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14 de Mayo,  Jujuy, Argentina
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Ataque armado deja 39 personas muertas

Lunes, 02 de enero de 2017 01:30
CAOS EN LA DISCOTECA/ UN HOMBRE MATÓ A 39 PERSONAS EN UN CLUB DE ESTAMBUL.
Las autoridades turcas continuaban ayer la búsqueda del hombre que mató a 39 personas, de las cuales al menos 15 de ellas extranjeras, al abrir fuego contra una famosa discoteca de Estambul, donde cientos de personas celebraban el Año Nuevo.
El ataque marca un sangriento inicio de año en Turquía, tras un 2016 en el que el país se vio sacudido por numerosos atentados y un golpe de Estado fallido.
El atacante empezó a disparar a las 1:15 del domingo en el famoso y exclusivo club Reina, situado a orillas del Bósforo, donde 700 o 800 personas festejaban el Año Nuevo.
La televisión NTV afirmó que el atacante había disparado entre 120 y 180 veces durante unos siete minutos sembrando el pánico, lo que hizo que incluso algunas personas se lanzaran a las gélidas aguas del estrecho para escapar a la matanza.
El primer ministro turco Binali Yildirim calificó de "infundadas" las informaciones aparecidas en la prensa según las cuales el asaltante iba disfrazado de Papa Noel, y explicó que el agresor había dejado el arma en el lugar de la masacre y había "aprovechado la anarquía" del momento para huir.
"Las operaciones de búsqueda del terrorista están todavía en curso. Espero que sea capturado rápidamente", declaró el ministro del Interior, Suleyman Soylu, que habló de "atentado terrorista".
Según el último balance provisional de las autoridades, 39 personas murieron, de las cuales al menos 15 extranjeros y 65 resultados heridas en este ataque que aún no ha sido reivindicado y que el gobierno de momento no ha achacado a ningún grupo en particular.
Aunque por el momento, los responsables turcos no han precisado las nacionalidades de las víctimas extranjeras, habría al menos un ciudadano belgo-turco, una franco-
tunecina, una israelí, tres jordanos, dos tunecinos, tres libaneses, varios saudíes, un libio, dos indios y varios marroquíes, según las respectivas autoridades nacionales.
Los primeros detalles
Los viandantes dejaban flores y velas bajo la mirada de una decena de policías armados con metralletas que seguían custodiando el lugar anoche.
Una lona azul cubría la fachada del establecimiento, frente al cual había un charco de sangre.
Antes de entrar y de abrir fuego en este club nocturno, muy frecuentado por extranjeros, el asaltante abatió a un policía y a un civil que se encontraban delante de la discoteca, precisó el gobernador de la ciudad, Vasip Sahin.
"Es un ataque terrorista", insistió Sahin en una rueda de prensa.
"De una forma salvaje e implacable, ametralló a la gente que simplemente había venido a celebrar el Año Nuevo", declaró el gobernador.
Las autoridades habían anunciado un despliegue de 17 mil policías en Estambul en el marco de los festejos del Año Nuevo.
El ataque suscitó una ola de reacciones de indignación en el mundo. Washington, Moscú, París y Berlín, así como el papa Francisco, lo condenaron con firmeza.
En su primera reacción a la matanza, el presidente Recep Tayyip Erdogan afirmó ayer que este atentado busca "destruir la moral del país y sembrar el caos tomando deliberadamente por blanco la paz de la nación y los civiles con estos ataques de odio".

El mundo, solidario
Uno de los primeros en expresar sus condolencias y su apoyo a Ankara fue el papa Francisco, quien durante la oración del Angelus y ante unos 50 mil fieles en la plaza de San Pedro, pidió "al Señor que sostenga a los hombres de buena voluntad que se esfuerzan para afrontar la plaga del terrorismo, esta mancha de sangre que envuelve el mundo con una sombra de miedo y desconcierto".
Al mismo tiempo, tanto Rusia como EE UU se apuraron a ratificar sus alianzas estratégicas con Turquía -aliado del primero en los esfuerzos en Siria por imponer una tregua y socio del segundo en la OTAN- y ofrecieron su cooperación en la lucha contra los grupos radicales.
"Es nuestra obligación resistir con determinación a la agresión terrorista (...). Es difícil imaginar un crimen más cínico que el asesinato de civiles en el punto álgido de las celebraciones de Año Nuevo", escribió el presidente ruso, Vladimir Putin, en un telegrama a su par turco, Recep Tayyip Erdogan.
Por su parte, el gobierno estadounidense reafirmó su apoyo "a Turquía, nuestra aliada en la OTAN, en nuestra determinación común de combatir y derrotar todos los tipos de terrorismo", según aseguró el vocero del Consejo Nacional de Seguridad, Ned Price.
Desde Europa, las autoridades de la Unión Europea (UE) y prácticamente todos los líderes de los países miembros se solidarización con Ankara y repudiaron el atentado contra la casa nocturna Reina. "Estamos trabajando en la forma de evitar este tipo de tragedias", escribió en Twitter la jefa de la diplomacia de la UE.
En Berlín, en tanto, la canciller alemana, Angela Merkel, una aliada estratégica de Erdogan y la mayor defensora de una alianza entre la Unión Europea y Turquía, lamentó el atentado, apenas unos días después de que la capital alemana fuera objeto de un ataque islamista contra un mercado navideño.
"De nuevo, los terroristas golpearon su país. En Estambul cometieron un ataque inhumano e insidioso contra aquellos que querían festejar juntos el cambio de año", aseguró a la prensa el vocero alemán.

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Las autoridades turcas continuaban ayer la búsqueda del hombre que mató a 39 personas, de las cuales al menos 15 de ellas extranjeras, al abrir fuego contra una famosa discoteca de Estambul, donde cientos de personas celebraban el Año Nuevo.
El ataque marca un sangriento inicio de año en Turquía, tras un 2016 en el que el país se vio sacudido por numerosos atentados y un golpe de Estado fallido.
El atacante empezó a disparar a las 1:15 del domingo en el famoso y exclusivo club Reina, situado a orillas del Bósforo, donde 700 o 800 personas festejaban el Año Nuevo.
La televisión NTV afirmó que el atacante había disparado entre 120 y 180 veces durante unos siete minutos sembrando el pánico, lo que hizo que incluso algunas personas se lanzaran a las gélidas aguas del estrecho para escapar a la matanza.
El primer ministro turco Binali Yildirim calificó de "infundadas" las informaciones aparecidas en la prensa según las cuales el asaltante iba disfrazado de Papa Noel, y explicó que el agresor había dejado el arma en el lugar de la masacre y había "aprovechado la anarquía" del momento para huir.
"Las operaciones de búsqueda del terrorista están todavía en curso. Espero que sea capturado rápidamente", declaró el ministro del Interior, Suleyman Soylu, que habló de "atentado terrorista".
Según el último balance provisional de las autoridades, 39 personas murieron, de las cuales al menos 15 extranjeros y 65 resultados heridas en este ataque que aún no ha sido reivindicado y que el gobierno de momento no ha achacado a ningún grupo en particular.
Aunque por el momento, los responsables turcos no han precisado las nacionalidades de las víctimas extranjeras, habría al menos un ciudadano belgo-turco, una franco-
tunecina, una israelí, tres jordanos, dos tunecinos, tres libaneses, varios saudíes, un libio, dos indios y varios marroquíes, según las respectivas autoridades nacionales.
Los primeros detalles
Los viandantes dejaban flores y velas bajo la mirada de una decena de policías armados con metralletas que seguían custodiando el lugar anoche.
Una lona azul cubría la fachada del establecimiento, frente al cual había un charco de sangre.
Antes de entrar y de abrir fuego en este club nocturno, muy frecuentado por extranjeros, el asaltante abatió a un policía y a un civil que se encontraban delante de la discoteca, precisó el gobernador de la ciudad, Vasip Sahin.
"Es un ataque terrorista", insistió Sahin en una rueda de prensa.
"De una forma salvaje e implacable, ametralló a la gente que simplemente había venido a celebrar el Año Nuevo", declaró el gobernador.
Las autoridades habían anunciado un despliegue de 17 mil policías en Estambul en el marco de los festejos del Año Nuevo.
El ataque suscitó una ola de reacciones de indignación en el mundo. Washington, Moscú, París y Berlín, así como el papa Francisco, lo condenaron con firmeza.
En su primera reacción a la matanza, el presidente Recep Tayyip Erdogan afirmó ayer que este atentado busca "destruir la moral del país y sembrar el caos tomando deliberadamente por blanco la paz de la nación y los civiles con estos ataques de odio".

El mundo, solidario
Uno de los primeros en expresar sus condolencias y su apoyo a Ankara fue el papa Francisco, quien durante la oración del Angelus y ante unos 50 mil fieles en la plaza de San Pedro, pidió "al Señor que sostenga a los hombres de buena voluntad que se esfuerzan para afrontar la plaga del terrorismo, esta mancha de sangre que envuelve el mundo con una sombra de miedo y desconcierto".
Al mismo tiempo, tanto Rusia como EE UU se apuraron a ratificar sus alianzas estratégicas con Turquía -aliado del primero en los esfuerzos en Siria por imponer una tregua y socio del segundo en la OTAN- y ofrecieron su cooperación en la lucha contra los grupos radicales.
"Es nuestra obligación resistir con determinación a la agresión terrorista (...). Es difícil imaginar un crimen más cínico que el asesinato de civiles en el punto álgido de las celebraciones de Año Nuevo", escribió el presidente ruso, Vladimir Putin, en un telegrama a su par turco, Recep Tayyip Erdogan.
Por su parte, el gobierno estadounidense reafirmó su apoyo "a Turquía, nuestra aliada en la OTAN, en nuestra determinación común de combatir y derrotar todos los tipos de terrorismo", según aseguró el vocero del Consejo Nacional de Seguridad, Ned Price.
Desde Europa, las autoridades de la Unión Europea (UE) y prácticamente todos los líderes de los países miembros se solidarización con Ankara y repudiaron el atentado contra la casa nocturna Reina. "Estamos trabajando en la forma de evitar este tipo de tragedias", escribió en Twitter la jefa de la diplomacia de la UE.
En Berlín, en tanto, la canciller alemana, Angela Merkel, una aliada estratégica de Erdogan y la mayor defensora de una alianza entre la Unión Europea y Turquía, lamentó el atentado, apenas unos días después de que la capital alemana fuera objeto de un ataque islamista contra un mercado navideño.
"De nuevo, los terroristas golpearon su país. En Estambul cometieron un ataque inhumano e insidioso contra aquellos que querían festejar juntos el cambio de año", aseguró a la prensa el vocero alemán.

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