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Santiago Lange y Cecilia Carranza, oro en vela

Miércoles, 17 de agosto de 2016 01:30
El binomio conformado por Santiago Lange y Cecilia Carranza Salori ganó ayer la medalla de oro en la clase Nacra 17 mixto de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro tras quedar sextos en una emocionante Medal Race, y le dieron a la Argentina la cuarta medalla en el certamen, la segunda dorada después de la que logró la judoca Paula Pareto.
Los argentinos cosecharon 77 puntos en la clasificación general y, pese a la incertidumbre de los primeros minutos, pudieron festejar la medalla de oro. La plata fue para los australianos Jason Waterhouse y Lisa Darmanin y el bronce para la pareja austríaca formada por Thomas Zajac y Tanja Frank.
A sus 54 años y en su sexta participación en unos Juegos, Lange se convirtió en uno de los medallistas de mayor edad en la vela olímpica. Ésta fue su tercera medalla, tras los bronces que ganó en la clase Tornado, juntos a Carlos Espínola, en Atenas 2004 y Beijing 2008.
Para Carranza, de 29 años, que ya había participado de las últimas dos ediciones olímpicas en la clase Laser radial, ésta es la primera medalla en tres Juegos Olímpicos.
Lange y Carranza se subieron, en la hermosa Marina da Gloria, para afrontar la Medal Race con 5 puntos de ventaja sobre el binomio Vittorio Bissaro y Silvia Sicouri (Italia) y 7 sobre la pareja austríaca Thomas Zajac y Tanja Frank (Austria).
La última carrera de los Juegos tuvo un par de dolores de cabeza, porque el sanisidrense y la rosarina fueron penalizados en dos oportunidades, una en la primera manga y otra en la tercera, por una maniobra que los jueces interpretaron peligrosa y tuvieron que pagar haciendo un giro de 360 grados.
Sin embargo Lange, uno de los mejores timoneles del mundo, respetado en el ambiente de la vela como una institución, hizo una lectura perfecta de los vientos en un clima muy cambiante durante toda la semana, y de la pista para recuperar el terreno perdido. Tras cruzar la boya final sobrevinieron algunos segundos de incertidumbre, pero al final Lange y Carranza Salori pudieron festejar que consiguieron la medalla que habían venido a buscar Río de Janeiro y por la cual tanto sacrificio habían hecho.
Los hijos de Lange, Yago y Klaus, que se encuentran también compitiendo en Río, se lanzaron al agua y nadaron hasta llegar al catamarán y fundirse en un abrazo con su padre.
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El binomio conformado por Santiago Lange y Cecilia Carranza Salori ganó ayer la medalla de oro en la clase Nacra 17 mixto de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro tras quedar sextos en una emocionante Medal Race, y le dieron a la Argentina la cuarta medalla en el certamen, la segunda dorada después de la que logró la judoca Paula Pareto.
Los argentinos cosecharon 77 puntos en la clasificación general y, pese a la incertidumbre de los primeros minutos, pudieron festejar la medalla de oro. La plata fue para los australianos Jason Waterhouse y Lisa Darmanin y el bronce para la pareja austríaca formada por Thomas Zajac y Tanja Frank.
A sus 54 años y en su sexta participación en unos Juegos, Lange se convirtió en uno de los medallistas de mayor edad en la vela olímpica. Ésta fue su tercera medalla, tras los bronces que ganó en la clase Tornado, juntos a Carlos Espínola, en Atenas 2004 y Beijing 2008.
Para Carranza, de 29 años, que ya había participado de las últimas dos ediciones olímpicas en la clase Laser radial, ésta es la primera medalla en tres Juegos Olímpicos.
Lange y Carranza se subieron, en la hermosa Marina da Gloria, para afrontar la Medal Race con 5 puntos de ventaja sobre el binomio Vittorio Bissaro y Silvia Sicouri (Italia) y 7 sobre la pareja austríaca Thomas Zajac y Tanja Frank (Austria).
La última carrera de los Juegos tuvo un par de dolores de cabeza, porque el sanisidrense y la rosarina fueron penalizados en dos oportunidades, una en la primera manga y otra en la tercera, por una maniobra que los jueces interpretaron peligrosa y tuvieron que pagar haciendo un giro de 360 grados.
Sin embargo Lange, uno de los mejores timoneles del mundo, respetado en el ambiente de la vela como una institución, hizo una lectura perfecta de los vientos en un clima muy cambiante durante toda la semana, y de la pista para recuperar el terreno perdido. Tras cruzar la boya final sobrevinieron algunos segundos de incertidumbre, pero al final Lange y Carranza Salori pudieron festejar que consiguieron la medalla que habían venido a buscar Río de Janeiro y por la cual tanto sacrificio habían hecho.
Los hijos de Lange, Yago y Klaus, que se encuentran también compitiendo en Río, se lanzaron al agua y nadaron hasta llegar al catamarán y fundirse en un abrazo con su padre.

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