Es uno de los juegos más exitosos de todos los tiempos y en Jujuy también hace furor. Se trata del Pokémon Go que, aunque causa rechazo en muchos adultos, es jugado por decenas de niños y jóvenes de toda la provincia mediante celulares. Los adolescentes coinciden en que los atrapó la realidad aumentada de la aplicación y el único problema que encuentran, es que tienen que llegar hasta el centro de San Salvador para poder atrapar más de estas pequeñas criaturas que captaron la atención del mundo entero.
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Es uno de los juegos más exitosos de todos los tiempos y en Jujuy también hace furor. Se trata del Pokémon Go que, aunque causa rechazo en muchos adultos, es jugado por decenas de niños y jóvenes de toda la provincia mediante celulares. Los adolescentes coinciden en que los atrapó la realidad aumentada de la aplicación y el único problema que encuentran, es que tienen que llegar hasta el centro de San Salvador para poder atrapar más de estas pequeñas criaturas que captaron la atención del mundo entero.
A menos de dos semanas de haber llegado al país, en nuestra provincia ya son decenas los jugadores que avanzaron más de veinte niveles en el juego, en su mayoría adolescentes.
No se trata de una aplicación más para los celulares, sino que fue el uso de "la realidad virtual aumentada" lo que llamó la atención de los "gamers". Esta novedad obliga al jugador a movilizarse, mediante el uso del GPS, y a llevar a la acción conductas que antes no existían.
Lo cierto es que además de trasladarse constantemente para buscar a los "bichitos", se necesitan de "pokeparadas", a fin de seguir obteniendo "pokebolas" y otros elementos, que se usan para la caza y colaboran al rastreo de las criaturas.
El problema es que las paradas están ubicadas estratégicamente por la realidad virtual en la plaza Belgrano y monumentos en la periferia del casco céntrico; al igual que los gimnasios, uno se encuentra en la basílica San Francisco y otro en el parque San Martín.
Muchos jóvenes indican que deben trasladarse diariamente desde los barrios hasta el centro para poder cazar.
Frente a esta "realidad aumentada" es que surgieron los primeros problemas para los jugadores jujeños. Muchos jóvenes indican que deben trasladarse diariamente desde los barrios hasta el centro para poder cazar, y el inconveniente se acrecienta para los chicos del interior de la provincia, que llegan a la capital para atrapar "más y otras clases de pokemones".
Este es el caso de Daniel Díaz y Sebastián Alarcón, que se trasladaron ayer desde San Pedro para jugar en la plaza Belgrano. Ambos son fanáticos de la serie animada que inspiró el juego e incluso fueron jugadores de versiones anteriores de la aplicación, como consolas de videojuegos.
Daniel se encuentra en el nivel 20 y ya cazó más de 80 pokemones. Le dedica casi la mayoría de las horas del día al juego, por eso su avance en poco tiempo, "juego todo lo que me dure la batería", aseguró. Sebastián por otro lado, se encuentra en el nivel cinco, y contó que sólo juega en sus momentos libres.
Los chicos llegaron desde el Ramal para jugar, porque "en los lugares más concurridos hay más pokemones y más pokeparadas para seguir jugando", dijeron.
A pesar que para los chicos del interior jugar en el centro de la ciudad es ideal, también están quienes jugaron en otras provincias y opinan que en San Salvador hay muy pocas "pokeparadas". Uno de ellos es Joel Narváez, de 18 años, que estuvo hace poco en Buenos Aires e indicó que en la capital del país, hay muchas más posibilidades de avanzar con mayor rapidez.
Joel, cuyo fanatismo al juego surgió porque en su infancia era seguidor del animé que tuvo a Pikachu como uno de sus protagonistas, viajó hace pocas semanas y opinó que los bonaerenses se dedican más tiempo al juego porque hay muchas más "pokerapadas".
"Hay más posibilidades de conseguir pokebolas y objetos en otras provincias, eso te ayuda mucho", dijo.
Pero no todos son problemas para los jóvenes, ellos ven más puntos positivos para el juego y entre ellos destacaron la sociabilidad entre pares.
Joel Narváez indicó por ejemplo, que hizo muchos amigos gracias al juego y ayer mismo recorría la plaza con otros jóvenes que acababa de conocer. Explicó que al jugar se conforman pequeños grupos con los mismos gustos y comparten equipos en los "gimnasios de pokemones".