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Avión dio la vuelta al mundo con el sol como combustible

Martes, 21 de junio de 2016 01:30
<div>SOLAR IMPULSE 2 / EL AVIÓN SOBREVUELA LAS AGUAS DEL OCÉANO ATLÁNTICO RUMBO A EUROPA.</div><div>
El avión Solar Impulse 2 volaba ayer sobre el Atlántico, tras despegar desde Nueva York en la 15ª etapa de una inédita vuelta al mundo con el sol como único combustible, para aterrizar en cuatro días más en Sevilla, España.
El príncipe Alberto de Mónaco dio a las 02.30 de la madrugada en Nueva York, desde el principado donde se encuentra el centro de control de operaciones de la travesía, la luz verde al piloto suizo Bertrand Piccard para que despegara desde el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York.
"Heme aquí solo durante cuatro días sobre el Atlántico, sin una gota de gasolina", escribió el aventurero Piccard en Twitter momentos antes de despegar.
"Es la primera vez que despego del JFK", dijo luego en una transmisión en vivo desde el avión, mientras ascendía hacia el cielo oscuro, al continuar una peligrosa travesía que busca promover el uso de energías renovables.
Luego de casi ocho horas de vuelo, el piloto tuiteó: "­7% del vuelo transatlántico ya completado! #Europa, ¿estás lista para el regreso del #Si2 al continente?"
El piloto suizo, de 58 años, se alterna con su compatriota André Borschberg, de 63, al mando de Solar Impulse 2, un monoplaza de cuatro hélices movidas por la energía suministrada por sus 17.000 células fotovoltaicas instaladas en sus alas.
No más pesado que un automóvil y con una envergadura de 72 metros similar a un Jumbo 747, el avión surca los cielos a una velocidad que generalmente no excede los 50 km/h, pero que puede duplicarse con una exposición directa al sol.
Su poco peso (1,5 toneladas) hace al Solar Impulse 2 muy sensible a las turbulencias.
Demoras e inconvenientes
En Hawái, tuvo que hacer una larga escala técnica de casi 10 meses para arreglar unas baterías, dañadas en la primera etapa de su vuelo sobre el Pacífico, que duró cinco días entre Nagoya y el archipiélago estadounidense.
Los pilotos se turnan en una pequeña cabina de 3,8 m3, que concentra equipos de alta tecnología. Equipada con tanques de oxígeno para permitir respirar a los pilotos, la cabina no está presurizada.
La cabina está recubierta con una espuma aislante que permite enfrentar las temperaturas extremas durante el vuelo (entre +40 y -40 grados Celsius).
La travesía debía haber durado cinco meses, de marzo a agosto de 2015, pero los caprichos del clima condujeron a numerosos retrasos entre las etapas.
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El avión Solar Impulse 2 volaba ayer sobre el Atlántico, tras despegar desde Nueva York en la 15ª etapa de una inédita vuelta al mundo con el sol como único combustible, para aterrizar en cuatro días más en Sevilla, España.
El príncipe Alberto de Mónaco dio a las 02.30 de la madrugada en Nueva York, desde el principado donde se encuentra el centro de control de operaciones de la travesía, la luz verde al piloto suizo Bertrand Piccard para que despegara desde el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York.
"Heme aquí solo durante cuatro días sobre el Atlántico, sin una gota de gasolina", escribió el aventurero Piccard en Twitter momentos antes de despegar.
"Es la primera vez que despego del JFK", dijo luego en una transmisión en vivo desde el avión, mientras ascendía hacia el cielo oscuro, al continuar una peligrosa travesía que busca promover el uso de energías renovables.
Luego de casi ocho horas de vuelo, el piloto tuiteó: "­7% del vuelo transatlántico ya completado! #Europa, ¿estás lista para el regreso del #Si2 al continente?"
El piloto suizo, de 58 años, se alterna con su compatriota André Borschberg, de 63, al mando de Solar Impulse 2, un monoplaza de cuatro hélices movidas por la energía suministrada por sus 17.000 células fotovoltaicas instaladas en sus alas.
No más pesado que un automóvil y con una envergadura de 72 metros similar a un Jumbo 747, el avión surca los cielos a una velocidad que generalmente no excede los 50 km/h, pero que puede duplicarse con una exposición directa al sol.
Su poco peso (1,5 toneladas) hace al Solar Impulse 2 muy sensible a las turbulencias.
Demoras e inconvenientes
En Hawái, tuvo que hacer una larga escala técnica de casi 10 meses para arreglar unas baterías, dañadas en la primera etapa de su vuelo sobre el Pacífico, que duró cinco días entre Nagoya y el archipiélago estadounidense.
Los pilotos se turnan en una pequeña cabina de 3,8 m3, que concentra equipos de alta tecnología. Equipada con tanques de oxígeno para permitir respirar a los pilotos, la cabina no está presurizada.
La cabina está recubierta con una espuma aislante que permite enfrentar las temperaturas extremas durante el vuelo (entre +40 y -40 grados Celsius).
La travesía debía haber durado cinco meses, de marzo a agosto de 2015, pero los caprichos del clima condujeron a numerosos retrasos entre las etapas.

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