El inicio de los trabajos en el Wells Fargo Center, en Filadelfia, estalló en un ensordecedor duelo entre los seguidores de Clinton y los delegados de Sanders, en una impresionante cacofonía de abucheos y vítores de aprobación a la ex secretaria de Estado.
"Bernie, Bernie", estallaban en las gradas los delegados de Sanders cada vez que el nombre de Clinton era pronunciado en el estrado de los oradores, mientras que al coro le respondía otro igualmente ruidoso, "Hillary, Hillary".
La secretaria encargada de coordinar tareas en la Convención, la legisladora Marcia Fudge, intentó tímidamente pedir a los delegados respeto por los discursos, pero el coro se tornó aún más ensordecedor.
El partido, que pretendía hacer de esta convención nacional una fiesta de su unidad interna, llegó este instante profundamente dividido, aunque Sanders hizo este lunes un dramático llamado a sus seguidores a votar por Clinton en las elecciones de noviembre.
Pero la crisis se tornó indisfrazable en el partido. El martillazo que dio inicio a los trabajos fue dado por la secretaria del Comité Nacional Demócrata y alcaldesa de Baltimore, Stephanie Rawlings Blake, ya que la presidenta del partido, Debbie Wasserman Schultz, renunció en la víspera.
En la mañana de este lunes, Wasserman Schultz intentó pronunciar un discurso ante delegados por el estado de Florida -estado que ella representa en la cámara baja del Congreso- pero los abucheos e interrupciones la obligaron a salir escoltada del escenario.
Por su parte, Sanders tuvo que escuchar abucheos de sus propios seguidores al pedirles que voten por la ex secretaria de Estado ya que la prioridad es derrotar a Trump.
Sanders y Wasserman Schultz son las figuras centrales del espectacular escándalo que sacudió al partido en la víspera de una convención nacional.
La crisis mostró el rostro el viernes con la publicación en el sitio WikiLeaks de casi 20.000 e-mails internos de altos dirigentes del partido en los que se muestra una postura favorable a Clinton en las primarias.
Este favoritismo fue algo que Sanders -quien hablará el lunes en la convención-, había denunciado en varias ocasiones.
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El inicio de los trabajos en el Wells Fargo Center, en Filadelfia, estalló en un ensordecedor duelo entre los seguidores de Clinton y los delegados de Sanders, en una impresionante cacofonía de abucheos y vítores de aprobación a la ex secretaria de Estado.
"Bernie, Bernie", estallaban en las gradas los delegados de Sanders cada vez que el nombre de Clinton era pronunciado en el estrado de los oradores, mientras que al coro le respondía otro igualmente ruidoso, "Hillary, Hillary".
La secretaria encargada de coordinar tareas en la Convención, la legisladora Marcia Fudge, intentó tímidamente pedir a los delegados respeto por los discursos, pero el coro se tornó aún más ensordecedor.
El partido, que pretendía hacer de esta convención nacional una fiesta de su unidad interna, llegó este instante profundamente dividido, aunque Sanders hizo este lunes un dramático llamado a sus seguidores a votar por Clinton en las elecciones de noviembre.
Pero la crisis se tornó indisfrazable en el partido. El martillazo que dio inicio a los trabajos fue dado por la secretaria del Comité Nacional Demócrata y alcaldesa de Baltimore, Stephanie Rawlings Blake, ya que la presidenta del partido, Debbie Wasserman Schultz, renunció en la víspera.
En la mañana de este lunes, Wasserman Schultz intentó pronunciar un discurso ante delegados por el estado de Florida -estado que ella representa en la cámara baja del Congreso- pero los abucheos e interrupciones la obligaron a salir escoltada del escenario.
Por su parte, Sanders tuvo que escuchar abucheos de sus propios seguidores al pedirles que voten por la ex secretaria de Estado ya que la prioridad es derrotar a Trump.
Sanders y Wasserman Schultz son las figuras centrales del espectacular escándalo que sacudió al partido en la víspera de una convención nacional.
La crisis mostró el rostro el viernes con la publicación en el sitio WikiLeaks de casi 20.000 e-mails internos de altos dirigentes del partido en los que se muestra una postura favorable a Clinton en las primarias.
Este favoritismo fue algo que Sanders -quien hablará el lunes en la convención-, había denunciado en varias ocasiones.