La semana pasada, el Indec dio a conocer los últimos datos de inflación correspondiente al mes de septiembre. El relevamiento del organismo reveló que el costo de vida se aceleró y que el Banco Central incumplió su meta anual prevista en 17%. La suba de precios fue del 1,9% el mes pasado y acumuló un 17,6% en lo que va del año.
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La semana pasada, el Indec dio a conocer los últimos datos de inflación correspondiente al mes de septiembre. El relevamiento del organismo reveló que el costo de vida se aceleró y que el Banco Central incumplió su meta anual prevista en 17%. La suba de precios fue del 1,9% el mes pasado y acumuló un 17,6% en lo que va del año.
Anunciados los aumentos en las tarifas para después de octubre, las consultoras creen que el alza en los valores de los servicios le agregarían 2 puntos porcentuales en noviembre y diciembre, lo que cerraría el año con un 23%.
En una entrevista exclusiva con nuestro medio, el reconocido economista Marcelo Lascano explicó el motivo del aumento en el costo de vida y el impacto que tendrá el aumento en las tarifas para el mes que viene. Advirtió que el aumento en la inflación tiene un impacto negativo y descartó de plano que el Gobierno pueda cumplir su meta de inflación del 10% planteada para el presupuesto 2018.
¿Por qué subió la inflación?
Los diagnósticos exactos son difíciles de explicar, porque esos índices siempre, por más perfectos que sean y con metodologías cuidadosas, no siempre satisfacen todas las expectativas. En nuestro caso, desde que aparece la inflación como fenómeno casi permanente, no hay un consenso.
En Argentina tenemos inflación hace 60 años, tenemos casi una cultura inflacionaria firmada. Nadie espera que los precios bajen en un sendero de tiempo razonable y todo el mundo espera que la variación siempre vaya a subir ¿Por qué? Porque es un viejo tema en nuestro país.
Cualquier movimiento raro, que a la gente no le complace, prevé incluso la compra de cosas que no necesita, lo cual empuja la tendencia de alza de precios. Hay un problema de oferta y un problema de demanda, una oferta que no corre a la velocidad de la demanda, genera inflación o alza en los precios.
En la Argentina, está todo el mundo más preocupado por una amenaza en la suba de la inflación que en la deflación. Hay que aclarar que los precios no se mueven siempre en la misma dirección.
El Gobierno anunció aumentos en las tarifas para después de las elecciones, ¿Cómo va a impactar en la inflación de los próximos meses?
El problema de la inflación es cómo inciden los artículos y los bienes que demanda la sociedad. Unos son intangibles, como las tarifas eléctricas y de gas, y los otros son los bienes tangibles, como la carne, pescado, la fruta o la verdura, de modo que todo esto supone corregir una pauta cultural que arranque desde un cambio en la confianza de la gente y cómo el Gobierno va manejando la variable económica.
Es muy difícil que se pueda corregir, en un país que tiene 60 años de inflación con diversa fuerza, pero yo creo que pesa mucho en la confianza de la gente. Cuando llega un gobierno que a la gente le da confianza por su creatividad, generosidad en el manejo de las variables, disciplina fiscal ajustada a la necesidad de la economía, la gente confía más
La respuesta es que hay que crear un convencimiento de estabilidad monetaria, lo que supone que la gente tiene que confiar y para confiar tienen que tener una clase dirigente muy respetuosa de tradiciones, y esto es lo que nunca logramos.
Creo que el crecimiento económico, una producción que satisfaga las necesidades de la sociedad, bien manejado, con confianza en el Gobierno en cuanto a su discreción en el gasto público, ayudaría muchísimo.
¿Hay una estabilidad económica en el país?
La economía estable es un valor relativo, más en un país donde la amenaza de inflación y la concreción de la inflación lleva medio siglo. Yo diría que cuando llega un gobierno, en el cual la gente confía, y ¿Cuándo confía? Cuando ve que hay seriedad en un programa, la demanda no sale corriendo para satisfacer requerimientos o necesidades, sino que está atenta a comprar lo que necesita y nada más.
Esto puede resolver el problema de uno, cinco ocho meses, pero llega un momento que no tienen solución. Para que haya solución, tiene que haber un cierto equilibrio entre la demanda de la gente, la inversión de las empresas y que esa inversión atienda los requerimientos actuales de la sociedad y los potenciales, tanto los de ahora como los que van a venir.
Que la inflación siga subiendo, ¿Afecta la inversiones?
En principio sí, porque cuando la sociedad ve que puede haber un aumento en los artículos que va a comprar mañana, es muy probable que salgan a comprar todos juntos de una sola vez y ese hecho, como amenaza, supone un aumento de la demanda y un aumento de los precios, salvo que la demanda sea muy elástica, pero si es inelástica y no hay cómo atacarla y no hay cómo producir los bienes que la gente va a demandar, esto enreda el mercado.
Por eso el discurso político tiene que ser muy refinado, muy atento, los dirigentes deben ser muy transparentes en sus definiciones políticas y económicas.
Argentina tiene muchos años de experiencia, algunos felices, que duraron poco porque creímos que eso era para toda la vida y otros más infelices porque dijimos "se terminó la inflación".
¿El Gobierno va a poder combatir la inflación?
Argentina es uno de los países que ha tenido períodos de inflación más largos, con intermitencia, durante los últimos 50 años. Hasta ahora no hemos logrado vencer a la inflación de una forma que sea definitiva, hemos tenido éxito en muchos periodos, pero eso no significa que hayamos entendido el fenómeno y los especuladores no hayan dejado de ejercer prácticas que a la larga son nocivas.
La suba de la inflación ¿Tendrá algún impacto en las elecciones del 22 de octubre?
Es un tema muy difícil. Cada uno tiene una opinión. Yo creo que no.
Creo que la persona que quería salir a comprar algo en prevención de que pueda haber un aumento, lo va a hacer igual, y en la medida que haya una amenaza de suba en los precios, mucha gente que no iba a comprar algunos artículos, los va a comprar, precisamente para no quedarse con dinero que va a valer menos con el transcurso de tiempo.
El Gobierno estima una inflación anual del 10% para el presupuesto del 2018, ¿Es posible?
Es imposible una inflación del 10 por ciento para 2018 como busca el Gobierno, seguro va a ser un poco más alta.
No hay que ser negativo, pero también hay que ser razonables, pensando en la sociedad y en los que menos tienen, pero es un tema muy difícil, porque la gente, en un país con cultura inflacionaria, se acostumbró a defenderse atesorando los bienes que sabe que va a demandar.
Meta para 2018
El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, dijo el jueves pasado en Washington que “el proceso de desinflación no es lineal ni matemático, sino que tiene altibajos” y ratificó que el objetivo del alza de precios para el año próximo se mantiene intacto, alrededor del 10%. “La meta que siempre ha sido y la que siempre será”, enfatizó el funcionario.
Agregó que “el Banco Central está comprometido en cumplir con sus metas de inflación. Nosotros hemos explicado que el relajamiento de la política monetaria sobre el fin de año fue un poco lo que comprometió la meta. Lo advertimos en febrero y hemos tenido una política consistente que ha sido un endurecimiento de la política monetaria todo este año. Eso le da credibilidad al Banco Central”. Y allí ratificó la meta para el 2018: “Es 10%, la que siempre ha sido y la que siempre será”.