La decisión judicial adoptada la noche del jueves también afecta a su hermano Ilan Heredia y a su amiga Rocío Calderón.
La esposa del presidente deberá además acudir a firmar mensualmente ante un tribunal y reportar cualquier cambio de domicilio. Los abogados de los tres investigados anunciaron que apelarán la medida.
Nadine Heredia deberá pagar además una garantía de 50 mil soles (unos 15 mil dólares) por la "naturaleza sumamente grave del delito investigado", precisó el juez Richard Concepción, a cargo del caso, tras una audiencia de 14 horas que fue televisada.
La defensa de la primera dama cuestionó que el caso se haya construido en base a la declaración de un "colaborador eficaz", que confiesa a cambio de beneficios judiciales, y cuyas afirmaciones no están probadas.
Parte de las indagaciones del fiscal se apoyan también en unas agendas de propiedad de la primera dama, con anotaciones de transferencias de dinero, reuniones con empresarios y posibles financistas.
En un primer momento, Heredia negó ser propietaria de esos documentos, pero luego admitió que se las habían robado y reconoció su letra en las anotaciones.
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La decisión judicial adoptada la noche del jueves también afecta a su hermano Ilan Heredia y a su amiga Rocío Calderón.
La esposa del presidente deberá además acudir a firmar mensualmente ante un tribunal y reportar cualquier cambio de domicilio. Los abogados de los tres investigados anunciaron que apelarán la medida.
Nadine Heredia deberá pagar además una garantía de 50 mil soles (unos 15 mil dólares) por la "naturaleza sumamente grave del delito investigado", precisó el juez Richard Concepción, a cargo del caso, tras una audiencia de 14 horas que fue televisada.
La defensa de la primera dama cuestionó que el caso se haya construido en base a la declaración de un "colaborador eficaz", que confiesa a cambio de beneficios judiciales, y cuyas afirmaciones no están probadas.
Parte de las indagaciones del fiscal se apoyan también en unas agendas de propiedad de la primera dama, con anotaciones de transferencias de dinero, reuniones con empresarios y posibles financistas.
En un primer momento, Heredia negó ser propietaria de esos documentos, pero luego admitió que se las habían robado y reconoció su letra en las anotaciones.