La Sala II de la Cámara Federal confirmó al juez federal Sebastián Casanello al frente de la investigación contra el empresario detenido Lázaro Báez por lavado de dinero.
Fuentes judiciales informaron que el Tribunal rechazó el pedido de apartamiento que habían realizado los Báez, al considerar que no se pudo probar que Casanello haya estado en la Quinta de Olivos en septiembre del año pasado, en una presunta reunión con la expresidente Cristina Fernández de Kirchner.
No obstante, los camaristas Martín Irurzun y Eduardo Farah ordenaron extraer testimonios de Báez para formar una causa aparte, donde se investigue la presunta visita del juez a Olivos para reunirse con la entonces presidente, tal como refirió el empresario detenido.
Según declaró Báez, en oportunidad de concurrir a Olivos a mediados de septiembre de 2015, se encontró en la antesala del despacho de la entonces Presidente al juez Casanello y, en base a ello, lo recusó por temor de parcialidad.
"Ninguna de las diversas diligencias encomendadas y que fueron desarrolladas por la Policía Federal Argentina, así como tampoco los posteriores testimonios recogidos por la Sala permitieron verificar el encuentro al que Báez aludió", refirió la Cámara. Y agregó que "la prueba producida a pedido de los interesados no logró corroborar objetivamente la versión sobre la existencia de la reunión del juez con la expresidenta dada por el imputado, por lo cual no está probado el temor de parcialidad".
Además, si bien aclararon que el comportamiento de Casanello "no sea el más ortodoxo", a raíz de su contacto con los medios de prensa, tuvieron en cuenta "el interés despertado en la opinión pública por esta causa por la magnitud e importancia de los hechos". "Con el criterio más amplio esta Sala aceptó las propuestas de las partes (...) para decidir sobre la parcialidad alegada que tenía aquella supuesta reunión del juez con el imputado y la entonces Presidenta y que con versión atenuada Lázaro Báez intentó apuntalar, pero lo cierto es que la verificación resultó hasta aquí negativa".
Fuentes judiciales informaron que el Tribunal rechazó el pedido de apartamiento que habían realizado los Báez, al considerar que no se pudo probar que Casanello haya estado en la Quinta de Olivos en septiembre del año pasado, en una presunta reunión con la expresidente Cristina Fernández de Kirchner.
No obstante, los camaristas Martín Irurzun y Eduardo Farah ordenaron extraer testimonios de Báez para formar una causa aparte, donde se investigue la presunta visita del juez a Olivos para reunirse con la entonces presidente, tal como refirió el empresario detenido.
Según declaró Báez, en oportunidad de concurrir a Olivos a mediados de septiembre de 2015, se encontró en la antesala del despacho de la entonces Presidente al juez Casanello y, en base a ello, lo recusó por temor de parcialidad.
"Ninguna de las diversas diligencias encomendadas y que fueron desarrolladas por la Policía Federal Argentina, así como tampoco los posteriores testimonios recogidos por la Sala permitieron verificar el encuentro al que Báez aludió", refirió la Cámara. Y agregó que "la prueba producida a pedido de los interesados no logró corroborar objetivamente la versión sobre la existencia de la reunión del juez con la expresidenta dada por el imputado, por lo cual no está probado el temor de parcialidad".
Además, si bien aclararon que el comportamiento de Casanello "no sea el más ortodoxo", a raíz de su contacto con los medios de prensa, tuvieron en cuenta "el interés despertado en la opinión pública por esta causa por la magnitud e importancia de los hechos". "Con el criterio más amplio esta Sala aceptó las propuestas de las partes (...) para decidir sobre la parcialidad alegada que tenía aquella supuesta reunión del juez con el imputado y la entonces Presidenta y que con versión atenuada Lázaro Báez intentó apuntalar, pero lo cierto es que la verificación resultó hasta aquí negativa".
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La Sala II de la Cámara Federal confirmó al juez federal Sebastián Casanello al frente de la investigación contra el empresario detenido Lázaro Báez por lavado de dinero.
Fuentes judiciales informaron que el Tribunal rechazó el pedido de apartamiento que habían realizado los Báez, al considerar que no se pudo probar que Casanello haya estado en la Quinta de Olivos en septiembre del año pasado, en una presunta reunión con la expresidente Cristina Fernández de Kirchner.
No obstante, los camaristas Martín Irurzun y Eduardo Farah ordenaron extraer testimonios de Báez para formar una causa aparte, donde se investigue la presunta visita del juez a Olivos para reunirse con la entonces presidente, tal como refirió el empresario detenido.
Según declaró Báez, en oportunidad de concurrir a Olivos a mediados de septiembre de 2015, se encontró en la antesala del despacho de la entonces Presidente al juez Casanello y, en base a ello, lo recusó por temor de parcialidad.
"Ninguna de las diversas diligencias encomendadas y que fueron desarrolladas por la Policía Federal Argentina, así como tampoco los posteriores testimonios recogidos por la Sala permitieron verificar el encuentro al que Báez aludió", refirió la Cámara. Y agregó que "la prueba producida a pedido de los interesados no logró corroborar objetivamente la versión sobre la existencia de la reunión del juez con la expresidenta dada por el imputado, por lo cual no está probado el temor de parcialidad".
Además, si bien aclararon que el comportamiento de Casanello "no sea el más ortodoxo", a raíz de su contacto con los medios de prensa, tuvieron en cuenta "el interés despertado en la opinión pública por esta causa por la magnitud e importancia de los hechos". "Con el criterio más amplio esta Sala aceptó las propuestas de las partes (...) para decidir sobre la parcialidad alegada que tenía aquella supuesta reunión del juez con el imputado y la entonces Presidenta y que con versión atenuada Lázaro Báez intentó apuntalar, pero lo cierto es que la verificación resultó hasta aquí negativa".
Fuentes judiciales informaron que el Tribunal rechazó el pedido de apartamiento que habían realizado los Báez, al considerar que no se pudo probar que Casanello haya estado en la Quinta de Olivos en septiembre del año pasado, en una presunta reunión con la expresidente Cristina Fernández de Kirchner.
No obstante, los camaristas Martín Irurzun y Eduardo Farah ordenaron extraer testimonios de Báez para formar una causa aparte, donde se investigue la presunta visita del juez a Olivos para reunirse con la entonces presidente, tal como refirió el empresario detenido.
Según declaró Báez, en oportunidad de concurrir a Olivos a mediados de septiembre de 2015, se encontró en la antesala del despacho de la entonces Presidente al juez Casanello y, en base a ello, lo recusó por temor de parcialidad.
"Ninguna de las diversas diligencias encomendadas y que fueron desarrolladas por la Policía Federal Argentina, así como tampoco los posteriores testimonios recogidos por la Sala permitieron verificar el encuentro al que Báez aludió", refirió la Cámara. Y agregó que "la prueba producida a pedido de los interesados no logró corroborar objetivamente la versión sobre la existencia de la reunión del juez con la expresidenta dada por el imputado, por lo cual no está probado el temor de parcialidad".
Además, si bien aclararon que el comportamiento de Casanello "no sea el más ortodoxo", a raíz de su contacto con los medios de prensa, tuvieron en cuenta "el interés despertado en la opinión pública por esta causa por la magnitud e importancia de los hechos". "Con el criterio más amplio esta Sala aceptó las propuestas de las partes (...) para decidir sobre la parcialidad alegada que tenía aquella supuesta reunión del juez con el imputado y la entonces Presidenta y que con versión atenuada Lázaro Báez intentó apuntalar, pero lo cierto es que la verificación resultó hasta aquí negativa".