Hemos empezado con estos seminarios en el NOA respondiendo a la propia iniciativa del Gobierno de marcar el "Plan Belgrano" como punta de lanza de desarrollos regionales; teniendo en cuenta que la industria alimenticia es una industria típicamente federal con muchas economías regionales hemos querido tomar el ejemplo del "Plan Belgrano" y plasmarlo en el NOA, es por eso que la actividad azucarera, citrícola, olivícola, de legumbres y conservas, se han nucleado para discutir, no las reformas de primera generación que el Gobierno ya ha hecho con el sinceramiento cambiario, la eliminación de retenciones y ciertas trabas, sino para debatir sobre la necesidad de que Argentina dé un salto hacia las reformas de segunda generación, que son más específicas para ir atendiendo a las realidades y necesidades de cada sector. Entendemos que estos sectores productivos hoy han perdido competitividad por una serie de factores entre ellos la altísima presión fiscal de casi el 41 %, el costo logístico que triplican o hasta quintuplica el costo, cuestiones de financiamiento, acceso a créditos, es decir hay una serie de cuestiones que nos llevan a la reflexión interna.
¿De qué manera se podría atender estas necesidades que padece el sector? Porque seguramente se requieren estrategias gubernamentales...
En primer lugar es necesario socializar los problemas específicos; reafirmar el diálogo entre el sector público y privado, mostrar una actitud del empresariado argentino pro empresa, pro inversión, pro crecimiento, pro aumento de las exportaciones con valor agregado, porque no sólo hablamos de una actividad primaria, sino de un complemento agregando valor que a su vez significa trabajo en todo el país. Desde Copal, durante el 2014 y 2015, preparamos un documento con objetivos de la industria de alimentos y bebidas y esos objetivos se traducían en políticas y las políticas en medidas, es por eso que pretendemos comenzar a trabajar con las economías regionales, yendo hacia cada una de las regiones para justamente reforzar el diálogo, la actitud y el compromiso que se marca desde los gobernadores y el "Plan Belgrano", con José Cano.
Argentina siempre se caracterizó por ser un país agroindustrial y productor de alimentos. ¿Cómo está hoy posicionada a nivel mundial?
Como productores Argentina está entre el quinto y séptimo lugar, y como exportadores fuimos en el mejor momento el noveno o décimo lugar pero hoy estamos en el décimo segundo o décimo tercero, lamentablemente hemos perdido muchos puntos de exportación, pero mirando hacia adelante creo que con adecuadas políticas esto se reactiva y con una concertación entre el sector público y privado se trabaja para recuperar mercados y ampliarlos, pero para eso se necesita ser competitivo.
¿Cómo ve posicionada a la región NOA y particularmente a Jujuy en la industria alimenticia?
El NOA tiene producciones estratégicas. En el caso de Jujuy la actividad azucarera es la actividad líder en el país, al igual que la actividad citrícola, el limón en Tucumán, entre otras actividades frutihortícolas importantes. Creemos que estos sectores tienen el horizonte que nosotros queramos ponerle, depende de la articulación de las políticas de integración y por otro lado el recurso humano.
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Hemos empezado con estos seminarios en el NOA respondiendo a la propia iniciativa del Gobierno de marcar el "Plan Belgrano" como punta de lanza de desarrollos regionales; teniendo en cuenta que la industria alimenticia es una industria típicamente federal con muchas economías regionales hemos querido tomar el ejemplo del "Plan Belgrano" y plasmarlo en el NOA, es por eso que la actividad azucarera, citrícola, olivícola, de legumbres y conservas, se han nucleado para discutir, no las reformas de primera generación que el Gobierno ya ha hecho con el sinceramiento cambiario, la eliminación de retenciones y ciertas trabas, sino para debatir sobre la necesidad de que Argentina dé un salto hacia las reformas de segunda generación, que son más específicas para ir atendiendo a las realidades y necesidades de cada sector. Entendemos que estos sectores productivos hoy han perdido competitividad por una serie de factores entre ellos la altísima presión fiscal de casi el 41 %, el costo logístico que triplican o hasta quintuplica el costo, cuestiones de financiamiento, acceso a créditos, es decir hay una serie de cuestiones que nos llevan a la reflexión interna.
¿De qué manera se podría atender estas necesidades que padece el sector? Porque seguramente se requieren estrategias gubernamentales...
En primer lugar es necesario socializar los problemas específicos; reafirmar el diálogo entre el sector público y privado, mostrar una actitud del empresariado argentino pro empresa, pro inversión, pro crecimiento, pro aumento de las exportaciones con valor agregado, porque no sólo hablamos de una actividad primaria, sino de un complemento agregando valor que a su vez significa trabajo en todo el país. Desde Copal, durante el 2014 y 2015, preparamos un documento con objetivos de la industria de alimentos y bebidas y esos objetivos se traducían en políticas y las políticas en medidas, es por eso que pretendemos comenzar a trabajar con las economías regionales, yendo hacia cada una de las regiones para justamente reforzar el diálogo, la actitud y el compromiso que se marca desde los gobernadores y el "Plan Belgrano", con José Cano.
Argentina siempre se caracterizó por ser un país agroindustrial y productor de alimentos. ¿Cómo está hoy posicionada a nivel mundial?
Como productores Argentina está entre el quinto y séptimo lugar, y como exportadores fuimos en el mejor momento el noveno o décimo lugar pero hoy estamos en el décimo segundo o décimo tercero, lamentablemente hemos perdido muchos puntos de exportación, pero mirando hacia adelante creo que con adecuadas políticas esto se reactiva y con una concertación entre el sector público y privado se trabaja para recuperar mercados y ampliarlos, pero para eso se necesita ser competitivo.
¿Cómo ve posicionada a la región NOA y particularmente a Jujuy en la industria alimenticia?
El NOA tiene producciones estratégicas. En el caso de Jujuy la actividad azucarera es la actividad líder en el país, al igual que la actividad citrícola, el limón en Tucumán, entre otras actividades frutihortícolas importantes. Creemos que estos sectores tienen el horizonte que nosotros queramos ponerle, depende de la articulación de las políticas de integración y por otro lado el recurso humano.