¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

10°
16 de Mayo,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Nuevo motín controlado en una cárcel brasileña

Martes, 17 de enero de 2017 01:30
<div>PROFESSOR RAIMUNDO NONATO/ CÁRCEL UBICADA EN LA LOCALIDAD DE NATAL.&nbsp;</div><div>
Las autoridades brasileñas controlaron ayer una nueva revuelta en una cárcel de Natal, en principio sin víctimas ni fugas, horas después de la matanza de al menos 26 presos ocurrida en otra prisión de esa ciudad del noreste del país este fin de semana, y los investigadores estiman que el grupo criminal Primeiro Comando da Capital (PCC) está detrás de esos últimos asesinatos.
La Policía Militar sofocó el intento de rebelión que tuvo lugar en la madrugada de ayer en el presidio Professor Raimundo Nonato, en el norte de Natal, cuando varios presos intentaron invadir otra ala del penal donde estaban separados otros reclusos, informó el gobierno regional de Río Grande do Norte en su cuenta de Twitter.
Según el diario Estado de Sao Paulo, la rebelión está aparentemente vinculada con la masacre ocurrida entre el sábado y domingo en la cárcel de Al‡acuz, y atribuida a una lucha entre grupos criminales dentro del penal más grande de Natal.
Esa matanza es el último episodio de una ola de violencia carcelaria sin precedentes en Brasil. Más de 120 presos murieron desde comienzos de año, en violentas reyertas saldadas a menudo con personas decapitadas y descuartizadas.
Los motines son atribuidos en su mayoría a disputas externas entre grupos criminales que intentan hacerse con el control del narcotráfico en el gigante sudamericano.
La primera masacre dejó 56 muertos el día de Año Nuevo en una cárcel de Manaos, en la Amazonía brasileña, y fue atribuida a un ataque de presos de la banda Família do Norte (FDN) contra integrantes del Primeiro Comando da Capital (PCC).
Los investigadores estiman que el PCC, originario de Sao Paulo y considerado como el grupo criminal más grande de Brasil, está detrás de los últimos asesinatos ocurridos en Nata, reportó la agencia DPAl.
Organizaciones humanitarias alertan desde hace tiempo sobre el control que ejercen las bandas criminales dentro de las prisiones brasileñas y las terribles condiciones de hacinamiento en las que viven los presos.
Brasil tiene la cuarta población carcelaria más grande del mundo por detrás de Estados Unidos, China y Rusia. Pero el país sudamericano afronta además graves problemas de superpoblación en cárceles que albergan a más de 622 mil reclusos en instalaciones con capacidad únicamente para unos 371 mil.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
Las autoridades brasileñas controlaron ayer una nueva revuelta en una cárcel de Natal, en principio sin víctimas ni fugas, horas después de la matanza de al menos 26 presos ocurrida en otra prisión de esa ciudad del noreste del país este fin de semana, y los investigadores estiman que el grupo criminal Primeiro Comando da Capital (PCC) está detrás de esos últimos asesinatos.
La Policía Militar sofocó el intento de rebelión que tuvo lugar en la madrugada de ayer en el presidio Professor Raimundo Nonato, en el norte de Natal, cuando varios presos intentaron invadir otra ala del penal donde estaban separados otros reclusos, informó el gobierno regional de Río Grande do Norte en su cuenta de Twitter.
Según el diario Estado de Sao Paulo, la rebelión está aparentemente vinculada con la masacre ocurrida entre el sábado y domingo en la cárcel de Al‡acuz, y atribuida a una lucha entre grupos criminales dentro del penal más grande de Natal.
Esa matanza es el último episodio de una ola de violencia carcelaria sin precedentes en Brasil. Más de 120 presos murieron desde comienzos de año, en violentas reyertas saldadas a menudo con personas decapitadas y descuartizadas.
Los motines son atribuidos en su mayoría a disputas externas entre grupos criminales que intentan hacerse con el control del narcotráfico en el gigante sudamericano.
La primera masacre dejó 56 muertos el día de Año Nuevo en una cárcel de Manaos, en la Amazonía brasileña, y fue atribuida a un ataque de presos de la banda Família do Norte (FDN) contra integrantes del Primeiro Comando da Capital (PCC).
Los investigadores estiman que el PCC, originario de Sao Paulo y considerado como el grupo criminal más grande de Brasil, está detrás de los últimos asesinatos ocurridos en Nata, reportó la agencia DPAl.
Organizaciones humanitarias alertan desde hace tiempo sobre el control que ejercen las bandas criminales dentro de las prisiones brasileñas y las terribles condiciones de hacinamiento en las que viven los presos.
Brasil tiene la cuarta población carcelaria más grande del mundo por detrás de Estados Unidos, China y Rusia. Pero el país sudamericano afronta además graves problemas de superpoblación en cárceles que albergan a más de 622 mil reclusos en instalaciones con capacidad únicamente para unos 371 mil.