Sombrillas, papelitos, banderas y globos, vistieron las tribunas del "23 de Agosto", que quedaron prácticamente repletas cuando los más de 15 mil estudiantes se instalaron en sus lugares designados previamente para marcar con los colores de cada colegio, sus presencias.
Incluso desde el exterior de la cancha se podía apreciar los montajes que prepararon los chicos, quienes construyeron figuras enormes de sus respectivas "mascotas" y hasta, se valieron de tapitas de gaseosas, cds y otros elementos reciclables para diseñar los escudos de cada establecimiento.
Las mascotas y los "jefes de hinchada", fueron los encargados de que la alegría y el entusiasmo que tenían los alumnos, se duplicará durante el minuto y medio en que el jurado recorría cada una de las hinchadas evaluando su desenvolvimiento.
Los bombos, platillos, trompetas y redoblantes, que sonaban sin cesar, fueron el complemento ideal para la fiesta que se sintió cuando el concurso por la mejor "napolitana", inició pasada las seis de la tarde.
A la orden de los organizadores, las extensas obras de artes se desplegaron en las tribunas dejando en evidencia las habilidades artísticas de los jóvenes jujeños que dedicaron varios días para preparar para marcar el cierre de una tarde donde los sentimientos y las emociones, fueron las estrellas principales del evento que marca el inicio de la Fiesta Nacional de los Estudiantes.
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Sombrillas, papelitos, banderas y globos, vistieron las tribunas del "23 de Agosto", que quedaron prácticamente repletas cuando los más de 15 mil estudiantes se instalaron en sus lugares designados previamente para marcar con los colores de cada colegio, sus presencias.
Incluso desde el exterior de la cancha se podía apreciar los montajes que prepararon los chicos, quienes construyeron figuras enormes de sus respectivas "mascotas" y hasta, se valieron de tapitas de gaseosas, cds y otros elementos reciclables para diseñar los escudos de cada establecimiento.
Las mascotas y los "jefes de hinchada", fueron los encargados de que la alegría y el entusiasmo que tenían los alumnos, se duplicará durante el minuto y medio en que el jurado recorría cada una de las hinchadas evaluando su desenvolvimiento.
Los bombos, platillos, trompetas y redoblantes, que sonaban sin cesar, fueron el complemento ideal para la fiesta que se sintió cuando el concurso por la mejor "napolitana", inició pasada las seis de la tarde.
A la orden de los organizadores, las extensas obras de artes se desplegaron en las tribunas dejando en evidencia las habilidades artísticas de los jóvenes jujeños que dedicaron varios días para preparar para marcar el cierre de una tarde donde los sentimientos y las emociones, fueron las estrellas principales del evento que marca el inicio de la Fiesta Nacional de los Estudiantes.