En una sala colmada Iñaki Urlezaga y Gabriela Alberti emocionaron a quienes asistieron al cine teatro Altos Hornos Zapla donde se vivió una noche de ballet inolvidable. Así las estrellas desplegaron su lenguaje corporal en las obras clásicas “Carmen” de Bizet y “Bolero” de Ravell.
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En una sala colmada Iñaki Urlezaga y Gabriela Alberti emocionaron a quienes asistieron al cine teatro Altos Hornos Zapla donde se vivió una noche de ballet inolvidable. Así las estrellas desplegaron su lenguaje corporal en las obras clásicas “Carmen” de Bizet y “Bolero” de Ravell.
Con las luces apagadas a punto de iniciar la presentación, la emoción se podía sentir en toda la sala, el público esperaba y ante la aparición de los primeros pasajes musicales los privilegiados asistentes aguardaban en el más absoluto respeto.
Iñaki Urlezaga hizo su ingreso al escenario y los aplausos no se hicieron esperar, la emoción se apoderó del recinto ya que pocas veces, quienes aman la danza, tienen la oportunidad de disfrutar una noche de ballet. Las estrellas brillaron y fue una velada maravillosa.
El Ballet Nacional depende del Ministerio de Desarrollo y se presentó en Palpalá como parte de su temporada 2016.El arte tiene mucho que ver con las personas y transciende el escenario para llegar de una forma tan contundente que se puede sentir la historia como si te la susurraran al oído, ese momento mágico cuando los bailarines con una técnica perfecta desatan la emoción de quienes son espectadores se convierte en un instante único e irrepetible. Así contar sobre la obra puede resultar hasta redundante, porque ya la contaron ellos con sus cuerpos y el alma pero no cabe duda que a todos nos llegó de manera íntima y diferente.
Los protagonistas hablaron con nuestro medio de su trabajo y de su vida que pasa sin duda por el escenario.
De este modo Urlezaga, diálogo con El Tribuno de Jujuy señaló, “es la segunda vez que estamos acá, pero no conocía este teatro y a veces los gobiernos y los elencos estables pueden afrontar una inversión para correrse de la capital y acercarse al interior”, dijo. “Soy argentino, ayudamos a que la danza siga creciendo y dando la posibilidad a nuevos chicos de igualdad de condiciones”, acotó el artista.
Gabriela Alberti, bailarina del teatro Colón acompaña a Iñaki desde algunos años, nos comentó que conoce nuestra sala “porque hace dos años hicimos en este teatro "Dios se lo Pague", recuerdo al público muy entusiasmado”, contó. Mientras nos mostraba el vestuario en su camerino, señaló, “para mí es un honor volver con este espectáculo ya que para mí es un desafío porque es mi primera Carmen y llegué con marcadas expectativas”, expresó. La bella bailarina se mostró amable en un diálogo ameno, “tengo 44 años y bailo desde los 6”, indicó.
Alberti definió la danza como esfuerzo y placer, “no deja de ser un sacrificio, lo que pasa es que uno no lo ve así porque es puro placer, pero requiere mucho más que disciplina”, contó.
“La danza tiene altibajos pero cada vez que uno tiene la oportunidad de subir al escenario se olvida de todo.
A pesar que tengo muchos años en la danza, cada vez que se abre el telón se encienden las luces con los primeros acordes siento un cosquilleo interno”, comentó Gabriela Alberti.
Y la bailarina hoy mamá de dos hijos, recordó que su familia la acompañó siempre para seguir su vocación, “primero me apoyaron mis padres, porque la danza requiere muchos sacrificios y mi familia no era muy pudiente, pero hicieron todo para que lo posible para que económicamente pudiera estudiar”, concluyó.