¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

29°
23 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Polémico, querido y muy recordado por su labor

Martes, 07 de junio de 2016 01:30
JUAN CARLOS ZAMBRANO
Todos los años al acercarse el Día del Periodista, uno suele ponerse a recordar anécdotas, algún tema, momentos o sobre todo personas, aquellas que de una u otra manera nos marcaron en esta profesión. En mi caso puedo nombrar a "Tucho" Figueroa que me brindó la oportunidad de estar, y a Laura Ballatore con quien compartí esos primeros momentos y que hoy la vida nos cruza una vez más, pero ahora, tomando decisiones más importantes en la redacción.

De los admirados en aquella "mi época" están Laura Barberís una respetada y reconocida periodista del medio (hoy una buena amiga compañera de muchos cafés; Juan Carlos Andrada, otra institución y Carlos Ferraro, responsable de que esté nuevamente en la gráfica. Podría escribir cientos de caracteres sobre cada uno de ellos y de lo que significaron y significan en mi carrera pero por suerte los sigo teniendo como guía, cada uno en lo suyo. Por eso me voy a permitir dedicarle un poco más a uno de mis contemporáneos, Juan Carlos Zambrano, que desgraciadamente no está físicamente en el ruedo.

Juanca, como solíamos llamarlo, se cruzó en mi vida cuando ambos no sabíamos aún qué nos deparaba el destino, lo recuerdo trabajando de seguridad en un supermercado que tampoco está, Casa Lozano, y su amable saludo, como si nos conociéramos de toda la vida y por supuesto su voz en los parlantes del comercio brindando recomendaciones o llamando a un "repositor a caja 1" sin dudas que lo suyo era la locución.

Años más tarde la calle nos volvió a juntar, él entrevistando para canal 7 y yo para El Tribuno y Canal 2. Fueron muchos los momentos compartidos, guardias periodísticas, y algunas que otras opiniones encontradas sobre la realidad que nos tocaba vivir. Eran momentos convulsionados en la provincia.
Juanca era un periodista al que le gustaba confrontar, escuchar , analizar e investigar. La particularidad era que siempre apostaba a formar equipos y era cero egoísmo, en eso nos parecíamos. De esa manera de trabajar nacieron varios programas de tv e incluso de radio. Recuerdo con cariño que mi acercamiento a Radio Visión fue justamente de notero de un programa que hacía los domingos.

Con su voz gruesa y clara, aunque a veces se comía las "s" o las ponía ahí donde se notaban más, abría la conducción en el noticiero, o su columna política o simplemente su comentario exacto. No había un día en que la gente no lo buscara en el canal por uno u otro tema. Él recibía a todos con paciencia y escuchaba. Otra cualidad que hablaba de su calidad de gente y sobre todo de periodista comprometido. Desde un problema vecinal, de esos a los que la nueva camada suele esquivar, hasta un complejo entramado de corrupción o estafa. Todos los temas entraban en su agenda.

Si uno se asomaba desde la sala de edición podía verlo en su oficina tapado de fotocopias con expedientes, leyendo notas, hablando por teléfono, conversando con conocidos y desconocidos, siempre ocupado, entrando y saliendo. Era inquieto. Muchas veces discutíamos fuerte por los temas que incluiríamos en los noticieros. Cuando no había acuerdo. Venía el silencio. Se iba, pero al volver reconocía su error o yo el mío. Y a otra cosa. A seguir trabajando. Me enseñó a escuchar y a reconocer cuando uno se equivocaba, sin llevar las cosas más lejos. Solo es trabajo.

Una tarde él estaba disperso, pensativo, preocupado diría, como siempre cuando la jornada estaba llegando a su fin. Esa noche fue rara. Entre esas consultas para ponernos de acuerdo por la tarea de los compañeros, me acerqué, le pregunté que le pasaba y me dijo "nada", miró el vacío y volvió a decir, "hay momentos en que todo me cansa...pero ya va a pasar...todo va a estar bien". Volvimos a hablar del trabajo, "hace como quieras. Vamos bien", me dijo. Salí de la oficina y al rato lo hizo él. Saludó y se despidió con una sonrisa yun "nos vemos mañana". Era un 18 de marzo del 2008.

El 19, al otro día, la noticia fue su muerte. Fue todo muy raro y muy duro. Lo que mas me marcó fue tener que anunciar en el noticiero del mediodía que Juanca había sido cobardemente asesinado. Sentir que se te cortan las palabras y que casi no te sale la voz. El silencio en el estudio, los ojos rojos e hinchados de mis compañeros detrás de las cámaras.

No voy a referirme a las dudas y a todo lo que se generó después y que aún hoy sigue generando su muerte. Prefiero solo recordar al periodista, al amigo, al compañero, al jefe de noticias.

Cuestionado, muchas veces odiado, polémico en sus informes, inimitable en su estilo. "Katrina", su última frase televisiva, quizás pueda describirlo como periodista por la pasión que le ponía a cada tema que encaraba y como arrasaba con las críticas llegando incluso a denuncias ante la justicia.

Así fue el periodista jujeño Juan Carlos Zambrano y así te recuerdo mi amigo en este "Día del Periodista".
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
Todos los años al acercarse el Día del Periodista, uno suele ponerse a recordar anécdotas, algún tema, momentos o sobre todo personas, aquellas que de una u otra manera nos marcaron en esta profesión. En mi caso puedo nombrar a "Tucho" Figueroa que me brindó la oportunidad de estar, y a Laura Ballatore con quien compartí esos primeros momentos y que hoy la vida nos cruza una vez más, pero ahora, tomando decisiones más importantes en la redacción.

De los admirados en aquella "mi época" están Laura Barberís una respetada y reconocida periodista del medio (hoy una buena amiga compañera de muchos cafés; Juan Carlos Andrada, otra institución y Carlos Ferraro, responsable de que esté nuevamente en la gráfica. Podría escribir cientos de caracteres sobre cada uno de ellos y de lo que significaron y significan en mi carrera pero por suerte los sigo teniendo como guía, cada uno en lo suyo. Por eso me voy a permitir dedicarle un poco más a uno de mis contemporáneos, Juan Carlos Zambrano, que desgraciadamente no está físicamente en el ruedo.

Juanca, como solíamos llamarlo, se cruzó en mi vida cuando ambos no sabíamos aún qué nos deparaba el destino, lo recuerdo trabajando de seguridad en un supermercado que tampoco está, Casa Lozano, y su amable saludo, como si nos conociéramos de toda la vida y por supuesto su voz en los parlantes del comercio brindando recomendaciones o llamando a un "repositor a caja 1" sin dudas que lo suyo era la locución.

Años más tarde la calle nos volvió a juntar, él entrevistando para canal 7 y yo para El Tribuno y Canal 2. Fueron muchos los momentos compartidos, guardias periodísticas, y algunas que otras opiniones encontradas sobre la realidad que nos tocaba vivir. Eran momentos convulsionados en la provincia.
Juanca era un periodista al que le gustaba confrontar, escuchar , analizar e investigar. La particularidad era que siempre apostaba a formar equipos y era cero egoísmo, en eso nos parecíamos. De esa manera de trabajar nacieron varios programas de tv e incluso de radio. Recuerdo con cariño que mi acercamiento a Radio Visión fue justamente de notero de un programa que hacía los domingos.

Con su voz gruesa y clara, aunque a veces se comía las "s" o las ponía ahí donde se notaban más, abría la conducción en el noticiero, o su columna política o simplemente su comentario exacto. No había un día en que la gente no lo buscara en el canal por uno u otro tema. Él recibía a todos con paciencia y escuchaba. Otra cualidad que hablaba de su calidad de gente y sobre todo de periodista comprometido. Desde un problema vecinal, de esos a los que la nueva camada suele esquivar, hasta un complejo entramado de corrupción o estafa. Todos los temas entraban en su agenda.

Si uno se asomaba desde la sala de edición podía verlo en su oficina tapado de fotocopias con expedientes, leyendo notas, hablando por teléfono, conversando con conocidos y desconocidos, siempre ocupado, entrando y saliendo. Era inquieto. Muchas veces discutíamos fuerte por los temas que incluiríamos en los noticieros. Cuando no había acuerdo. Venía el silencio. Se iba, pero al volver reconocía su error o yo el mío. Y a otra cosa. A seguir trabajando. Me enseñó a escuchar y a reconocer cuando uno se equivocaba, sin llevar las cosas más lejos. Solo es trabajo.

Una tarde él estaba disperso, pensativo, preocupado diría, como siempre cuando la jornada estaba llegando a su fin. Esa noche fue rara. Entre esas consultas para ponernos de acuerdo por la tarea de los compañeros, me acerqué, le pregunté que le pasaba y me dijo "nada", miró el vacío y volvió a decir, "hay momentos en que todo me cansa...pero ya va a pasar...todo va a estar bien". Volvimos a hablar del trabajo, "hace como quieras. Vamos bien", me dijo. Salí de la oficina y al rato lo hizo él. Saludó y se despidió con una sonrisa yun "nos vemos mañana". Era un 18 de marzo del 2008.

El 19, al otro día, la noticia fue su muerte. Fue todo muy raro y muy duro. Lo que mas me marcó fue tener que anunciar en el noticiero del mediodía que Juanca había sido cobardemente asesinado. Sentir que se te cortan las palabras y que casi no te sale la voz. El silencio en el estudio, los ojos rojos e hinchados de mis compañeros detrás de las cámaras.

No voy a referirme a las dudas y a todo lo que se generó después y que aún hoy sigue generando su muerte. Prefiero solo recordar al periodista, al amigo, al compañero, al jefe de noticias.

Cuestionado, muchas veces odiado, polémico en sus informes, inimitable en su estilo. "Katrina", su última frase televisiva, quizás pueda describirlo como periodista por la pasión que le ponía a cada tema que encaraba y como arrasaba con las críticas llegando incluso a denuncias ante la justicia.

Así fue el periodista jujeño Juan Carlos Zambrano y así te recuerdo mi amigo en este "Día del Periodista".

Temas de la nota