En tanto, dos propietarios de locales bailables plantearon una suerte de defensa de lo abordado a lo largo de la audiencia y diferentes reuniones para tratar la temática, al entender que se los hace erróneamente responsables de la problemática del consumo de alcohol entre los jóvenes y con ello de sus consecuencias.
En este sentido Daniel Tóffoli, propietario de un local bailable de Alto La Viña, planteó que la problemática del alcohol excede a la actividad del sector que integra, por entender que sólo en esta capital hay 3.000 permisos Reba para comercializar alcohol siendo sólo 15 los boliches bailables, que abren solamente de 1 a 4. "Las demás actividades, más de 2.900 almacenes, drugstores, supermercaditos y verdulerías trabajan 18 horas por día en la semana", precisó, asegurando que es exagerado que se endilgue culpabilidad al sector.
También planteó que la actividad de boliches bailables es muy controlada e implica abonar tasas municipales, tributarias y bomberos respecto a las capacidades, que se diferencian al de locales ilegales que surgen cuando se cierran los locales, llamados "after", que no tributan, no tienen servicio de seguridad adicional y se mueven para evitar ser clausurados con lo cual debería haber más controles con involucramiento de centros vecinales. Además, sostuvo que al tener tanta presión tributaria requieren que el horario de apertura de los locales sea hasta las 5, de modo que la gente pueda desalojar en 30 minutos y que puedan acceder al transporte público.
Por su parte, otro de los propietarios, Gustavo Sandoval coincidió en que lo esencial son los controles y que a diferencia de lo que plantearon algunos oradores, los bolicheros no son responsables del problema del alcohol, al cual consideró como un problema social. "Acá hay una falta de control de la casa, que se genera por los padres que dada las necesidades tienen que salir a trabajar los dos y los chicos están en descontrol, los chicos están a los 13 o 14 años en la calle", planteó.
Por otro lado, aclaró que los propietarios de locales bailables no son responsables de la denominada "previa", ya que sólo se ocupan de la atención en los boliches de 1 a 4 de la madrugada y es que pese a que promocionan con descuentos para el ingreso hasta medianoche o 1, no ingresan hasta la 1 y se quedan tres horas. Por ello explicó que consumen alcohol antes de ingresar al local, y aclaró que la Policía accede a los locales y saca a la gente, cuando en realidad el control de esa fuerza debería ser hacia afuera, y los propietarios responsables en el interior
"A nosotros no nos importa tanto el horario, es la responsabilidad que deben asumir todos los órganos de control y que seamos controlados permanentemente", afirmó el empresario quien estimó que el de las 5 sería accesible. Aseguró que el horario de las 4 está asociado a accidentes y apuntó a mejorar los controles en el acceso.
En este sentido Daniel Tóffoli, propietario de un local bailable de Alto La Viña, planteó que la problemática del alcohol excede a la actividad del sector que integra, por entender que sólo en esta capital hay 3.000 permisos Reba para comercializar alcohol siendo sólo 15 los boliches bailables, que abren solamente de 1 a 4. "Las demás actividades, más de 2.900 almacenes, drugstores, supermercaditos y verdulerías trabajan 18 horas por día en la semana", precisó, asegurando que es exagerado que se endilgue culpabilidad al sector.
También planteó que la actividad de boliches bailables es muy controlada e implica abonar tasas municipales, tributarias y bomberos respecto a las capacidades, que se diferencian al de locales ilegales que surgen cuando se cierran los locales, llamados "after", que no tributan, no tienen servicio de seguridad adicional y se mueven para evitar ser clausurados con lo cual debería haber más controles con involucramiento de centros vecinales. Además, sostuvo que al tener tanta presión tributaria requieren que el horario de apertura de los locales sea hasta las 5, de modo que la gente pueda desalojar en 30 minutos y que puedan acceder al transporte público.
Por su parte, otro de los propietarios, Gustavo Sandoval coincidió en que lo esencial son los controles y que a diferencia de lo que plantearon algunos oradores, los bolicheros no son responsables del problema del alcohol, al cual consideró como un problema social. "Acá hay una falta de control de la casa, que se genera por los padres que dada las necesidades tienen que salir a trabajar los dos y los chicos están en descontrol, los chicos están a los 13 o 14 años en la calle", planteó.
Por otro lado, aclaró que los propietarios de locales bailables no son responsables de la denominada "previa", ya que sólo se ocupan de la atención en los boliches de 1 a 4 de la madrugada y es que pese a que promocionan con descuentos para el ingreso hasta medianoche o 1, no ingresan hasta la 1 y se quedan tres horas. Por ello explicó que consumen alcohol antes de ingresar al local, y aclaró que la Policía accede a los locales y saca a la gente, cuando en realidad el control de esa fuerza debería ser hacia afuera, y los propietarios responsables en el interior
"A nosotros no nos importa tanto el horario, es la responsabilidad que deben asumir todos los órganos de control y que seamos controlados permanentemente", afirmó el empresario quien estimó que el de las 5 sería accesible. Aseguró que el horario de las 4 está asociado a accidentes y apuntó a mejorar los controles en el acceso.
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En tanto, dos propietarios de locales bailables plantearon una suerte de defensa de lo abordado a lo largo de la audiencia y diferentes reuniones para tratar la temática, al entender que se los hace erróneamente responsables de la problemática del consumo de alcohol entre los jóvenes y con ello de sus consecuencias.
En este sentido Daniel Tóffoli, propietario de un local bailable de Alto La Viña, planteó que la problemática del alcohol excede a la actividad del sector que integra, por entender que sólo en esta capital hay 3.000 permisos Reba para comercializar alcohol siendo sólo 15 los boliches bailables, que abren solamente de 1 a 4. "Las demás actividades, más de 2.900 almacenes, drugstores, supermercaditos y verdulerías trabajan 18 horas por día en la semana", precisó, asegurando que es exagerado que se endilgue culpabilidad al sector.
También planteó que la actividad de boliches bailables es muy controlada e implica abonar tasas municipales, tributarias y bomberos respecto a las capacidades, que se diferencian al de locales ilegales que surgen cuando se cierran los locales, llamados "after", que no tributan, no tienen servicio de seguridad adicional y se mueven para evitar ser clausurados con lo cual debería haber más controles con involucramiento de centros vecinales. Además, sostuvo que al tener tanta presión tributaria requieren que el horario de apertura de los locales sea hasta las 5, de modo que la gente pueda desalojar en 30 minutos y que puedan acceder al transporte público.
Por su parte, otro de los propietarios, Gustavo Sandoval coincidió en que lo esencial son los controles y que a diferencia de lo que plantearon algunos oradores, los bolicheros no son responsables del problema del alcohol, al cual consideró como un problema social. "Acá hay una falta de control de la casa, que se genera por los padres que dada las necesidades tienen que salir a trabajar los dos y los chicos están en descontrol, los chicos están a los 13 o 14 años en la calle", planteó.
Por otro lado, aclaró que los propietarios de locales bailables no son responsables de la denominada "previa", ya que sólo se ocupan de la atención en los boliches de 1 a 4 de la madrugada y es que pese a que promocionan con descuentos para el ingreso hasta medianoche o 1, no ingresan hasta la 1 y se quedan tres horas. Por ello explicó que consumen alcohol antes de ingresar al local, y aclaró que la Policía accede a los locales y saca a la gente, cuando en realidad el control de esa fuerza debería ser hacia afuera, y los propietarios responsables en el interior
"A nosotros no nos importa tanto el horario, es la responsabilidad que deben asumir todos los órganos de control y que seamos controlados permanentemente", afirmó el empresario quien estimó que el de las 5 sería accesible. Aseguró que el horario de las 4 está asociado a accidentes y apuntó a mejorar los controles en el acceso.
En este sentido Daniel Tóffoli, propietario de un local bailable de Alto La Viña, planteó que la problemática del alcohol excede a la actividad del sector que integra, por entender que sólo en esta capital hay 3.000 permisos Reba para comercializar alcohol siendo sólo 15 los boliches bailables, que abren solamente de 1 a 4. "Las demás actividades, más de 2.900 almacenes, drugstores, supermercaditos y verdulerías trabajan 18 horas por día en la semana", precisó, asegurando que es exagerado que se endilgue culpabilidad al sector.
También planteó que la actividad de boliches bailables es muy controlada e implica abonar tasas municipales, tributarias y bomberos respecto a las capacidades, que se diferencian al de locales ilegales que surgen cuando se cierran los locales, llamados "after", que no tributan, no tienen servicio de seguridad adicional y se mueven para evitar ser clausurados con lo cual debería haber más controles con involucramiento de centros vecinales. Además, sostuvo que al tener tanta presión tributaria requieren que el horario de apertura de los locales sea hasta las 5, de modo que la gente pueda desalojar en 30 minutos y que puedan acceder al transporte público.
Por su parte, otro de los propietarios, Gustavo Sandoval coincidió en que lo esencial son los controles y que a diferencia de lo que plantearon algunos oradores, los bolicheros no son responsables del problema del alcohol, al cual consideró como un problema social. "Acá hay una falta de control de la casa, que se genera por los padres que dada las necesidades tienen que salir a trabajar los dos y los chicos están en descontrol, los chicos están a los 13 o 14 años en la calle", planteó.
Por otro lado, aclaró que los propietarios de locales bailables no son responsables de la denominada "previa", ya que sólo se ocupan de la atención en los boliches de 1 a 4 de la madrugada y es que pese a que promocionan con descuentos para el ingreso hasta medianoche o 1, no ingresan hasta la 1 y se quedan tres horas. Por ello explicó que consumen alcohol antes de ingresar al local, y aclaró que la Policía accede a los locales y saca a la gente, cuando en realidad el control de esa fuerza debería ser hacia afuera, y los propietarios responsables en el interior
"A nosotros no nos importa tanto el horario, es la responsabilidad que deben asumir todos los órganos de control y que seamos controlados permanentemente", afirmó el empresario quien estimó que el de las 5 sería accesible. Aseguró que el horario de las 4 está asociado a accidentes y apuntó a mejorar los controles en el acceso.