El mundo de Eduardo Escobar está poblado "de Cristos, de Pesebres, y no va a dejar de estar San Antonio, San Sanjuan el patrono de los corderitos, San Ramón de la vaca, siempre pensando en que en la Quebrada de Humahuaca se sigue haciendo imaginería religiosa, utilizando elementos como papel maché o pastas, muy naif, restaurando otra imaginería moderna y no tan moderna". Cree que "debería incentivarse más esta perseverancia de la imaginería popular, porque hubo una invasión de las imágenes de yeso, de moldes. Esto viene de España, del barroco, pero tiene toda una impronta del arte mestizo y en parte se ha dejado de hacer, como lo hacían mujeres como Anita Valdés. Hay una motivación muy grande cuando la gente se acerca y te pide que arregles su Santito, que no hay que tocar porque tiene toda la mística de lo antiguo, y sólo se debe retocar con mucho cuidado". Nos dice que "a veces son las comunidades que te piden una imagen para su casa, como patrono, pero es una cuestión más anónima. El cuadro de un pintor es una forma de proyectarse a través de su creación, pero los Santitos son algo profundo que la gente ama. Algo que debe hacerse con mucho cuidado y respeto". Sin embargo, "hay algunos elementos que no pueden faltar. A Santos que se los relaciona mucho con su castidad tienen que tener su lirio, o el San Antonio con su Biblia porque fue un gran predicador. O la Candelaria con su vela porque es la Madre de la Luz, y es la única que puede entrar al socavón porque puede alumbrar. Y en eso mantener mi estilo, que tiene más que ver con lo popular".
inicia sesión o regístrate.
El mundo de Eduardo Escobar está poblado "de Cristos, de Pesebres, y no va a dejar de estar San Antonio, San Sanjuan el patrono de los corderitos, San Ramón de la vaca, siempre pensando en que en la Quebrada de Humahuaca se sigue haciendo imaginería religiosa, utilizando elementos como papel maché o pastas, muy naif, restaurando otra imaginería moderna y no tan moderna". Cree que "debería incentivarse más esta perseverancia de la imaginería popular, porque hubo una invasión de las imágenes de yeso, de moldes. Esto viene de España, del barroco, pero tiene toda una impronta del arte mestizo y en parte se ha dejado de hacer, como lo hacían mujeres como Anita Valdés. Hay una motivación muy grande cuando la gente se acerca y te pide que arregles su Santito, que no hay que tocar porque tiene toda la mística de lo antiguo, y sólo se debe retocar con mucho cuidado". Nos dice que "a veces son las comunidades que te piden una imagen para su casa, como patrono, pero es una cuestión más anónima. El cuadro de un pintor es una forma de proyectarse a través de su creación, pero los Santitos son algo profundo que la gente ama. Algo que debe hacerse con mucho cuidado y respeto". Sin embargo, "hay algunos elementos que no pueden faltar. A Santos que se los relaciona mucho con su castidad tienen que tener su lirio, o el San Antonio con su Biblia porque fue un gran predicador. O la Candelaria con su vela porque es la Madre de la Luz, y es la única que puede entrar al socavón porque puede alumbrar. Y en eso mantener mi estilo, que tiene más que ver con lo popular".