
Esto será posible ya que a partir del nuevo billete de $500, la capacidad de carga de la red de cajeros automáticos de todo el país se quintuplicará.
Esto ayudará a las entidades a reducir costos, pero además supone un ahorro en gastos de impresión para el Bcra y se estima que generará mayor propensión al ahorro en moneda nacional.
Además simplificará la concreción de distintas actividades financieras, pagos, depósitos, y demás operaciones bancarias, además de reducir los costos del traslado de caudales, ya que permite mover un menor volumen de moneda en billetes.