Pablo Espinosa, uno de los matarifes de Perico, reclamaba en la puerta lateral de la Casa de Gobierno junto a una veintena de pares. "Entre los empleados directos y los nuestros son 300 familias, y si se cierra el frigorífico vamos a quedar desocupados todos. Por eso venimos a pedir al gobernador para que se entere de la situación", explicó.
"Lo quieren cerrar porque supuestamente quieren dejar un solo matadero en la provincia, para que ellos puedan manejar los precios y ante eso quedamos colgados sin trabajo", afirmó. Explicó que tienen todo aprobado, asegurando que todas las instalaciones son aptas.
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Pablo Espinosa, uno de los matarifes de Perico, reclamaba en la puerta lateral de la Casa de Gobierno junto a una veintena de pares. "Entre los empleados directos y los nuestros son 300 familias, y si se cierra el frigorífico vamos a quedar desocupados todos. Por eso venimos a pedir al gobernador para que se entere de la situación", explicó.
"Lo quieren cerrar porque supuestamente quieren dejar un solo matadero en la provincia, para que ellos puedan manejar los precios y ante eso quedamos colgados sin trabajo", afirmó. Explicó que tienen todo aprobado, asegurando que todas las instalaciones son aptas.