El Comité Nacional de la UCR recibió a la canciller Susana Malcorra y al ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, a quienes entregó un documento con aportes para la delegación argentina que participará en los próximos días del Grupo de los 20 (G-20), en China.
Los funcionarios nacionales fueron recibidos por el presidente del radicalismo, José Corral; la presidenta de la Convención Nacional, Lilia Puig de Stubrin; los presidentes de los bloques legislativos del partido, Mario Negri y Ángel Rozas; y el exsenador nacional Ernesto Sanz.
Tras el encuentro en la casa radical, un importante gesto hacia los socios radicales, Malcorra detalló que las autoridades radicales le entregaron "una serie de documentos que han preparado respecto del G-20, con posiciones respecto a temas económicos y financieros".
"El G-20 es el grupo que representa el centro del poder del mundo, y para nosotros es muy importante hacer escuchar nuestra voz", indicó la ministra de Relaciones Exteriores.
Para la funcionaria, "la perspectiva de Argentina es la del Sur, y eso permite incorporar una visión distinta de lo que es el desarrollo, la necesidad de involucrar el tratamiento igualitario para todos, y eso es lo que se pretende incluir en la agenda de 2018, cuando el país sea sede del G-20".
Por su parte, Corral consideró que "la Argentina está volviendo a ocupar un lugar en el mundo" y sostuvo que a la UCR le "parece muy importante que lleve la voz de la región, coordinando con Brasil, México y otros países, los temas de la agenda del G-20, como cambio climático, de inclusión social, pero especialmente los temas económicos".
En un comunicado, el intendente de la capital santafesina señaló: "Convocamos a los funcionarios para acercarles una serie de propuestas concretas que tienen que ver con avanzar en que el movimiento de capitales provengan de inversiones serias que sirvan para el bienestar de los países y que no arrastre consecuencias que produzcan crisis económicas". "Con la canciller conversamos sobre la relación de la Argentina con China, sobre todo con los temas de importaciones que nos preocupan", resaltó Corral y añadió que Malcorra les "dio una mirada bien informada de la situación en materia de política exterior que lleva adelante el Gobierno".
En el documento, la UCR reafirmó al G-20 -que integran, además de la Argentina, Alemania, Arabia Saudita, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, la Federación Rusa, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea- como instancia estratégica de coordinación macroeconómica internacional para enfrentar los desafíos que plantea la globalización a la gobernabilidad en el mundo contemporáneo.
A la vez, el radicalismo propuso una serie de medidas e instrumentos que la Argentina podría presentar en la próxima reunión del grupo, en particular, aquellos que se encuentren orientados a amortiguar los efectos negativos derivados de la prociclicidad y la volatilidad características de los movimientos de capital financiero.
Se destacan "la homogeneización de la regulación de la actividad financiera y tributaria para acabar con los paraísos fiscales; la ampliación de una red de seguridad que sea capaz de financiar rápidamente y sin condicionalidad los efectos de los shocks externos que puedan afectar a los países en desarrollo, así como también, y el gravamen de transacciones financieras entre países, entre otras".
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El Comité Nacional de la UCR recibió a la canciller Susana Malcorra y al ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, a quienes entregó un documento con aportes para la delegación argentina que participará en los próximos días del Grupo de los 20 (G-20), en China.
Los funcionarios nacionales fueron recibidos por el presidente del radicalismo, José Corral; la presidenta de la Convención Nacional, Lilia Puig de Stubrin; los presidentes de los bloques legislativos del partido, Mario Negri y Ángel Rozas; y el exsenador nacional Ernesto Sanz.
Tras el encuentro en la casa radical, un importante gesto hacia los socios radicales, Malcorra detalló que las autoridades radicales le entregaron "una serie de documentos que han preparado respecto del G-20, con posiciones respecto a temas económicos y financieros".
"El G-20 es el grupo que representa el centro del poder del mundo, y para nosotros es muy importante hacer escuchar nuestra voz", indicó la ministra de Relaciones Exteriores.
Para la funcionaria, "la perspectiva de Argentina es la del Sur, y eso permite incorporar una visión distinta de lo que es el desarrollo, la necesidad de involucrar el tratamiento igualitario para todos, y eso es lo que se pretende incluir en la agenda de 2018, cuando el país sea sede del G-20".
Por su parte, Corral consideró que "la Argentina está volviendo a ocupar un lugar en el mundo" y sostuvo que a la UCR le "parece muy importante que lleve la voz de la región, coordinando con Brasil, México y otros países, los temas de la agenda del G-20, como cambio climático, de inclusión social, pero especialmente los temas económicos".
En un comunicado, el intendente de la capital santafesina señaló: "Convocamos a los funcionarios para acercarles una serie de propuestas concretas que tienen que ver con avanzar en que el movimiento de capitales provengan de inversiones serias que sirvan para el bienestar de los países y que no arrastre consecuencias que produzcan crisis económicas". "Con la canciller conversamos sobre la relación de la Argentina con China, sobre todo con los temas de importaciones que nos preocupan", resaltó Corral y añadió que Malcorra les "dio una mirada bien informada de la situación en materia de política exterior que lleva adelante el Gobierno".
En el documento, la UCR reafirmó al G-20 -que integran, además de la Argentina, Alemania, Arabia Saudita, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, la Federación Rusa, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea- como instancia estratégica de coordinación macroeconómica internacional para enfrentar los desafíos que plantea la globalización a la gobernabilidad en el mundo contemporáneo.
A la vez, el radicalismo propuso una serie de medidas e instrumentos que la Argentina podría presentar en la próxima reunión del grupo, en particular, aquellos que se encuentren orientados a amortiguar los efectos negativos derivados de la prociclicidad y la volatilidad características de los movimientos de capital financiero.
Se destacan "la homogeneización de la regulación de la actividad financiera y tributaria para acabar con los paraísos fiscales; la ampliación de una red de seguridad que sea capaz de financiar rápidamente y sin condicionalidad los efectos de los shocks externos que puedan afectar a los países en desarrollo, así como también, y el gravamen de transacciones financieras entre países, entre otras".