reunió en el estadio con un grupo de supervivientes de la tragedia y de familiares de los fallecidos.
Antes de ese encuentro, Obama y Biden "tuvieron la oportunidad de reunirse con agentes de las fuerzas de seguridad locales para agradecerles sus acciones en respuesta al ataque en la discoteca Pulse", explicó, en cambio, la Casa Blanca en un comunicado. Obama llegó a Orlando unos minutos después de que Biden, quien lo recibió en la pista de aterrizaje junto al gobernador de Florida, el republicano Rick Scott; el senador demócrata Bill Nelson; el alcalde de Orlando, Buddy Dyer; y la alcaldesa de Orange County, Teresa Jacobs.
El mandatario saludó a cada uno de ellos y abrazó a Dyer, quien le enseñó una camiseta negra con una bandera del arco iris en forma de corazón y el lema Orlando United (Orlando Unido). El senador republicano Marco Rubio y la congresista demócrata Corrine Brown, ambos representantes de Florida, también viajaron con Obama, bajaron junto a él las escaleras del Air Force One y se reunieron con las víctimas y familiares. Antes de irse, Obama también tiene previsto reunirse con algunos de los médicos y enfermeras, que fueron los primeros en atender a las víctimas de la masacre el domingo a la madrugada. La Casa Blanca ya había adelantado que este viaje sería uno "muy emotivo".
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunió ayer con supervivientes y familiares de la masacre en el boliche gay Pulse el domingo pasado, además de charlar con algunos de los miembros de las fuerzas de seguridad que respondieron al peor tiroteo en la historia reciente del país.
A menos de una hora después de aterrizar en Orlando, Obama llegó al estadio Amway Center, donde juega el equipo de básquetbol Orlando Magic, y en cuya fachada había una pantalla gigante que mostraba mensajes de condolencias a las víctimas del tiroteo, que dejó 50 muertos -incluido el autor de la masacre- y 53 heridos, y que fue reivindicado por la milicia extremista Estado Islámico (EI). Acompañado por su vicepresidente, Joseph Biden, Obama se reunió en el estadio con un grupo de supervivientes de la tragedia y de familiares de los fallecidos.
Antes de ese encuentro, Obama y Biden "tuvieron la oportunidad de reunirse con agentes de las fuerzas de seguridad locales para agradecerles sus acciones en respuesta al ataque en la discoteca Pulse", explicó, en cambio, la Casa Blanca en un comunicado. Obama llegó a Orlando unos minutos después de que Biden, quien lo recibió en la pista de aterrizaje junto al gobernador de Florida, el republicano Rick Scott; el senador demócrata Bill Nelson; el alcalde de Orlando, Buddy Dyer; y la alcaldesa de Orange County, Teresa Jacobs.
El mandatario saludó a cada uno de ellos y abrazó a Dyer, quien le enseñó una camiseta negra con una bandera del arco iris en forma de corazón y el lema Orlando United (Orlando Unido). El senador republicano Marco Rubio y la congresista demócrata Corrine Brown, ambos representantes de Florida, también viajaron con Obama, bajaron junto a él las escaleras del Air Force One y se reunieron con las víctimas y familiares. Antes de irse, Obama también tiene previsto reunirse con algunos de los médicos y enfermeras, que fueron los primeros en atender a las víctimas de la masacre el domingo a la madrugada. La Casa Blanca ya había adelantado que este viaje sería uno "muy emotivo".

Temas de la nota