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29 de Marzo,  Jujuy, Argentina
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Importante afluencia de turistas en la Puna jujeña

Lunes, 25 de julio de 2016 01:30
<div>LA QUIACA/ AGASAJO A TURISTAS DE BUENOS AIRES DURANTE EL LANZAMIENTO DE LA TEMPORADA TURISTICA.</div><div>
LA QUIACA (Corresponsal). La primera semana de la temporada turística invernal en esta ciudad no podría ser más óptima, dada la gran cantidad de visitantes que llegó al extremo norte patrio.
Vivenciar la tranquilidad y maravillosos paisajes que a lo largo de todo el trayecto hasta esta localidad puede apreciarse, sin dudas no tiene comparación. Eso sin contar con la hospitalidad y amabilidad del habitante puneño.
Desde el lanzamiento de la temporada turística invernal a cargo del municipio local, que incluyó un gran recibimiento a los turistas, la segunda quincena de julio la plaza hotelera del lugar se ve colmada en toda su capacidad.
A pesar de muchos obstáculos, la Puna va posicionándose paso a paso como un sitio de gran interés y elegido por los visitantes, no solamente por la historia de sus pueblos sino el atractivo que puede observarse en cada ciudad.
Particularmente esta localidad se caracteriza por poseer numerosos edificios construidos de piedra caliza, traídas desde los cerros Ocho Hermanos, los cuales fueron edificados a principios del último siglo.
Sucede en esta frontera norte el turismo puede vivenciarse a pleno, los visitantes no son meros espectadores o "clientes", también pueden pasear por sus angostas calles y sentir el aire puro a 3.400 metros sobre el nivel del mar.
Aparte de contar con todos los servicios y comodidades, hospedajes y hoteles para cualquier bolsillo, también existen otras alternativas como el turismo rural y religioso, y siempre se pueden adquirir artesanías locales realizadas a mano.
Los que se animaron a visitar el verdadero norte argentino son oriundos de provincias como Neuquén, Córdoba, Rosario, Mendoza y Buenos Aires, entre otras grandes urbes.
Todos coincidieron en destacar la calidez del poblador, la belleza natural del lugar, como así también la atención hacia quienes nos visitan, y lo más importante, los precios accesibles en hospedaje, alimentación y recuerdos que quieren llevarse los turistas.
Para la última semana de vacaciones se estima que la cantidad de visitantes supere la media del año anterior, por ello la invitación está abierta para todos los turistas que deseen conocer la indómita Puna jujeña, que aparte de su belleza natural es depositaria de una gran riqueza cultural e histórica. La Puna jujeña es una tierra que remonta al viajero por paisajes inconmensurables, áreas tranquilas y pintorescas, donde aún las costumbres milenarias tienen fuerte arraigo en sus pobladores. El indómito lugar renueva las energías de los visitantes, además ellos pueden participar de festividades locales, como fiestas patronales, festivales y degustar platos regionales, propios de cada lugar. La fe religiosa del puneño se ve plasmada en iglesias y templos con orígenes en la colonia.
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LA QUIACA (Corresponsal). La primera semana de la temporada turística invernal en esta ciudad no podría ser más óptima, dada la gran cantidad de visitantes que llegó al extremo norte patrio.
Vivenciar la tranquilidad y maravillosos paisajes que a lo largo de todo el trayecto hasta esta localidad puede apreciarse, sin dudas no tiene comparación. Eso sin contar con la hospitalidad y amabilidad del habitante puneño.
Desde el lanzamiento de la temporada turística invernal a cargo del municipio local, que incluyó un gran recibimiento a los turistas, la segunda quincena de julio la plaza hotelera del lugar se ve colmada en toda su capacidad.
A pesar de muchos obstáculos, la Puna va posicionándose paso a paso como un sitio de gran interés y elegido por los visitantes, no solamente por la historia de sus pueblos sino el atractivo que puede observarse en cada ciudad.
Particularmente esta localidad se caracteriza por poseer numerosos edificios construidos de piedra caliza, traídas desde los cerros Ocho Hermanos, los cuales fueron edificados a principios del último siglo.
Sucede en esta frontera norte el turismo puede vivenciarse a pleno, los visitantes no son meros espectadores o "clientes", también pueden pasear por sus angostas calles y sentir el aire puro a 3.400 metros sobre el nivel del mar.
Aparte de contar con todos los servicios y comodidades, hospedajes y hoteles para cualquier bolsillo, también existen otras alternativas como el turismo rural y religioso, y siempre se pueden adquirir artesanías locales realizadas a mano.
Los que se animaron a visitar el verdadero norte argentino son oriundos de provincias como Neuquén, Córdoba, Rosario, Mendoza y Buenos Aires, entre otras grandes urbes.
Todos coincidieron en destacar la calidez del poblador, la belleza natural del lugar, como así también la atención hacia quienes nos visitan, y lo más importante, los precios accesibles en hospedaje, alimentación y recuerdos que quieren llevarse los turistas.
Para la última semana de vacaciones se estima que la cantidad de visitantes supere la media del año anterior, por ello la invitación está abierta para todos los turistas que deseen conocer la indómita Puna jujeña, que aparte de su belleza natural es depositaria de una gran riqueza cultural e histórica. La Puna jujeña es una tierra que remonta al viajero por paisajes inconmensurables, áreas tranquilas y pintorescas, donde aún las costumbres milenarias tienen fuerte arraigo en sus pobladores. El indómito lugar renueva las energías de los visitantes, además ellos pueden participar de festividades locales, como fiestas patronales, festivales y degustar platos regionales, propios de cada lugar. La fe religiosa del puneño se ve plasmada en iglesias y templos con orígenes en la colonia.