Cada 28 de julio se recuerda el Día Mundial de la Hepatitis, y desde el Hospital "San Roque" se busca crear conciencia mediante actividades que se iniciarán hoy con una carpa informativa que ofrecerá atención. Prevén realizar además atención gratuita y sin previo turno en la Sala 7 del hospital de modo que puedan acceder al testeo gratuito de Hepatitis B y C; y se recomendarán vacunas para evitar la Hepatitis B.
A la hora de afrontar algún malestar a veces somos presos del temor al resultado. Pero es importante saber que mientras más tempranamente se llegue a un testeo precoz y con ello a un diagnóstico, será mayor la probabilidad de curación de enfermedades y no sólo hepatitis virales.
Para dar su testimonio, Salvador Fernández, paciente que aún padece de Hepatitis C, explicó cómo un cansancio permanente al que no le dio importancia culminó en una descompensación de la enfermedad hepática, y se llegó entonces al diagnóstico de la enfermedad pero en etapa tardía.
"Hace como siete u ocho años empecé a tener fatiga, cansancio, pese a que mi trabajo no lleva mucho esfuerzo, y en un momento determinado tuve una descompensación; me internaron en terapia, me compensaron y buscaban las causas; me hicieron análisis que se enviaron a Santa Fe y se detectó Hepatitis C", precisó.
Una vez tratado y consciente de que debía ser trasplantado, recayó con una descompensación, una hemorragia, que lo llevó al Instituto Favaloro, donde luego de cuatro meses fue trasplantado en diciembre de 2009, pese a lo cual aún porta el virus. Fernández, que es empleado del Poder Judicial, de 54 años y con una familia por detrás, espera comenzar el tratamiento con nuevas drogas que lo curen.
Sin embargo, hizo hincapié en cómo fue que se contagió el virus de la Hepatitis C (HCV), y recordó que cuando hizo el servicio militar obligatorio en la base Almirante Zar en Trelew. "Me descompensé en febrero del ''82 y me hicieron una transfusión. En ese momento no se controlaba la sangre, es allí donde me contagio", afirmó. Por ello hizo énfasis en la necesidad de prevenir, y destacó que una vez que se tiene el virus deben tener algunos cuidados rigurosos, hacerse la carga viral cada 6 meses, biopsia en la fundación Favaloro, "no tengo que ni siquiera resfriarme, ya que soy paciente inmunosuprimido de riesgo", aseguró. Dijo que por ello no solo cuida su dieta sino su modo de vida, debe tomar la medicación, el inmunosupresor y en el lugar de trabajo debe tener muchos cuidados. "Trasplantado me siento mejor, y mejoró mi calidad de vida", agregó, ponderando la importancia de la contención familiar, e insistió en la necesidad de tomar conciencia de hacerse los análisis, el control de salud y la donación de órganos. "Estar trasplantado y todavía tener el virus es una lucha diaria. Mi sueño es poder curarme. Tengo confianza de entrar en el programa (para acceder a la medicación)", dijo, asegurando que nadie es el mismo después de un trasplante por lo que alentó a vacunarse y prevenir.
A la hora de afrontar algún malestar a veces somos presos del temor al resultado. Pero es importante saber que mientras más tempranamente se llegue a un testeo precoz y con ello a un diagnóstico, será mayor la probabilidad de curación de enfermedades y no sólo hepatitis virales.
Para dar su testimonio, Salvador Fernández, paciente que aún padece de Hepatitis C, explicó cómo un cansancio permanente al que no le dio importancia culminó en una descompensación de la enfermedad hepática, y se llegó entonces al diagnóstico de la enfermedad pero en etapa tardía.
"Hace como siete u ocho años empecé a tener fatiga, cansancio, pese a que mi trabajo no lleva mucho esfuerzo, y en un momento determinado tuve una descompensación; me internaron en terapia, me compensaron y buscaban las causas; me hicieron análisis que se enviaron a Santa Fe y se detectó Hepatitis C", precisó.
Una vez tratado y consciente de que debía ser trasplantado, recayó con una descompensación, una hemorragia, que lo llevó al Instituto Favaloro, donde luego de cuatro meses fue trasplantado en diciembre de 2009, pese a lo cual aún porta el virus. Fernández, que es empleado del Poder Judicial, de 54 años y con una familia por detrás, espera comenzar el tratamiento con nuevas drogas que lo curen.
Sin embargo, hizo hincapié en cómo fue que se contagió el virus de la Hepatitis C (HCV), y recordó que cuando hizo el servicio militar obligatorio en la base Almirante Zar en Trelew. "Me descompensé en febrero del ''82 y me hicieron una transfusión. En ese momento no se controlaba la sangre, es allí donde me contagio", afirmó. Por ello hizo énfasis en la necesidad de prevenir, y destacó que una vez que se tiene el virus deben tener algunos cuidados rigurosos, hacerse la carga viral cada 6 meses, biopsia en la fundación Favaloro, "no tengo que ni siquiera resfriarme, ya que soy paciente inmunosuprimido de riesgo", aseguró. Dijo que por ello no solo cuida su dieta sino su modo de vida, debe tomar la medicación, el inmunosupresor y en el lugar de trabajo debe tener muchos cuidados. "Trasplantado me siento mejor, y mejoró mi calidad de vida", agregó, ponderando la importancia de la contención familiar, e insistió en la necesidad de tomar conciencia de hacerse los análisis, el control de salud y la donación de órganos. "Estar trasplantado y todavía tener el virus es una lucha diaria. Mi sueño es poder curarme. Tengo confianza de entrar en el programa (para acceder a la medicación)", dijo, asegurando que nadie es el mismo después de un trasplante por lo que alentó a vacunarse y prevenir.
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Cada 28 de julio se recuerda el Día Mundial de la Hepatitis, y desde el Hospital "San Roque" se busca crear conciencia mediante actividades que se iniciarán hoy con una carpa informativa que ofrecerá atención. Prevén realizar además atención gratuita y sin previo turno en la Sala 7 del hospital de modo que puedan acceder al testeo gratuito de Hepatitis B y C; y se recomendarán vacunas para evitar la Hepatitis B.
A la hora de afrontar algún malestar a veces somos presos del temor al resultado. Pero es importante saber que mientras más tempranamente se llegue a un testeo precoz y con ello a un diagnóstico, será mayor la probabilidad de curación de enfermedades y no sólo hepatitis virales.
Para dar su testimonio, Salvador Fernández, paciente que aún padece de Hepatitis C, explicó cómo un cansancio permanente al que no le dio importancia culminó en una descompensación de la enfermedad hepática, y se llegó entonces al diagnóstico de la enfermedad pero en etapa tardía.
"Hace como siete u ocho años empecé a tener fatiga, cansancio, pese a que mi trabajo no lleva mucho esfuerzo, y en un momento determinado tuve una descompensación; me internaron en terapia, me compensaron y buscaban las causas; me hicieron análisis que se enviaron a Santa Fe y se detectó Hepatitis C", precisó.
Una vez tratado y consciente de que debía ser trasplantado, recayó con una descompensación, una hemorragia, que lo llevó al Instituto Favaloro, donde luego de cuatro meses fue trasplantado en diciembre de 2009, pese a lo cual aún porta el virus. Fernández, que es empleado del Poder Judicial, de 54 años y con una familia por detrás, espera comenzar el tratamiento con nuevas drogas que lo curen.
Sin embargo, hizo hincapié en cómo fue que se contagió el virus de la Hepatitis C (HCV), y recordó que cuando hizo el servicio militar obligatorio en la base Almirante Zar en Trelew. "Me descompensé en febrero del ''82 y me hicieron una transfusión. En ese momento no se controlaba la sangre, es allí donde me contagio", afirmó. Por ello hizo énfasis en la necesidad de prevenir, y destacó que una vez que se tiene el virus deben tener algunos cuidados rigurosos, hacerse la carga viral cada 6 meses, biopsia en la fundación Favaloro, "no tengo que ni siquiera resfriarme, ya que soy paciente inmunosuprimido de riesgo", aseguró. Dijo que por ello no solo cuida su dieta sino su modo de vida, debe tomar la medicación, el inmunosupresor y en el lugar de trabajo debe tener muchos cuidados. "Trasplantado me siento mejor, y mejoró mi calidad de vida", agregó, ponderando la importancia de la contención familiar, e insistió en la necesidad de tomar conciencia de hacerse los análisis, el control de salud y la donación de órganos. "Estar trasplantado y todavía tener el virus es una lucha diaria. Mi sueño es poder curarme. Tengo confianza de entrar en el programa (para acceder a la medicación)", dijo, asegurando que nadie es el mismo después de un trasplante por lo que alentó a vacunarse y prevenir.
A la hora de afrontar algún malestar a veces somos presos del temor al resultado. Pero es importante saber que mientras más tempranamente se llegue a un testeo precoz y con ello a un diagnóstico, será mayor la probabilidad de curación de enfermedades y no sólo hepatitis virales.
Para dar su testimonio, Salvador Fernández, paciente que aún padece de Hepatitis C, explicó cómo un cansancio permanente al que no le dio importancia culminó en una descompensación de la enfermedad hepática, y se llegó entonces al diagnóstico de la enfermedad pero en etapa tardía.
"Hace como siete u ocho años empecé a tener fatiga, cansancio, pese a que mi trabajo no lleva mucho esfuerzo, y en un momento determinado tuve una descompensación; me internaron en terapia, me compensaron y buscaban las causas; me hicieron análisis que se enviaron a Santa Fe y se detectó Hepatitis C", precisó.
Una vez tratado y consciente de que debía ser trasplantado, recayó con una descompensación, una hemorragia, que lo llevó al Instituto Favaloro, donde luego de cuatro meses fue trasplantado en diciembre de 2009, pese a lo cual aún porta el virus. Fernández, que es empleado del Poder Judicial, de 54 años y con una familia por detrás, espera comenzar el tratamiento con nuevas drogas que lo curen.
Sin embargo, hizo hincapié en cómo fue que se contagió el virus de la Hepatitis C (HCV), y recordó que cuando hizo el servicio militar obligatorio en la base Almirante Zar en Trelew. "Me descompensé en febrero del ''82 y me hicieron una transfusión. En ese momento no se controlaba la sangre, es allí donde me contagio", afirmó. Por ello hizo énfasis en la necesidad de prevenir, y destacó que una vez que se tiene el virus deben tener algunos cuidados rigurosos, hacerse la carga viral cada 6 meses, biopsia en la fundación Favaloro, "no tengo que ni siquiera resfriarme, ya que soy paciente inmunosuprimido de riesgo", aseguró. Dijo que por ello no solo cuida su dieta sino su modo de vida, debe tomar la medicación, el inmunosupresor y en el lugar de trabajo debe tener muchos cuidados. "Trasplantado me siento mejor, y mejoró mi calidad de vida", agregó, ponderando la importancia de la contención familiar, e insistió en la necesidad de tomar conciencia de hacerse los análisis, el control de salud y la donación de órganos. "Estar trasplantado y todavía tener el virus es una lucha diaria. Mi sueño es poder curarme. Tengo confianza de entrar en el programa (para acceder a la medicación)", dijo, asegurando que nadie es el mismo después de un trasplante por lo que alentó a vacunarse y prevenir.