¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

15°
19 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Periodismo, humor e ironía

Martes, 07 de junio de 2016 01:30
ADOLFO CASTELO
Me hubiese gusta conocer a Adolfo Castelo, es de esos personajes que a lo largo de mi carrera periodística publicitaria siempre lo pensé y lo tuve presente. Es de esas pocas personas "famosas" que uno realmente hubiese querido cruzarse en algún momento de nuestras vidas, pero no para conocerlo y listo, sino para conocerlo y aprender. Con un café por medio hubiese sido interesante preguntarle qué significaba para él informar y comunicar, cómo presentar una noticia, por qué elegía ese estilo tan particular de informar que lo destacaba, entre la ironía y el humor. Además de conocer anécdotas y experiencias de vida, de un hombre que considero un maestro en este género. Cuando era chico lo veía en la televisión en un programa que se llamaba La Noticia Rebelde que era transmitido por ATC (actual TV Pública), junto a Castelo estaban Raúl Becerra, Jorge Guinzburg, Carlos Abrevaya y Nicolás Repetto, donde con humor e ironía estos periodistas trataban la noticia de manera desopilante.

Desde ese entonces siempre me llamó la atención su cara de "pocos amigos", su blanca cabellera y su voz ronca. Sentía que era una persona muy sería, pero con un gran sentido del humor, capaz de sacarte un sonrisa leyéndote una noticia, porque luego de ello, venía su "gag" (remate).

Él era periodista, creativo, conductor, humorista y escritor; o por lo menos lo veo así. Me marcó en mi época de estudiante de comunicación porque siempre me gustó pensar en producir un programa o contenido que tuviese información actual pero tratada con humor, ironía y sarcasmo, algo que a él lo sabía hacer muy bien.

Ejemplos sobran sobre sus producciones, pero hubieron tres que realmente mostraban de cuerpo y alma lo que era Adolfo Castelo, y me marcaron en este camino de esta hermosa profesión; la primera fue La Noticia Rebelde, un programa ícono para los que llegaron después, como Caiga Quien Caiga, Duro de Domar, TVR, entre otros. El segundo fue "Mirá lo que te digo" programa que emitía Radio Mitre del 2001 al 2004, Junto a Castelo estaba Gillespi, Halperin, Lorena Maciel, Barragán, entre otros. Todas las tardes disfrutaba del humor y la actualidad escuchada del relato irónico de Castelo y su tropa.

En "Mirá lo que te digo" se podía reconocer a un genio en el arte de hacer radio, uno sentía que estaba integrado a la mesa de conversación, allí dentro de la radio. Recuerdo una entrevista que tuvo con Sandro, y sinceramente, una parecía estar allí, viendo y escuchando las anécdotas de dos grandes amigos, y aprovechaban la ocasión para divertirse y hacerte sentir parte de sus andanzas. En los últimos años de su vida, también fue editor de "TXT" una de las revistas más polémicas del 2000, con contenido realmente periodístico, tal es el caso de la entrevista a El ex secretario parlamentario del Senado Mario Pontaquarto que contó sobre cómo fueron los sobornos para la Reforma Laboral; también investigó sobre la explotación de los niños futbolistas y su emigración a Europa, entre tantos temas de actualidad.

Castelo era de esos periodistas que pensaban muy bien su relato.Antes de comentarlo buscaba las palabras necesarias e imprescindibles para que quedes atrapado y no quieras dejar de escucharlo o leerlo. Él sabía que tenía algo para decir y lo mejor de todo, sabía cómo decirlo. Usando una de las herramientas más insuperables para que un mensaje llegue y se quede dando vueltas en tu cabeza, el humor.

Así con ironía, sarcasmo y humor Castelo te informaba, te hacía disfrutar de un buen tiempo de radio o de una buena revista periodística.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
Me hubiese gusta conocer a Adolfo Castelo, es de esos personajes que a lo largo de mi carrera periodística publicitaria siempre lo pensé y lo tuve presente. Es de esas pocas personas "famosas" que uno realmente hubiese querido cruzarse en algún momento de nuestras vidas, pero no para conocerlo y listo, sino para conocerlo y aprender. Con un café por medio hubiese sido interesante preguntarle qué significaba para él informar y comunicar, cómo presentar una noticia, por qué elegía ese estilo tan particular de informar que lo destacaba, entre la ironía y el humor. Además de conocer anécdotas y experiencias de vida, de un hombre que considero un maestro en este género. Cuando era chico lo veía en la televisión en un programa que se llamaba La Noticia Rebelde que era transmitido por ATC (actual TV Pública), junto a Castelo estaban Raúl Becerra, Jorge Guinzburg, Carlos Abrevaya y Nicolás Repetto, donde con humor e ironía estos periodistas trataban la noticia de manera desopilante.

Desde ese entonces siempre me llamó la atención su cara de "pocos amigos", su blanca cabellera y su voz ronca. Sentía que era una persona muy sería, pero con un gran sentido del humor, capaz de sacarte un sonrisa leyéndote una noticia, porque luego de ello, venía su "gag" (remate).

Él era periodista, creativo, conductor, humorista y escritor; o por lo menos lo veo así. Me marcó en mi época de estudiante de comunicación porque siempre me gustó pensar en producir un programa o contenido que tuviese información actual pero tratada con humor, ironía y sarcasmo, algo que a él lo sabía hacer muy bien.

Ejemplos sobran sobre sus producciones, pero hubieron tres que realmente mostraban de cuerpo y alma lo que era Adolfo Castelo, y me marcaron en este camino de esta hermosa profesión; la primera fue La Noticia Rebelde, un programa ícono para los que llegaron después, como Caiga Quien Caiga, Duro de Domar, TVR, entre otros. El segundo fue "Mirá lo que te digo" programa que emitía Radio Mitre del 2001 al 2004, Junto a Castelo estaba Gillespi, Halperin, Lorena Maciel, Barragán, entre otros. Todas las tardes disfrutaba del humor y la actualidad escuchada del relato irónico de Castelo y su tropa.

En "Mirá lo que te digo" se podía reconocer a un genio en el arte de hacer radio, uno sentía que estaba integrado a la mesa de conversación, allí dentro de la radio. Recuerdo una entrevista que tuvo con Sandro, y sinceramente, una parecía estar allí, viendo y escuchando las anécdotas de dos grandes amigos, y aprovechaban la ocasión para divertirse y hacerte sentir parte de sus andanzas. En los últimos años de su vida, también fue editor de "TXT" una de las revistas más polémicas del 2000, con contenido realmente periodístico, tal es el caso de la entrevista a El ex secretario parlamentario del Senado Mario Pontaquarto que contó sobre cómo fueron los sobornos para la Reforma Laboral; también investigó sobre la explotación de los niños futbolistas y su emigración a Europa, entre tantos temas de actualidad.

Castelo era de esos periodistas que pensaban muy bien su relato.Antes de comentarlo buscaba las palabras necesarias e imprescindibles para que quedes atrapado y no quieras dejar de escucharlo o leerlo. Él sabía que tenía algo para decir y lo mejor de todo, sabía cómo decirlo. Usando una de las herramientas más insuperables para que un mensaje llegue y se quede dando vueltas en tu cabeza, el humor.

Así con ironía, sarcasmo y humor Castelo te informaba, te hacía disfrutar de un buen tiempo de radio o de una buena revista periodística.

Temas de la nota