El papa Francisco animó a participar de esta iniciativa solidaria de la Iglesia en su mensaje del 12 de agosto, cuando exhortó a los argentinos "a ser sensibles ante el grito de dolor de tantas personas marginadas y descartadas".
Por su parte, el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano, instó a acercarse "a tantas situaciones de abandono y desamparo" mediante la colecta anual y sostuvo que "cuando el hambre entra en vigencia no da tregua, por lo que no se puede pedir a los pobres que esperen tiempos mejores. Hay que acudir y ayudar ahora".
Lozano, advirtió que en la Argentina "los problemas son graves, urgentes", por lo que "la respuesta también debe serlo".
Destacó que la campaña no resuelve el problema de fondo, pero es "una gran oportunidad para manifestar la solidaridad" luego de recordar que el lema es "Más misericordia por menos exclusión".
En este sentido, alentó a "ser generosos y acercarnos a tantas situaciones de abandono y desamparo" al explicar que "a veces hay una gran distancia entre lo que pensamos y lo que decimos".
"Incluso llegamos a afirmar cosas con las que no estamos de acuerdo con tal de quedar bien con el entorno en el cual nos encontramos. Corremos el riesgo de negar nuestra identidad para diluirnos en el ambiente", analizó.
Esta colecta es una de las de mayor envergadura dentro de la Iglesia católica argentina y constituye "un espacio creado para compensar la falta de equidad social", afirman sus organizadores. Se realiza en todas las misas de los segundos domingos de septiembre de cada año, en todo el país.
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El papa Francisco animó a participar de esta iniciativa solidaria de la Iglesia en su mensaje del 12 de agosto, cuando exhortó a los argentinos "a ser sensibles ante el grito de dolor de tantas personas marginadas y descartadas".
Por su parte, el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano, instó a acercarse "a tantas situaciones de abandono y desamparo" mediante la colecta anual y sostuvo que "cuando el hambre entra en vigencia no da tregua, por lo que no se puede pedir a los pobres que esperen tiempos mejores. Hay que acudir y ayudar ahora".
Lozano, advirtió que en la Argentina "los problemas son graves, urgentes", por lo que "la respuesta también debe serlo".
Destacó que la campaña no resuelve el problema de fondo, pero es "una gran oportunidad para manifestar la solidaridad" luego de recordar que el lema es "Más misericordia por menos exclusión".
En este sentido, alentó a "ser generosos y acercarnos a tantas situaciones de abandono y desamparo" al explicar que "a veces hay una gran distancia entre lo que pensamos y lo que decimos".
"Incluso llegamos a afirmar cosas con las que no estamos de acuerdo con tal de quedar bien con el entorno en el cual nos encontramos. Corremos el riesgo de negar nuestra identidad para diluirnos en el ambiente", analizó.
Esta colecta es una de las de mayor envergadura dentro de la Iglesia católica argentina y constituye "un espacio creado para compensar la falta de equidad social", afirman sus organizadores. Se realiza en todas las misas de los segundos domingos de septiembre de cada año, en todo el país.