En medio del esfuerzo por frenar el proceso inflacionario, el aumento en las tarifas de luz que empezará a regir desde el primero de febrero, que rondará el 40%, promete generar mayor presión sobre los precios y enciende una luz de alarma entre las cámaras empresariales, que rechazaron la posibilidad de absorber este ajuste.
Empresarios textiles y de la industria en general adelantaron que deberán trasladar a precios estos aumentos por la incidencia que tiene el servicio eléctrico en sectores manufactureros.
Más preocupante resulta aún para las cámaras empresariales ya que desde abril también se ajustarán los precios de las tarifas de gas y el reciente incremento en combustibles.
El incremento en tarifas eléctricas le aportará 0,2% al índice inflacionario y algunas consultoras estiman que para el semestre trepará al 3,3%.
En el caso de la industria textil, la energía eléctrica representa el 10% del total del precio de venta por lo que necesariamente será trasladado a los precios.
"El año pasado tuvimos subas del 90%, con lo que se volvió estéril cualquier esfuerzo por ganar productividad", consideró el empresario textil, Jorge Sorabilla, presidente de la Fundación ProTejer.
Por las medidas que el Gobierno viene tomando, todo indica que la intención es reducir el nivel de subsidios que otorga el Estado y en el caso del servicio eléctrico es rebajarlos al 50%. Esta política de recorte de subsidios impacta directamente en los precios y choca con el objetivo oficial de que la inflación se ubique en torno al 1,5% mensual para evitar reclamos salariales que superen el 20%.
Más allá de las estimaciones del Banco Central de que la inflación anual se ubicará entre 12 y 17%, las consultoras privadas lo ubican por encima del 20%.
Como en el Gobierno temen que la inflación de descarrile, salieron a tomar medidas para tratar de contener a los formadores de precios.
La última medida de la Secretaría de Comercio para que los comercios diferencien los artículos con precio contado y los financiados, está orientada en ese sentido.
Sin embargo, también oculta actitud y es la intención de seguir recortando subsidios como el "Ahora 12".
Empresarios textiles y de la industria en general adelantaron que deberán trasladar a precios estos aumentos por la incidencia que tiene el servicio eléctrico en sectores manufactureros.
Más preocupante resulta aún para las cámaras empresariales ya que desde abril también se ajustarán los precios de las tarifas de gas y el reciente incremento en combustibles.
El incremento en tarifas eléctricas le aportará 0,2% al índice inflacionario y algunas consultoras estiman que para el semestre trepará al 3,3%.
En el caso de la industria textil, la energía eléctrica representa el 10% del total del precio de venta por lo que necesariamente será trasladado a los precios.
"El año pasado tuvimos subas del 90%, con lo que se volvió estéril cualquier esfuerzo por ganar productividad", consideró el empresario textil, Jorge Sorabilla, presidente de la Fundación ProTejer.
Por las medidas que el Gobierno viene tomando, todo indica que la intención es reducir el nivel de subsidios que otorga el Estado y en el caso del servicio eléctrico es rebajarlos al 50%. Esta política de recorte de subsidios impacta directamente en los precios y choca con el objetivo oficial de que la inflación se ubique en torno al 1,5% mensual para evitar reclamos salariales que superen el 20%.
Más allá de las estimaciones del Banco Central de que la inflación anual se ubicará entre 12 y 17%, las consultoras privadas lo ubican por encima del 20%.
Como en el Gobierno temen que la inflación de descarrile, salieron a tomar medidas para tratar de contener a los formadores de precios.
La última medida de la Secretaría de Comercio para que los comercios diferencien los artículos con precio contado y los financiados, está orientada en ese sentido.
Sin embargo, también oculta actitud y es la intención de seguir recortando subsidios como el "Ahora 12".
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En medio del esfuerzo por frenar el proceso inflacionario, el aumento en las tarifas de luz que empezará a regir desde el primero de febrero, que rondará el 40%, promete generar mayor presión sobre los precios y enciende una luz de alarma entre las cámaras empresariales, que rechazaron la posibilidad de absorber este ajuste.
Empresarios textiles y de la industria en general adelantaron que deberán trasladar a precios estos aumentos por la incidencia que tiene el servicio eléctrico en sectores manufactureros.
Más preocupante resulta aún para las cámaras empresariales ya que desde abril también se ajustarán los precios de las tarifas de gas y el reciente incremento en combustibles.
El incremento en tarifas eléctricas le aportará 0,2% al índice inflacionario y algunas consultoras estiman que para el semestre trepará al 3,3%.
En el caso de la industria textil, la energía eléctrica representa el 10% del total del precio de venta por lo que necesariamente será trasladado a los precios.
"El año pasado tuvimos subas del 90%, con lo que se volvió estéril cualquier esfuerzo por ganar productividad", consideró el empresario textil, Jorge Sorabilla, presidente de la Fundación ProTejer.
Por las medidas que el Gobierno viene tomando, todo indica que la intención es reducir el nivel de subsidios que otorga el Estado y en el caso del servicio eléctrico es rebajarlos al 50%. Esta política de recorte de subsidios impacta directamente en los precios y choca con el objetivo oficial de que la inflación se ubique en torno al 1,5% mensual para evitar reclamos salariales que superen el 20%.
Más allá de las estimaciones del Banco Central de que la inflación anual se ubicará entre 12 y 17%, las consultoras privadas lo ubican por encima del 20%.
Como en el Gobierno temen que la inflación de descarrile, salieron a tomar medidas para tratar de contener a los formadores de precios.
La última medida de la Secretaría de Comercio para que los comercios diferencien los artículos con precio contado y los financiados, está orientada en ese sentido.
Sin embargo, también oculta actitud y es la intención de seguir recortando subsidios como el "Ahora 12".
Empresarios textiles y de la industria en general adelantaron que deberán trasladar a precios estos aumentos por la incidencia que tiene el servicio eléctrico en sectores manufactureros.
Más preocupante resulta aún para las cámaras empresariales ya que desde abril también se ajustarán los precios de las tarifas de gas y el reciente incremento en combustibles.
El incremento en tarifas eléctricas le aportará 0,2% al índice inflacionario y algunas consultoras estiman que para el semestre trepará al 3,3%.
En el caso de la industria textil, la energía eléctrica representa el 10% del total del precio de venta por lo que necesariamente será trasladado a los precios.
"El año pasado tuvimos subas del 90%, con lo que se volvió estéril cualquier esfuerzo por ganar productividad", consideró el empresario textil, Jorge Sorabilla, presidente de la Fundación ProTejer.
Por las medidas que el Gobierno viene tomando, todo indica que la intención es reducir el nivel de subsidios que otorga el Estado y en el caso del servicio eléctrico es rebajarlos al 50%. Esta política de recorte de subsidios impacta directamente en los precios y choca con el objetivo oficial de que la inflación se ubique en torno al 1,5% mensual para evitar reclamos salariales que superen el 20%.
Más allá de las estimaciones del Banco Central de que la inflación anual se ubicará entre 12 y 17%, las consultoras privadas lo ubican por encima del 20%.
Como en el Gobierno temen que la inflación de descarrile, salieron a tomar medidas para tratar de contener a los formadores de precios.
La última medida de la Secretaría de Comercio para que los comercios diferencien los artículos con precio contado y los financiados, está orientada en ese sentido.
Sin embargo, también oculta actitud y es la intención de seguir recortando subsidios como el "Ahora 12".