La tensión social por la cuestión de los refugiados sigue en aumento en Alemania, donde un centro de refugiados fue incendiado causando heridas a cinco personas, al tiempo que el partido ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD), denunció que el auto de su líder fue prendido fuego.
Un grupo de desconocidos prendió fuego papeles, cartones y ropa en las escaleras de un edificio de viviendas habitadas por refugiados y personas sin techo en la localidad de Erbach, al sur de Franckfurt, donde los 26 residentes fueron rescatados, aunque cinco de ellos con síntomas de intoxicación, informó la Policía.
Las autoridades no descartan que el siniestro haya tenido motivación política debido a que desde hace más de un año que se repiten este tipo de episodios, generalmente protagonizados por grupos de ultraderecha y neonazis que rechazan la llegada de refugiados.
Las fuerzas de seguridad contabilizaron el año pasado un total de 1.027 delitos de consideración contra centros de recepción de refugiados, incluidos 177 ataques violentos, algunos provocados por los mismos solicitantes de asilo, disconformes con su situación.
Por su parte, el AfD, uno de los partidos que más ha rechazado la política del Gobierno federal con los refugiados, se quejó del acoso que sufren los miembros de la formación, tras el incendio del auto de su líder, Frauke Petry, cuando estaba estacionado en una calle de Leipzig, en el este del país.
Según una nota difundida por la dirección del partido, la supuesta agresión se produjo la noche del viernes, y no se registraron heridos aunque el vehículo quedó totalmente calcinado.
En la nota, AfD hace hincapié en las sucesivas situaciones de acoso o ataques que han sufrido sus miembros y colaboradores, especialmente en campaña electoral, como la que se lleva a cabo para los comicios regionales de hoy en la ciudad-estado de Berlín.
AfD vive un momento de auge electoral, apuntalada en el voto de protesta contra la recepción de refugiados en Alemania.
En 2013 quedó a las puertas de acceder al Bundestag (Parlamento federal), al situarse unas décimas por debajo del 5%, el mínimo para obtener escaños. Entonces concurría como aglutinante del euroescepticismo, pero a partir de ahí cambió su mensaje para adoptar tintes xenófobos.
Actualmente tiene escaños en nueve cámaras del total de 16 L„nder del país y todos los pronósticos coinciden en apuntar que hoy logrará representación en la de Berlín.
Quince días atrás, se colocó como segunda fuerza en el Land de Mecklenburgo-Antepomerania, por detrás de los socialdemócratas.
Un grupo de desconocidos prendió fuego papeles, cartones y ropa en las escaleras de un edificio de viviendas habitadas por refugiados y personas sin techo en la localidad de Erbach, al sur de Franckfurt, donde los 26 residentes fueron rescatados, aunque cinco de ellos con síntomas de intoxicación, informó la Policía.
Las autoridades no descartan que el siniestro haya tenido motivación política debido a que desde hace más de un año que se repiten este tipo de episodios, generalmente protagonizados por grupos de ultraderecha y neonazis que rechazan la llegada de refugiados.
Las fuerzas de seguridad contabilizaron el año pasado un total de 1.027 delitos de consideración contra centros de recepción de refugiados, incluidos 177 ataques violentos, algunos provocados por los mismos solicitantes de asilo, disconformes con su situación.
Por su parte, el AfD, uno de los partidos que más ha rechazado la política del Gobierno federal con los refugiados, se quejó del acoso que sufren los miembros de la formación, tras el incendio del auto de su líder, Frauke Petry, cuando estaba estacionado en una calle de Leipzig, en el este del país.
Según una nota difundida por la dirección del partido, la supuesta agresión se produjo la noche del viernes, y no se registraron heridos aunque el vehículo quedó totalmente calcinado.
En la nota, AfD hace hincapié en las sucesivas situaciones de acoso o ataques que han sufrido sus miembros y colaboradores, especialmente en campaña electoral, como la que se lleva a cabo para los comicios regionales de hoy en la ciudad-estado de Berlín.
AfD vive un momento de auge electoral, apuntalada en el voto de protesta contra la recepción de refugiados en Alemania.
En 2013 quedó a las puertas de acceder al Bundestag (Parlamento federal), al situarse unas décimas por debajo del 5%, el mínimo para obtener escaños. Entonces concurría como aglutinante del euroescepticismo, pero a partir de ahí cambió su mensaje para adoptar tintes xenófobos.
Actualmente tiene escaños en nueve cámaras del total de 16 L„nder del país y todos los pronósticos coinciden en apuntar que hoy logrará representación en la de Berlín.
Quince días atrás, se colocó como segunda fuerza en el Land de Mecklenburgo-Antepomerania, por detrás de los socialdemócratas.
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La tensión social por la cuestión de los refugiados sigue en aumento en Alemania, donde un centro de refugiados fue incendiado causando heridas a cinco personas, al tiempo que el partido ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD), denunció que el auto de su líder fue prendido fuego.
Un grupo de desconocidos prendió fuego papeles, cartones y ropa en las escaleras de un edificio de viviendas habitadas por refugiados y personas sin techo en la localidad de Erbach, al sur de Franckfurt, donde los 26 residentes fueron rescatados, aunque cinco de ellos con síntomas de intoxicación, informó la Policía.
Las autoridades no descartan que el siniestro haya tenido motivación política debido a que desde hace más de un año que se repiten este tipo de episodios, generalmente protagonizados por grupos de ultraderecha y neonazis que rechazan la llegada de refugiados.
Las fuerzas de seguridad contabilizaron el año pasado un total de 1.027 delitos de consideración contra centros de recepción de refugiados, incluidos 177 ataques violentos, algunos provocados por los mismos solicitantes de asilo, disconformes con su situación.
Por su parte, el AfD, uno de los partidos que más ha rechazado la política del Gobierno federal con los refugiados, se quejó del acoso que sufren los miembros de la formación, tras el incendio del auto de su líder, Frauke Petry, cuando estaba estacionado en una calle de Leipzig, en el este del país.
Según una nota difundida por la dirección del partido, la supuesta agresión se produjo la noche del viernes, y no se registraron heridos aunque el vehículo quedó totalmente calcinado.
En la nota, AfD hace hincapié en las sucesivas situaciones de acoso o ataques que han sufrido sus miembros y colaboradores, especialmente en campaña electoral, como la que se lleva a cabo para los comicios regionales de hoy en la ciudad-estado de Berlín.
AfD vive un momento de auge electoral, apuntalada en el voto de protesta contra la recepción de refugiados en Alemania.
En 2013 quedó a las puertas de acceder al Bundestag (Parlamento federal), al situarse unas décimas por debajo del 5%, el mínimo para obtener escaños. Entonces concurría como aglutinante del euroescepticismo, pero a partir de ahí cambió su mensaje para adoptar tintes xenófobos.
Actualmente tiene escaños en nueve cámaras del total de 16 L„nder del país y todos los pronósticos coinciden en apuntar que hoy logrará representación en la de Berlín.
Quince días atrás, se colocó como segunda fuerza en el Land de Mecklenburgo-Antepomerania, por detrás de los socialdemócratas.
Un grupo de desconocidos prendió fuego papeles, cartones y ropa en las escaleras de un edificio de viviendas habitadas por refugiados y personas sin techo en la localidad de Erbach, al sur de Franckfurt, donde los 26 residentes fueron rescatados, aunque cinco de ellos con síntomas de intoxicación, informó la Policía.
Las autoridades no descartan que el siniestro haya tenido motivación política debido a que desde hace más de un año que se repiten este tipo de episodios, generalmente protagonizados por grupos de ultraderecha y neonazis que rechazan la llegada de refugiados.
Las fuerzas de seguridad contabilizaron el año pasado un total de 1.027 delitos de consideración contra centros de recepción de refugiados, incluidos 177 ataques violentos, algunos provocados por los mismos solicitantes de asilo, disconformes con su situación.
Por su parte, el AfD, uno de los partidos que más ha rechazado la política del Gobierno federal con los refugiados, se quejó del acoso que sufren los miembros de la formación, tras el incendio del auto de su líder, Frauke Petry, cuando estaba estacionado en una calle de Leipzig, en el este del país.
Según una nota difundida por la dirección del partido, la supuesta agresión se produjo la noche del viernes, y no se registraron heridos aunque el vehículo quedó totalmente calcinado.
En la nota, AfD hace hincapié en las sucesivas situaciones de acoso o ataques que han sufrido sus miembros y colaboradores, especialmente en campaña electoral, como la que se lleva a cabo para los comicios regionales de hoy en la ciudad-estado de Berlín.
AfD vive un momento de auge electoral, apuntalada en el voto de protesta contra la recepción de refugiados en Alemania.
En 2013 quedó a las puertas de acceder al Bundestag (Parlamento federal), al situarse unas décimas por debajo del 5%, el mínimo para obtener escaños. Entonces concurría como aglutinante del euroescepticismo, pero a partir de ahí cambió su mensaje para adoptar tintes xenófobos.
Actualmente tiene escaños en nueve cámaras del total de 16 L„nder del país y todos los pronósticos coinciden en apuntar que hoy logrará representación en la de Berlín.
Quince días atrás, se colocó como segunda fuerza en el Land de Mecklenburgo-Antepomerania, por detrás de los socialdemócratas.