La declamación y las tertulias parecieran ser costumbres que se fueron perdiendo con el tiempo, y no debería ser así, puesto que en sus experiencias los espíritus se engrandecen. El placer de escuchar y ver a alguien transmitirnos con su cuerpo y con su voz un poema de algún autor que no está en ese momento, es algo que era común en otros tiempos, y que hoy se podrá revivir. Y es que a partir de las 21, en el Centro Cultural "Héctor Tizón" se podrá apreciar un especial Encuentro de Declamadoras, por iniciativa de dos artistas y su maestra, que se reúnen después de veinticinco años de haber compartido este aprendizaje. América Alurralde de Leona, le enseñó hace mucho tiempo a Adriana Campos en un ámbito de clases particulares, y a María Florencia Álvarez Prado, en el Conservatorio "Clementi" de aquel tiempo, el arte de la declamación. Hoy ellas son jóvenes profesionales, psicóloga y abogada respectivamente y la vida las llevó a Francia y a Buenos Aires a vivir. Cada una de ellas sigue declamando, porque está claro que es una pasión que no se pierde en ellas, pero en ámbitos más bien privados.
La buena idea surgió hace algunos meses de reunirse nuevamente en Jujuy y concretar una presentación de declamadoras en un escenario.
El Tribuno de Jujuy conversó con ellas para refrescar el sentido de esta disciplina.
Florencia explica en primer lugar que la declamación "es un arte escénico que consiste en recitar una poesía, con mímicas, gestos, entonación correcta, y un previo estudio de lo que quiso decir el autor, reinterpretando quizás ese sentido, y expresándolo con sentimiento, y haciéndolo sentir al público".
Y continúa comentando que "en Jujuy hay pocas declamadoras y casi todas venimos de la misma escuela, que era el Conservatorio ''Clementi'' que hoy ya no existe".
Florencia entiende además que "lo que nos une es la pasión por la poesía, por las letras", expresa.
Adriana por su parte, destaca que "en ese momento -cuando estudiaron esta disciplina-, la declamación marcó la vida de cada una de diferentes maneras, y ha sido parte de lo que hemos hecho de nuestras vidas, que tiene que ver con el amor al lenguaje, a las palabras, a la belleza y la precisión, la fineza del lenguaje que uno puede lograr cuando se interesa en ello. Esto es algo que está un poco venido a menos en este tiempo, en el que prevalece la imagen", comentó.
La buena idea surgió hace algunos meses de reunirse nuevamente en Jujuy y concretar una presentación de declamadoras en un escenario.
El Tribuno de Jujuy conversó con ellas para refrescar el sentido de esta disciplina.
Florencia explica en primer lugar que la declamación "es un arte escénico que consiste en recitar una poesía, con mímicas, gestos, entonación correcta, y un previo estudio de lo que quiso decir el autor, reinterpretando quizás ese sentido, y expresándolo con sentimiento, y haciéndolo sentir al público".
Y continúa comentando que "en Jujuy hay pocas declamadoras y casi todas venimos de la misma escuela, que era el Conservatorio ''Clementi'' que hoy ya no existe".
Florencia entiende además que "lo que nos une es la pasión por la poesía, por las letras", expresa.
Adriana por su parte, destaca que "en ese momento -cuando estudiaron esta disciplina-, la declamación marcó la vida de cada una de diferentes maneras, y ha sido parte de lo que hemos hecho de nuestras vidas, que tiene que ver con el amor al lenguaje, a las palabras, a la belleza y la precisión, la fineza del lenguaje que uno puede lograr cuando se interesa en ello. Esto es algo que está un poco venido a menos en este tiempo, en el que prevalece la imagen", comentó.
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La declamación y las tertulias parecieran ser costumbres que se fueron perdiendo con el tiempo, y no debería ser así, puesto que en sus experiencias los espíritus se engrandecen. El placer de escuchar y ver a alguien transmitirnos con su cuerpo y con su voz un poema de algún autor que no está en ese momento, es algo que era común en otros tiempos, y que hoy se podrá revivir. Y es que a partir de las 21, en el Centro Cultural "Héctor Tizón" se podrá apreciar un especial Encuentro de Declamadoras, por iniciativa de dos artistas y su maestra, que se reúnen después de veinticinco años de haber compartido este aprendizaje. América Alurralde de Leona, le enseñó hace mucho tiempo a Adriana Campos en un ámbito de clases particulares, y a María Florencia Álvarez Prado, en el Conservatorio "Clementi" de aquel tiempo, el arte de la declamación. Hoy ellas son jóvenes profesionales, psicóloga y abogada respectivamente y la vida las llevó a Francia y a Buenos Aires a vivir. Cada una de ellas sigue declamando, porque está claro que es una pasión que no se pierde en ellas, pero en ámbitos más bien privados.
La buena idea surgió hace algunos meses de reunirse nuevamente en Jujuy y concretar una presentación de declamadoras en un escenario.
El Tribuno de Jujuy conversó con ellas para refrescar el sentido de esta disciplina.
Florencia explica en primer lugar que la declamación "es un arte escénico que consiste en recitar una poesía, con mímicas, gestos, entonación correcta, y un previo estudio de lo que quiso decir el autor, reinterpretando quizás ese sentido, y expresándolo con sentimiento, y haciéndolo sentir al público".
Y continúa comentando que "en Jujuy hay pocas declamadoras y casi todas venimos de la misma escuela, que era el Conservatorio ''Clementi'' que hoy ya no existe".
Florencia entiende además que "lo que nos une es la pasión por la poesía, por las letras", expresa.
Adriana por su parte, destaca que "en ese momento -cuando estudiaron esta disciplina-, la declamación marcó la vida de cada una de diferentes maneras, y ha sido parte de lo que hemos hecho de nuestras vidas, que tiene que ver con el amor al lenguaje, a las palabras, a la belleza y la precisión, la fineza del lenguaje que uno puede lograr cuando se interesa en ello. Esto es algo que está un poco venido a menos en este tiempo, en el que prevalece la imagen", comentó.
La buena idea surgió hace algunos meses de reunirse nuevamente en Jujuy y concretar una presentación de declamadoras en un escenario.
El Tribuno de Jujuy conversó con ellas para refrescar el sentido de esta disciplina.
Florencia explica en primer lugar que la declamación "es un arte escénico que consiste en recitar una poesía, con mímicas, gestos, entonación correcta, y un previo estudio de lo que quiso decir el autor, reinterpretando quizás ese sentido, y expresándolo con sentimiento, y haciéndolo sentir al público".
Y continúa comentando que "en Jujuy hay pocas declamadoras y casi todas venimos de la misma escuela, que era el Conservatorio ''Clementi'' que hoy ya no existe".
Florencia entiende además que "lo que nos une es la pasión por la poesía, por las letras", expresa.
Adriana por su parte, destaca que "en ese momento -cuando estudiaron esta disciplina-, la declamación marcó la vida de cada una de diferentes maneras, y ha sido parte de lo que hemos hecho de nuestras vidas, que tiene que ver con el amor al lenguaje, a las palabras, a la belleza y la precisión, la fineza del lenguaje que uno puede lograr cuando se interesa en ello. Esto es algo que está un poco venido a menos en este tiempo, en el que prevalece la imagen", comentó.