Un hombre hizo detonar ocho kilos de explosivos en la entrada de emergencias del hospital, adonde poco antes había sido llevado el presidente de la Asociación de Abogados de Baluchistán, Bilal Anwar Kasi, asesinado a tiros en horas de la mañana.
El secretario de Interior paquistaní, Baligh ur Rehman, informó en el Parlamento nacional, en la capital islamabad, que 69 personas murieron y 108 resultaron heridas en el ataque, sin contar a su autor.
Alrededor de 600 abogados y varios periodistas habían acudido al centro médico tras conocerse la noticia de la muerte de Kasi, explicó el portavoz del Hospital Civil, Abdul Rehman.
Entre los muertos se encuentran un periodista de la televisión Aaj y un camarógrafo del canal Dawn, que habían acudido al hospital a cubrir la noticia de la muerte de Kasi.
Las televisiones paquistaníes mostraron imágenes de heridos vestidos con trajes negros de luto, el suelo salpicado de sangre y un gran caos en el centro médico.
El jefe de gobierno de Baluchistán, Sanaullah Zehri, declaró al canal de televisión Geo que se trató de un ataque suicida "planeado", que contaba con que el atentado contra el abogado suscitaría la llegada de otros letrados al hospital.
"Sabían que dispararían al abogado y que otros abogados irían al hospital. El suicida hizo explotar las bombas que portaba cuando los abogados fueron al hospital", dijo Zehri.
El político indicó que se desconocía quién estuvo detrás del ataque y subrayó que los grupos insurgentes se están centrando en objetivos "blandos".
Horas más tarde, el grupo talibán Jamaat ul Ahrar, escisión de los talibanes de Pakistán, la principal formación insurgente del país, reivindicó tanto el crimen del abogado como el atentado, que, según dijo, fueron cometidos por uno de sus "muyahidines", o combatientes islámicos.
Jamaat ul Ahrar no indicó el motivo de los ataques, pero amenazó con nuevos atentados.
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Un hombre hizo detonar ocho kilos de explosivos en la entrada de emergencias del hospital, adonde poco antes había sido llevado el presidente de la Asociación de Abogados de Baluchistán, Bilal Anwar Kasi, asesinado a tiros en horas de la mañana.
El secretario de Interior paquistaní, Baligh ur Rehman, informó en el Parlamento nacional, en la capital islamabad, que 69 personas murieron y 108 resultaron heridas en el ataque, sin contar a su autor.
Alrededor de 600 abogados y varios periodistas habían acudido al centro médico tras conocerse la noticia de la muerte de Kasi, explicó el portavoz del Hospital Civil, Abdul Rehman.
Entre los muertos se encuentran un periodista de la televisión Aaj y un camarógrafo del canal Dawn, que habían acudido al hospital a cubrir la noticia de la muerte de Kasi.
Las televisiones paquistaníes mostraron imágenes de heridos vestidos con trajes negros de luto, el suelo salpicado de sangre y un gran caos en el centro médico.
El jefe de gobierno de Baluchistán, Sanaullah Zehri, declaró al canal de televisión Geo que se trató de un ataque suicida "planeado", que contaba con que el atentado contra el abogado suscitaría la llegada de otros letrados al hospital.
"Sabían que dispararían al abogado y que otros abogados irían al hospital. El suicida hizo explotar las bombas que portaba cuando los abogados fueron al hospital", dijo Zehri.
El político indicó que se desconocía quién estuvo detrás del ataque y subrayó que los grupos insurgentes se están centrando en objetivos "blandos".
Horas más tarde, el grupo talibán Jamaat ul Ahrar, escisión de los talibanes de Pakistán, la principal formación insurgente del país, reivindicó tanto el crimen del abogado como el atentado, que, según dijo, fueron cometidos por uno de sus "muyahidines", o combatientes islámicos.
Jamaat ul Ahrar no indicó el motivo de los ataques, pero amenazó con nuevos atentados.