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Llega a las salas de nuestro país "El ciudadano ilustre"

Viernes, 09 de septiembre de 2016 01:30
<div>DUPRAT Y COHN/ LOS DIRECTORES COMPITEN POR EL LEÓN DE ORO EN VENECIA.&nbsp;</div><div>
Los directores argentinos Gastón Duprat y Mariano Cohn compiten en la sección oficial del Festival de Venecia con "El ciudadano ilustre", filme que se estrenó ayer en el país y que se proyecta en nuestra ciudad en el cine Alfa con dos funciones programadas para las 20.15 y a las 22.30.
La película cuenta en tono de comedia incómoda la historia de un Premio Nobel de Literatura argentino que vuelve al pueblo que lo vio nacer, y que fue el territorio de toda su invención ficcional, luego de 40 años, para recibir un premio que bien podría ser un castigo.
Se trata del escritor Daniel Mantovani (interpretado por Oscar Martínez) que vive en Barcelona y luego de recibir el Nobel ingresa en una vacío creativo de más de cinco años y ante esta desventura creativa y cierta fobia a la celebridad decide regresar al pago chico de Salas, donde situó todas sus historias y del que salió intentando huir del aire y la chatura pueblerina.
La película, filmada en abril y mayo de 2015, tardó más de cinco años en concretarse y tuvo que atravesar no pocos escollos y es como un salto de la dupla que 16 años atrás arrancó trabajando en el programa que se llamó "Televisión Abierta", que, sin filtros, daba el micrófono a quien lo deseara, en un deliberado acto provocativo del que nunca hicieron gala. Luego de eso vinieron otras películas: "Yo presidente", "El artista", "Querida voy a comprar cigarrillos y vuelvo" y "El hombre de al lado", quizás la más similar, o acaso complementaria, con esta, que comparte también guionista, el actual director del Museo de Bellas Artes y hermano de Gastón, Andrés Duprat.
Mariano Cohn y Gastón Duprat hablaron sobre el filme que analizan como un decidido paso por continuar haciendo cine de autor pero con alcance masivo, "continuamos con cosas que nos pertenecen como es hacer un cine autoral y tener un punto de vista fuerte desde la dirección y, al mismo tiempo, en este caso, como en ningún otro, aspiramos también y estamos contentos de haber hecho la apuesta por un trabajo que necesita ser comercial en el sentido de que necesita que la gente vaya a las salas a verla; es algo interesante porque apostamos por la gente pero sin ningún tipo de concesión autoral", expresaron.
Igual que "En el hombre de al lado", acá los directores meten el dedo en la llaga en un problema concreto y ver qué pasa, qué se suscita, "tomamos temas que nos son propios por el universo en que nos movemos y que plantean un dilema moral, el espectador tiene que tomar posición por uno o por otro personaje y esa posición, en general, va variando a lo largo de la película, esa es una de las claves del planteo en las dos: tenés que tomar posición, sos activo, podés estar en un bando y después cambiar al otro, la película te obliga a ir y volver, los juicios no son definitivos ni absolutos, hay un movimiento viendo la película, nadie puede bajar la persiana y decir "me quedo con este", siempre está la cosa interpelándote, en movimiento, eso le da una cierta intensidad, necesitamos una decisión del espectador, es el juego que planteamos".
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Los directores argentinos Gastón Duprat y Mariano Cohn compiten en la sección oficial del Festival de Venecia con "El ciudadano ilustre", filme que se estrenó ayer en el país y que se proyecta en nuestra ciudad en el cine Alfa con dos funciones programadas para las 20.15 y a las 22.30.
La película cuenta en tono de comedia incómoda la historia de un Premio Nobel de Literatura argentino que vuelve al pueblo que lo vio nacer, y que fue el territorio de toda su invención ficcional, luego de 40 años, para recibir un premio que bien podría ser un castigo.
Se trata del escritor Daniel Mantovani (interpretado por Oscar Martínez) que vive en Barcelona y luego de recibir el Nobel ingresa en una vacío creativo de más de cinco años y ante esta desventura creativa y cierta fobia a la celebridad decide regresar al pago chico de Salas, donde situó todas sus historias y del que salió intentando huir del aire y la chatura pueblerina.
La película, filmada en abril y mayo de 2015, tardó más de cinco años en concretarse y tuvo que atravesar no pocos escollos y es como un salto de la dupla que 16 años atrás arrancó trabajando en el programa que se llamó "Televisión Abierta", que, sin filtros, daba el micrófono a quien lo deseara, en un deliberado acto provocativo del que nunca hicieron gala. Luego de eso vinieron otras películas: "Yo presidente", "El artista", "Querida voy a comprar cigarrillos y vuelvo" y "El hombre de al lado", quizás la más similar, o acaso complementaria, con esta, que comparte también guionista, el actual director del Museo de Bellas Artes y hermano de Gastón, Andrés Duprat.
Mariano Cohn y Gastón Duprat hablaron sobre el filme que analizan como un decidido paso por continuar haciendo cine de autor pero con alcance masivo, "continuamos con cosas que nos pertenecen como es hacer un cine autoral y tener un punto de vista fuerte desde la dirección y, al mismo tiempo, en este caso, como en ningún otro, aspiramos también y estamos contentos de haber hecho la apuesta por un trabajo que necesita ser comercial en el sentido de que necesita que la gente vaya a las salas a verla; es algo interesante porque apostamos por la gente pero sin ningún tipo de concesión autoral", expresaron.
Igual que "En el hombre de al lado", acá los directores meten el dedo en la llaga en un problema concreto y ver qué pasa, qué se suscita, "tomamos temas que nos son propios por el universo en que nos movemos y que plantean un dilema moral, el espectador tiene que tomar posición por uno o por otro personaje y esa posición, en general, va variando a lo largo de la película, esa es una de las claves del planteo en las dos: tenés que tomar posición, sos activo, podés estar en un bando y después cambiar al otro, la película te obliga a ir y volver, los juicios no son definitivos ni absolutos, hay un movimiento viendo la película, nadie puede bajar la persiana y decir "me quedo con este", siempre está la cosa interpelándote, en movimiento, eso le da una cierta intensidad, necesitamos una decisión del espectador, es el juego que planteamos".